jueves, 11 de marzo de 2021

Cuando sepas la verdad de Marcos Paricio


Un grupo de delincuentes secuestra a una mujer pero acaban acorralados por la policía en el interior de un bar con la única protección de su rehén, quien parece ocultar un terrible secreto.

La situación se vuelve aún más tensa cuando entran en escena un peculiar negociador y el marido de la víctima, un siniestro personaje que actuó como espía al servicio del CNI.

Ninguna de las piezas parece encajar y aparentemente todo lo sucedido ha sido fruto del azar.

Pero lo que ninguno de ellos, delincuentes, víctimas o policías, son capaces de sospechar es que todo ha sucedido por un motivo.

Todo ha sido planeado para que, finalmente, se sepa la verdad.

Opinión: Cuando sepas la verdad es un auténtico y genuino juego de apariencias, un elaborado, milimétrico y perfecto puzzle literario donde las piezas que, en un primer momento creías que no podían unirse, se abocan a un exacto acoplamiento.

Cuando sepas la verdad, escrita por Marcos Paricio, es una sucesión absorvente, intrincada, excitante y magnética que no te permite apartar la vista de sus páginas y se exige leer todas y cada uno de las palabras escritas porque, si te saltas alguna, puede que te hayas perdido uno de los bruscos y magníficos giros por los que deviene la trama

La novela se inicia con una descripción de una situación que provocó muchos ríos de tinta en su momento, como fue la zambullida que el, por aquel entonces ministro de información y turismo del gobierno de Franco, Manuel Fraga Iribarne, realizó en la playa de la localidad almeriense de Palomares tras el accidente aéreo de dos aeronaves estadounidenses y la caída de cuatro bombas termonucleares.

Tras esta introducción, Cuando sepas la verdad se encarga de desmontar una a una las posibles suposiciones que vas realizando durante su lectura hasta llegar a un final totalmente imprevisto pero, a su vez, perfecto en su elaboración.

Libro altamente recomendable y que te deja con ganas de leer más novelas de este autor.

Valoración personal (de 0 a 10): 8,8


martes, 9 de marzo de 2021

El chico de las bobinas de Pere Cervantes

Barcelona, 1945. Nil Roig es un chiquillo que se pasa el día en bicicleta transportando de un cine a otro viejas bobinas de películas. El día de su decimotercer cumpleaños es testigo de un crimen cometido en el portal de su casa. Mientras el asesino huye después de haberlo amenazado de muerte en caso de no mantener la boca cerrada, el moribundo le entrega el misterioso cromo de un actor de cine de la época; un objeto perseguido y anhelado por un excomandante de la Gestapo y un policía sin escrúpulos. El hecho de que el moribundo le dé el cromo a Nil pronunciando el nombre de David, el padre desaparecido del muchacho, arrastrará a este a resolver un secreto del pasado por el que pagará un alto precio.

En una Barcelona de claroscuros, El chico de las bobinas nos habla de la incomparable fortaleza de esas mujeres, víctimas de la guerra, que enseñaron al mundo cómo sobrevivir, y de esas salas de cine de barrio que permitieron soñar en los años de plomo y se convirtieron en refugio de infancias maltrechas. Un thriller nostálgico cargado de emotividad y misterio que nos muestra la fragilidad y la ambigüedad de la naturaleza humana.


Opinión: Hay novelas por la que, aún antes de deslizar su portada y encontrarte con la primera página, sabes que será un idilio literario entre ambas partes; Barcelona, postguerra, cine, en definitiva lianas entramadas conformando un perfecto cesto.

Pero todavía no lo has leído. ¿Será la trama hipnótica como te imaginas? ¿Cubrirá su lectura las expectativas que te has imaginado?

Tus dedos cierran el libro; Nil, su madre Soledad, Victor, Bernardo, Leo, …, unos personajes que me han acompañado todos los espacios libres de mis últimos días, unos personajes perfectamente descritos y que me han llevado de emoción en emoción durante toda la lectura de El chico de las bobinas, aún reconociendo que no soy un lector muy aficionado a novelas cuyos protagonistas sean niños. No obstante, todo se simplifica cuando la belleza de la historia, la crueldad de la realidad y la inmensa dificultad en convertir la escritura en sencillez leída hacen que el libro de Pere Cervantes sea una de las mejores novelas que he tenido el placer de gozar en los últimos meses.


Valoración personal (de 0 a 10). 8,9

viernes, 5 de marzo de 2021

Linea de fuego de Arturo Pérez-Reverte

En la noche del 24 al 25 de julio de 1938, durante la batalla del Ebro, 2.890 hombres y 14 mujeres de la XI Brigada Mixta del ejército de la República cruzan el río para establecer la cabeza de puente de Castellets del Segre, donde combatirán durante diez días. Sin embargo, ni Castellets, ni la XI Brigada, ni las tropas que se le enfrentan en Linea de fuego existieron nunca. Las unidades militares, los lugares y los personajes que en esta novela aparecen son ficticios, aunque no lo sean los hechos ni los nombres reales en que se inspiran. Fue exactamente así como padres, abuelos y familiares de numerosos españoles de hoy combatieron en ambos bandos durante aquellos días y aquellos trágicos años.

La batalla del Ebro fue la más dura y sangrienta de cuantas se han librado en nuestro suelo, y sobre ella hay abundante documentación, partes de guerra y testimonios personales. Con todo eso, combinando rigor e invención, el autor más leído de la literatura española actual ha construido, no ya una novela sobre la Guerra Civil, sino una formidable novela de hombres y mujeres en cualquier guerra: un relato ecuánime y fascinante donde se recupera la memoria de nuestros padres y abuelos, que es también nuestra propia historia. Con Linea de fuego, Arturo Pérez-Reverte sitúa con sobrecogedor realismo al lector entre quienes, voluntarios o a la fuerza, estuvieron, no en la retaguardia, sino peleando en ambos bandos en los frentes de batalla.

Opinión: ¿Puede una novela bélica convertirse, sin percibirlo, sutilmente, en una oda poética? ¿Hasta qué extremo puede un autor llegar a ser domador del léxico para transformar una novela que describe el horror de una batalla encarnizada y, para más inri, con vocablos descarnados, a hechizar al lector hasta un límite que, este mismo lector, sonría, llore, padezca, se hiera e, incluso, muera con cada una de las particulares historias que conforman Linea de fuego?

Arturo Pérez-Reverte es un maestro de la nigromancia léxica, con poderes para invocar los espíritus agazapados de las palabras hasta convertirlas en plumas, puñales, abrazos y balas según la ocasión lo exija.

No obstante, debo ser sincero y hablar del sabor extraño que me dejó la finalización de la lectura de Linea de fuego; si los personajes, en lugar de llamarse Gines, Pato, Julián, Jaume, …, se hubieran llamado Julius, Porta, Hermanito, Viejo, Gregor, …, y si los hechos de la novela no ocurrieran en un inventado pueblo llamado Castellets del Segre sino en un poblado ucraniano llamado, por ejemplo, Kastelletskov del Dniéper, bien podría estar hablando de una novela de Sven Hassel.

Tras reflejar este detalle, no puedo dejar de sacarme el sombrero – como casi siempre – ante la hipnótica audacia literaria de Arturo Pérez-Reverte y su fábrica de palabras, al haber convertido una novela bélica, de casi setecientas páginas, en una experiencia emocional, vital y sobrecogedora.

Valoración personal (de 0 a 10). 8,3