lunes, 30 de julio de 2018

La marca del inquisidor de Marcello Simoni


Roma, 1624. Se descubre el cadáver de un hombre aplastado en una prensa tipográfica. Un investigador cuyo pasado es un misterio, que utiliza métodos científicos y es experto en demonología y brujería, se hace cargo de la investigación. Con la figura de Girolamo Svampa nace un extraordinario detective que se enfrenta a un intrincado misterio justo cuando la difusión de la imprenta está empezando a resquebrajar los muros del oscurantismo.

Opinión: Girolamo Svampa, un dominico con un pasado tortuoso, es nombrado comisionado por el maestro del palacio del Vaticano para investigar un asesinato un tanto espeluznante; fray Pietro Rebiba, un consultor del Índice, es encontrado muerto en una imprenta. El cadáver está aplastado por la misma imprenta y en la boca tiene varias hojas de una de esas publicaciones que el Índice no quiere que se lean.
Un antagonista, aunque mejor sería definirlo como coprotagonista, es Francesco Capiferri, que también es dominico y secretario de la Congregación del Índice. Tiene una memoria prodigiosa, que es muy útil para él. Capifferi sospecha de Svampa porque no le gusta que un comisionado externo sea el que realice la investigación.
Y luego está Roma, que Marcello Simoni describe con precisión, quizás con excesiva precisión, una Roma que hace del convento de Santa Maria sopra Minerva, un prestigioso convento dominico, su corazón, pero que serpentea por las calles y callejones, iglesias y palacios, miserias y nobleza, religiosos y laicos, el Vaticano y el populacho. Sobre todo, una Roma de tipografías, con el fuerte olor de las tintas, las matrices de letras -se hace especial hincapié en las zoomorfas-, las máquinas, las familias tipográficas, las ligaduras y los distintos tipos de papel. Pequeños detalles que sin duda apreciarán aquellos que se mueven en el mundo de los libros pero que, para los profanos, llega a ser tedioso.
Hay todos los elementos para que La marca del inquisidor sea un thriller histórico de gran éxito comercial pero, a pesar de todo: título, portada, época, argumento,…, creo que yo no comulgaré con esta rueda de molino.
La historia está ambientada en la Roma del siglo XVII, y sin embargo el autor no ha logrado recrear el entorno histórico, la eclosión de los personajes me pareció insuficiente e incluso el estilo no ayuda.
En algunas de esas críticas de márqueting con las que las editoriales quieren promocionar sus novedades, llegaban a comparar a Marcello Simoni con Dan Brown o Umberto Eco. Pues vale, pues muy bien, pero para llegar al nivel de El nombre de la rosa o El código da Vinci, Marcello Simoni debe comer mucha sopa todavía.
Además, y no puedo dejar de mencionarlo, el protagonista, Girolamo Svampa, es un tipo que me cae mal y punto. De acuerdo que lo has pasado mal desde su infancia pero, por favor, deja tu mal humor, agresividad, mal carácter y malos modos a un lado. Te irá un poco mejor en la vida, Girolamo.

Valoración personal (de 0 a 10): 6,8

jueves, 26 de julio de 2018

Así es como se mata de Mirko Zilahy


Roma. Se encuentra el cuerpo de una mujer, su cuerpo ha sido horriblemente violado. Quienquiera que fuera, lo hizo con el cuidado meticuloso de un cirujano, usando instrumentos afilados para escenificar una muerte. La escena del crimen, debido a la lluvia, no proporciona elementos útiles para las investigaciones que se confían al comisario Enrico Mancini. Tras el primer asesinato, seguirán más, y más despiadados y la ciudad caerá en la pesadilla. ¿El comisario detendrá al asesino antes de que finalice su loco plan? ¿Será capaz de detener al asesino antes de mostrarle a todos que así es como se mata? La caza está abierta.

