lunes, 6 de abril de 2009

Remember when...

Te acuerdas de aquel tiempo...
… cuando las decisiones importantes se tomaban mediante un práctico “pito-pito gorgorito, ¿dónde vas tú tan bonito?, a la era verdadera, pim pom ¡fuera!”.
… que se podían detener las cosas cuando se complicaban con un simple “no vale” o “trampa, trampa”.
… que los errores se arreglaban diciendo simplemente “empezamos otra vez”.
… que el peor castigo y condena era que te hicieran escribir 100 veces “no debo...”.
… que tener mucho dinero, sólo significaba poder comprarte un helado o una bolsa de chucherías a la salida del cole.
... que hacer una montaña de arena, podía mantenernos felizmente ocupados durante toda una tarde.
... que siempre descubrías tus más ocultas habilidades, a causa de un “¿a que no haces esto?”.
… no había nada más prohibido que jugar con fuego.
… que ¡TONTO EL ÚLTIMO! era lo único que nos hacía correr como locos hasta que sentíamos que el corazón se nos salía del pecho.
… que el ladrón y policía era solo un juego para el recreo, y por supuesto era mucho más divertido ser ladrón que policía.
… que los globos de agua eran la más moderna, poderosa y eficiente arma que jamás se había inventado.
… que la mayor desilusión era sólo haber sido elegidos últimos para el equipo del cole.
… que los hermanos mayores, eran el peor de los tormentos, pero también los más fieles y feroces protectores.
… que nunca faltaban los caramelos que tiraban los Reyes Magos, ni el dinero que nos dejaba el Ratoncito Pérez bajo la almohada.
… que “GUERRA” solo significaba arrojarse tizas y bolas de papel durante las horas libres en clase.
… que los helados y la leche con galletas constituían el grupo de los alimentos básicos y esenciales.
… que quitar las ruedas pequeñas a la bici significaba un gran paso en tu vida.
… que el mayor negocio del siglo era conseguir cambiar los diez cromos repetidos por el que hacía tanto tiempo que buscabas.
… que hacer cabañas con ramas cuando íbamos de excursión al campo nos entretenía durante horas.
… que todos te admiraban si lograbas cruzar la comba mientras saltabas.

… que era un gran tesoro si encontrabas trozos de escayola en los cubos de basura y poder dibujar en el suelo y jugar.
… que sentarnos frente al televisor a las 5 en punto con los ojos desencajados para ver Barrio Sésamo.
Siempre he creído que la parte infantil no la debemos perder nunca, hasta que los problemas de los adultos nos dan por... la espalda a traición y con alevosía y, entonces, es cuando echamos de menos esos momentos en que, con dos lágrimas en los ojos, llamabas a tu madre y su mano acariciando tu pelo se convertía en el mejor antibiótico contra todos los males que afectaban tu grandioso mundo.
Por eso, con mis años a cuestas, grito desconsoladamente: ¡Mamaaaaaaaaa!

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