lunes, 27 de abril de 2009

Premios Darwin 2008

Tal como lo dice la leyenda, los Premios Darwin "se congratulan por el mejoramiento del genoma humano honrando a aquellos que accidentalmente se eliminan a sí mismos de él".
En palabras más sencillas, Los premios Darwin se otorgan a las personas lo suficientemente estúpidas como para morir en situaciones de riesgo provocadas por su poca inteligencia, pero cuya eliminación del mundo de los vivos impide que los genes de su estupidez se sigan transmitiendo.
Algunos de los ganadores de este año son:
Octavo Lugar:
En Detroit, un hombre de 41 años quedó atrapado y se ahogó en una alcantarilla con medio metro de agua cuando se metió de cabeza con la intención de recuperar las llaves de su auto.
Séptimo Lugar:
Un corredor de bolsa de 49 años de San Francisco que se evadía completamente cuando corría, accidentalmente trotó hasta un acantilado de 30 metros de alto y murió tras la caída.
Sexto Lugar:
Daniel Jones, de 21 años, estaba en la playa y cavó un agujero de 2 metros y medio para protegerse del viento. Estaba en el fondo de su pozo sentado cómodamente en una silla de playa cuando, repentinamente, las paredes se colapsaron y lo enterraron en metro y medio de arena. Las personas que se encontraban cerca cavaron con sus manos y con pequeñas palas de tierra para tratar de sacarlo, pero fueron incapaces de llegar hasta donde estaba. A los rescatadores les tomó casi una hora sacarlo de ahí y fue declarado muerto en el hospital a donde lo llevaron.
Quinto Lugar:
Santiago Alvarado, de 24 años, murió cuando cayó del techo de una tienda de bicicletas que intentaba robar. La muerte se produjo cuando la linterna que sostenía en su boca se le clavó en la base del cráneo al golpear contra el piso.
Cuarto Lugar:
Sylvester Briddel Jr, de 26 años, murió cuando ganó una apuesta con sus amigos. Ellos decían que no sería capaz de ponerse una pistola cargada con 4 balas en la boca y apretar el gatillo. Sí fue capaz.
Tercer Lugar:
Tras rodear un coche policial que estaba fuera de una tienda de armas, un ladrón entró en el negocio que estaba lleno de clientes y en donde había también un oficial uniformado cerca de la caja. Tras anunciar que aquello era un asalto, hizo algunos disparos con una pistola. El oficial y el dependiente de la tienda respondieron al fuego y algunos clientes también sacaron sus pistolas y comenzaron a disparar. El ladrón fue declarado muerto en el lugar por los médicos. Los investigadores de la escena del crimen hallaron 47 cartuchos usados y la autopsia reveló que el ladrón recibió 23 impactos de bala provenientes de, por lo menos, 7 armas. Nadie más salió herido del incidente.
Mención Honorífica:
Paul Stiller, de 47 años y su esposa Bonnie estaban aburridos y paseaban en su coche a las dos de la mañana, así que encendieron un cartucho de dinamita con la intención de arrojarlo por la ventana, sólo para ver qué pasaba. Aparentemente ninguno de ellos se dio cuenta de que las ventanas del auto estaba cerradas.
Finalista:
Kerry Bingham estaba bebiendo con varios amigos cuando uno de ellos dijo que conocía a una persona que había saltado con el bungee desde un puente local. La conversación se volvió cada vez más acalorada y por lo menos 10 de ellos fueron al puente a las cuatro y media de la mañana. Cuando llegaron al punto medio del puente, descubrieron que nadie había llevado una cuerda para bungee. Bingham, quien había seguido bebiendo, señaló un rollo de cuerda que estaba cerca de ahí. Ataron un extremo a una de las piernas de Bingham y el otro extremo al puente. Tras arrojarse, cayó 12 metros hasta que el cable se tensó y arrancó el pie de su tobillo. Milagrosamente, sobrevivió a la caída al agua helada y fue rescatado por dos pescadores. Sin embargo, el pie de Bingham nunca fue localizado.
Y el ganador es:
El empleado de un zoológico, Friedrich Riesfeldt (de Paderborn, Alemania), dio a un elefante constipado 22 dosis de un laxante animal y un barril de moras, higos y ciruelas pasas antes de que el paquidermo consiguiera defecar. Los investigadores dijeron que Friedrich, de 46 años, intentaba aplicarle un enema de aceite de oliva cuando la bestia descargó. La imponente fuerza de la inesperada defecación del elefante golpeó a Mr. Riesfeldt y lo arrojó al suelo donde éste se golpeó la cabeza contra una roca mientras el elefante continuaba evacuando más de 200 libras (100 kilos) de excremento encima de él. Por supuesto, no sobrevivió.
Fuente: Tecnoculto.com
Lo reconozco, es un tema del año pasado… pero ¿vale la pena o no ?

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