Opinión: Así es como es mata es una novela negra, elegante e inquietante. La única certeza de la larga historia es la duda, las mil preguntas que plantea al lector siguiendo el hilo conductor de los acontecimientos. Siete seres humanos, siete vidas, siete historias diferentes, siete asesinatos violentos. Muchos lados oscuros caracterizan las historias malditas que se esconden detrás de cada cadáver. El comisario Mancini, especializado en delitos en serie en Quantico, debe detener al asesino. Hay una amarga perversión en los asesinatos, una violencia que el comisario quisiera evitar pero no puede. Mancini es un hombre herido en el alma, ocultando sus dolores, sus fragilidades. Su esposa Marisa murió hace unos meses, llevada por una enfermedad incurable y no puede superar el inmenso dolor. Ya no tolera las puertas cerradas, siempre usa guantes como si quisiera poner una pared entre él y el mundo. Pero el mundo lo reclama, la policía lo reclama, las víctimas lo reclaman.
Dónde, qué, quién, cuándo, cómo y por qué. Estos son los elementos básicos para una investigación, como bien sabe Mancini, investigando con su equipo especial, formado por mujeres y hombres especiales. Casi sin vergüenza, el comisario pone los ojos en los pobres cuerpos destrozados por la violencia ciega de los demás. Es un espectáculo al que no se puede acostumbrar. Y ese olor. El olor del infierno que penetra en los meandros de su ser.
Sombra, este es el nombre con el que el asesino se autoproclama. Según Mancini, quien ha escrito un informe de su perfil criminal, Sombra es un hombre blanco, de 25-30 años, vive solo y es un asesino organizado. Planea la agresión, tiene una inteligencia superior a la media. Es muy fuerte. Él tiene un objetivo muy específico y hará todo lo posible para que esto suceda.
Lo sé, parecerá absurdo, pero he sentido mucho dolor por el asesino. Sin duda, su violencia no tiene justificación, pero cuando descubres el motivo del que nace tanta desesperación, llegas a entender por qué puedes sentir lástima por un asesino. Es fácil alinearse con el "bueno de la peli, sin embargo, es difícil relacionarse con el lado oscuro que está en cada uno de nosotros.
No obstante, debo decir que la novela se me ha hecho un tanto larga. Puedo comprender el dolor del comisario por la pérdida de su mujer, pero que me lo repita el autor hasta la saciedad cansa, y cansa mucho.

Valoración personal (de 0 a 10): 6,9

martes, 24 de julio de 2018

Rosy & John de Pierre Lemaitre


La bomba explotó correctamente; a este respecto, él tiene todos los motivos para estar satisfecho. Los supervivientes tratan de ayudar a las posibles víctimas. Jean se dirige al metro. Él no va a rescatar a nadie. Él es el que hace vivir las bombas.
Jean Garnier no tiene nada que perder en la vida: su madre está en la cárcel, su novia ha sido asesinada y no tiene trabajo. Enfrentado a este joven, Camille Verhoeven debe actuar con más delicadeza que nunca; ¿Es Jean una verdadera amenaza para todo el país, o simplemente un perdedor con delirios de grandeza?

Opinión: ¿Una trilogía tiene forzosamente que constar de tres partes? Pierre Lemaitre nos lo responde con este libro de 150 páginas, publicado entre los dos episodios titulados Alex y Camille y protagonizados por el gran inspector Camille Verhoeven, grande entre los más grandes, a pesar de sus escasos ciento cuarenta y cinco centímetros de altura.
Anne, la nueva compañera de Camille, solo interviene por SMS.
París es el objetivo de un terrorista. La primera bomba explota en plena rue Joseph Merlin, pero sin causar una sola víctima. Un joven es detenido. Se hace llamar Jean pero su verdadero nombre es John, y frente a todo el departamento informa que si no se satisfacen sus condiciones, en los próximos seis días explotarán seis bombas en otros tantos lugares céntricos de la capital francesa, entre ellos, junto a una escuela infantil. Jean pide un pasaporte y un billete de avión a Australia para él y su madre, Rosy, en prisión acusada de asesinato, cinco millones de euro y hablar única y exclusivamente con el comisario Camille Verhoeven.
Todos los departamentos policiales se ponen a trabajar para desentrañar la madeja urdida por una mente fría, calculadora y casi autista llamado Jean, excepto Camille, siempre brillante con la colaboración activa de su segundo, Louis.
En tres días, el caso será resuelto. Hora tras hora, seguimos el curso de la investigación a un ritmo acelerado, el suspense se mantiene hasta la última página, los personajes complejos y Camille en mejor forma que nunca. Son sólo ciento cincuenta páginas… ¡pero qué ciento cincuenta páginas! Como si estuviéramos leyendo un guión cinematográfico, Pierre Lemaitre nos adentra en las mentes de acusado y acusador, de policía y terrorista, ambos con unos intereses por encima de sus propias y con una tenacidad que convierte sus diálogos en partidas de ajedres.
Rosy & John es un divertimento fantástico de Pierre Lemaitre, concebido entre su anterior novella de la saga Verhoeven, Alex, y la que será la última protagonizada por el diminuto pero inmenso inspector, titulada como su nombre, Camille.

Valoración personal (de 0 a 10): 6,8

viernes, 20 de julio de 2018

Caribes de Alberto Vázquez-Figueroa


En el otoño de 1943, un terrible huracán arrasó Haití, devastando el Fuerte de la Natividad y dejando a su paso una trágica estela de muerte y destrucción. Por su parte, los feroces guerreros del sanguinario cacique Canoabó se encargaron de rematar y asesinar a los pocos españoles que habían conseguido sobrevivir a las fuerzas desatadas de la naturaleza. El canario Cienfuegos se convirtió en el único superviviente europeo en el Nuevo Mundo, y tuvo miedo... Segunda entrega de esta célebre saga, Caribes continúa las apasionantes aventuras de su protagonista en un mundo hostil y desconocido.

Opinión: Como es obvio, Caribes es la continuación de la anterior novela de la saga, Cienfuegos, donde empezamos a descubrir las aventuras y desventuras de este analfabeto pastor gomero que, por azar del destino y de la búsqueda incesante del amor perdido, se adentra –y nunca mejor dicho- en las bodegas que un barco que le lleva a las Américas de mano de Cristóbal Colón. Caribes no se adentra en la espesura de las junglas, tanto botánicas como humanas, de aquellas inexploradas, desconocidas y remotas islas caribeñas, nos sumerge en la podredumbre del ser humano al enfrentarnos a los hechos comprobados y demostrables de la bajeza del ser humano cuando se siente “superior” a otro, cuando ignorantes analfabetos se consideran superiores a seres humanos que, toda su vida han vivido en paz y armonía en su vergel selvático, sólo por el hecho de creerse superior por llevar pantalones y no taparrabos, o porque consideran que Dios –su Dios, por supuesto-, los ha llevado a predicar sus palabras a sangre y fuego.
En este aspecto, Caribes es una novela que te descoloca y te desubica con toda su crudeza, pero dejando que sea tu propia mente la que se sumerja, como si una cámara te mostrara los efectos de un modo impersonal pero efectivo, aunque, por otro lado, en términos novelísticos, Caribes no llega a la altura de su predecesora, quizás porque la idea de ese amor perfecto y, a veces tocable o, en otras ocasiones, imposible, me llega a cansar un poco.
Por esta misma razón, aunque transcurrió poco tiempo entre la lectura de Cienfuegos y Caribes, reconozco que pasará un tiempo prudencial hasta que me adentre en la tercera novela de la saga, titulada Azabache.

Valoración personal (de 0 a 10): 7

martes, 17 de julio de 2018

Nombres inadecuados de marcas (parte II)

Ya hace más de cinco años –y parece que fue ayer- que escribí sobre la dificultad en hallar un nombre de marca que sea potente comercialmente, sugerente, fácilmente recordable y con un buen punch directo al cerebro del consumidor final, al igual que dejé unos cuantos ejemplos de nombres de marcas que, bien por su falta de gusto, doble interpretación o doble significado dependiendo del idioma en que se haya registrado, eran, bien inadecuadas, bien harto cómicas.
Y como tenía ganas de escribir una segunda parte de ese artículo, aquí tenéis otras marcas que causas hilaridad o pena, depende del cristal con que lo mires.


KAGADA CORPORATION
Como la propia fotografía nos indica, la corporation puede tener mucho éxito y un edificio supercool, pero su nombre nos indica todo lo contrario. ¿Será una corporation de creadora de perfumes o ambientadores?




HERPES PIZZA
¡Y con nuestra oferta de fin de semana, llévese dos pizzas medianas con doble de diurético y bacterias de pantano a mitad de precio!




SEGUROS CARABOBO
¡No lo dude! Así se le pondrá el careto cuando compruebe que nuestros precios no tienen competencia en el mercado. ¿Seguro de vida? ¿De accidente? ¿De piso? Seguro, Carabobo






EXTINTORES PALMA PEÑA
¡Pocas bromas con el nombre! Sólo faltaría que la empresa estuviera junto al parque de bomberos o una funeraria




BOLLO FILIPINO CLASSIC PUTO
¿Puede ser que quisieran ponerle el nombre del perrito amigo de Mickey Mouse y se olvidaran la L? ¿No? Pues si no es así, ¡que pasada de bollito filipino!





MITSUBISHI PAJERO – MONTERO
Historia completamente cierta. El Mitsubishi Pajero tuvo que cambiar su nombre en España por el doble sentido de la palabrita, y lo llamaron Montero. ¿Qué coche tienes? Un pajero. Ya, claro, y yo un gayola.



NISSAN MOCO
A este no le cambiaron el nombre. De hecho, creo que ya ni salió al mercado español. ¿De qué color los harían?





ALTA CHARCUTERÍA MORTE
¿No se os ha pasado por la cabeza que, si Sweeney Todd, el peluquero/carnicero protagonista del musical del mismo nombre, hubiera montado una charcutería, éste hubiera sido el nombre más idóneo?






AGUARDIENTE QUE TE DEN POR EL… CULO
El creador de este aguardiente es un cachondo de mucho cuidado, porque es de la misma empresa que el licor Hijoputa que incluí en el anterior artículo. Me ha sido imposible saber de qué está hecho, pero si entráis en su página web, alucinareis con sus otros licores: Don Pedo, Dulces Orgías, La Cojonuda o Chochinos, entre otros. Confirmado, el dueño de la empresa es, también, el catador de sus productos





BURGOS – JUGUETERIA CHAPERO
Real como la vida misma, y encima una juguetería








CÓRDOBA – PARQUE INFANTIL ZORRILANDIA
¿No os da la sensación que el mundo ya no es lo que era¿ ¿Nos estamos volviendo locos con las marcas?







FOLLADOR NURSERY SCHOOL
¡Confirmado! No nos estamos volviendo locos… ¡lo estamos ya!





TEKA GAS
Esta fue la idea primera que quiso utilizar la marca de electrodomésticos para promocionar su primera cocina de gas, hasta que uno de los trabajadores les preguntó: ¿seguro? Cuando lo hubieron leído y releído unas cuantas veces, decidieron que la frase publicitaria fuera: Cocinas de gas Teka. Sencilla, simple y sin dobles sentidos.






LAPUTA GARDEN
Si la Queen tiene un palacio o una colina, ¿por qué Laputa no puede tener un garden? Pues eso.








BOUTIQUE PENE
Quizás la dueña se llama Petronila Nevado y jugó con las primeras letras del nombre y el apellido. Quizás no se dio cuenta de cómo quedaría. Quizás, quizás, quizás








MASTUR BAR
Este sí que no tiene justificación porque, me apuesto lo que uno quiera que… ¡lo puso adrede!

jueves, 12 de julio de 2018

Yo, Claudio de Robert Graves


Situada en el siglo I d. C. en Roma y escrita como una autobiografía, esta pintoresca historia de la vida del emperador romano Claudio se erige como uno de los clásicos modernos de la ficción histórica.
Físicamente débil y afligido con tartamudez, Claudio inicialmente es despreciado y rechazado como un idiota. Derrumbado en el fondo de los asuntos imperiales por su avergonzada familia real, se convierte en erudito e historiador, mientras que las intrigas y los asesinatos del palacio lo rodean. Al observar estos dramas fuera del alcance del público, Claudio escapa a las crueldades infligidas al resto de la familia real por sus propios miembros y sobrevive para convertirse en emperador de Roma en el año 41 d.C.

Opinión: Hay algo casi implacable en el enfoque de Robert Graves como novelista histórico: simplemente se niega a complacer a sus lectores con florituras retóricas, escenas dramáticas e incluso diálogos. Párrafo tras párrafo, página tras página, pasa sin apenas respiro a través de condensar largos párrafos e ininterrumpidos. No se nos lleva por emoción alguna –a excepción de ocasionales suspenses- sino por la fascinación morbosa y la curiosidad sobre lo que sucede a continuación. Y para empeorar las cosas, o mejor -dependiendo de qué tipo de lector se sea-, nuestra curiosidad se ve obstaculizada por la gran cantidad de información que nos brinda, comenzando con la interminable cita de nombres, todos muy parecidos: ahí está Agripa, Agripina y Agripinila, Livia y Livila, al menos dos de cada uno son Nero, Druso y Drusila,... y estos son solo algunos de los personajes más destacados o más duraderos, ya que casi todas las anécdotas incluyen una lista de más y más nombres. Los eventos se amontonan uno encima de otro de la misma manera implacable: ascensos y caídas de poder, hijos, matrimonios, violaciones, asesinatos, guerras, accidentes, muertes, brutalidades y obscenidades, y la ternura muy ocasionalmente. El efecto es de una procesión abarrotada y en movimiento rápido a la que, a través de Claudio, somos espectadores pasivos, a veces desconcertados, a menudo horrorizados.
Esta es una novela -mejor dicho, una historia- tan llena de incidentes, ninguno independientemente más apasionante o significativo que los demás, que a la vez es demasiado fácil y muy difícil encontrar un pasaje ejemplar.
Claudio es un peón en la mayoría de la acción que cuenta, un testigo más que un participante. Habla como un extraño y aspira a la objetividad y al detalle de un historiador: esto explica el tono frío y persistente de la narración. Sin embargo, estamos aprendiendo más sobre él de lo que pensamos, mientras leemos, y ese es el otro veinte por ciento del libro: simplemente por esta aspiración a la honestidad, se distingue de los mentirosos y estafadores egoístas que pueblan su mundo y la novela, y su auto desprecio -repetido y amplificado por la desdeñosa forma en que es considerado como tonto e insignificante por casi todos los que lo rodean- expresa su personalidad. Tácitamente, implícitamente, a través de la historia que cuenta, Claudio nos muestra el hombre que es.
No hay nada heroico en la supervivencia de Claudio: se queda desamparado y consternado porque los que amaba fueron desterrados, traicionados y asesinados; cuando él interfiere o ayuda, elude el castigo solo porque se lo considera demasiado patético para ser considerado responsable; se entrega a los que están en el poder, particularmente a Calígula. Sin embargo, ¿qué debe hacer un hombre de cierta decencia básica en un mundo tan completamente corrupto? Lo que Robert Graves no hace, lo que creo que otro tipo de novelista histórico podría haber hecho, es abordar este problema moral directamente, convirtiéndolo en un tema explícito en lugar de una pregunta práctica que acecha. Sin embargo, hacerlo habría requerido convertir a Claudio en filósofo en lugar de cronista, y Claudio -y/o Graves- es, por encima de todo, un historiador.

Valoración personal (de 0 a 10): 7,4

martes, 10 de julio de 2018

Eva de Arturo Pérez-Reverte


Marzo de 1937. Mientras la Guerra Civil sigue su trágico curso, una nueva misión lleva a Lorenzo Falcó hasta Tánger, turbulenta encrucijada de espías, tráficos ilícitos y conspiraciones, con el encargo de conseguir que el capitán de un barco cargado con oro del Banco de España cambie de bandera. Espías nacionales, republicanos y soviéticos, hombres y mujeres, se enfrentan en una guerra oscura y sucia en la que acabarán regresando peligrosos fantasmas del pasado.

Opinión: Tras la interesante lectura del nuevo personaje creado por el galardonado escritor murciano, Falcó, poco tenía que pensar cuando llegó a mis manos el segundo capítulo de esta serie, titulado Eva.
En este caso, el espía franquista Lorenzo Falcó, antiguo agente secreto de la República y con un pasado como traficante de armas, se encuentra con la agente soviética Eva Neretva en medio de una tormentosa historia en la ciudad marroquí de Tánger -población que en esa época, y tras la firma de la Conferencia de Algeciras, se estableció como un condominio de varios países conocido bajo el nombre de Zona Internacional de Tánger-, donde un mercante republicano, y con treinta toneladas de oro con destino a Rusia, debe atracar perseguido por un destructor de la Armada fascista. Cada uno por su lado, ella tratando que el oro llegue a Moscú y él con el objetivo de robar el oro y dárselo al ejército sublevado, sin olvidar las cuentas pendientes que ambos personajes tienen de un pasado juntos a nivel personal, como ya nos dejaron patente en la anterior novela.
Falcó es un personaje que, a pesar de su cinismo, hipocresía, chaqueterismo e indiferencia hacia la raza humana, no te cae mal sino que, incluso, esos defectos descritos llegan a convertirse en una armadura que, en más de una ocasión desearías poseer personalmente. Lorenzo Falcó es de esos personajes que Arturo Pérez-Reverte retrata tan bien en sus novelas, especialmente su otro personaje internacional, el capitán Alatriste, con un carácter fuerte, propensos a la soledad pero sin dejar pasar dama o moza que se ponga a tiro, y con una fuerza interior, altivez y personalidad, que los enfrenta a desafíos donde las luchas internas y externas son su alimento.
No importa en qué bando se compita, no importa quién les pague su salario, no importa hacia dónde se decante la guerra o batalla en la que están involucrados porque, tanto Alatriste como Falcó son felinos que siempre intentan caer de pie, a pesar que, en cada aventura pierdan una vida interior. Muy recomendable su lectura.

Valoración personal (de 0 a 10): 8,1

sábado, 7 de julio de 2018

En medio de la muerte de Lawrence Block


Colaborar en denuncias de corrupción policial no hizo a Jerry Broadfield un policía popular entre sus compañeros. Ahora que han hallado en su piso una prostituta muerta, sólo confiará en él Matthew Scudder, un ex policía que abandonó el cuerpo tras provocar un trágico accidente y que ahora sobrevive investigando casos de manera extraoficial. Aunque a Scudder, detective privado sin licencia, tampoco se lo van a poner fácil. Para nada.

Opinión: En el tercer libro de la excelente serie escrita por Lawrence Block, el ex policía Matt Scudder continúa trabajando como detective privado sin licencia en Manhattan y pasa la mayor parte de su tiempo libre abusando de su hígado en varios bares.
Un policía llamado Jerry Broadfield se ofrece voluntario para dar testimonio sobre la corrupción del departamento de policía de Nueva York, pero su credibilidad se pone manifiestamente en duda cuando una prostituta de alto standing lo acusa de extorsionarla. A Matt no le gusta mucho Broadfield y duda de su sinceridad cuando afirma que dio su testimonio porque está harto de la podredumbre del sistema, pero Matt acepta en encontrar a la prostituta para tratar de descubrir si mentía o no acerca de la extorsión.
Cuando ella aparece muerta en el apartamento de Broadfield, los policías no disimulan su felicidad al culparlo del crimen. Matt hace que sus amigos de la policía no estén muy contentos frente a su insistencia de que Broadfield ha sido engañado.
Después de haber leído esta serie antes y saber el camino que tomará la vida de Matt, es interesante volver al principio y ver donde era durante este período. Matt está empezando a darse cuenta de que su adicción al alcohol le está haciendo perder el control, pero no está listo todavía para renunciar a él. Matt también lucha emocionalmente en este caso porque él no es un idealista que quiere cambiar el sistema, pero la idea de que los policías hayan estado involucrados en el asesinato de la prostituta le jode bastante.
Uno de los placeres de las novelas de Matt Scudder es su método detectivesco, vagabundeando por las calles por Nueva York y hablando con discreción con todo tipo de personajes. Matt puede conversar fácilmente con policías, prostitutas, escritores, dueños de clubes nocturnos gay o propietarios de edificios de apartamentos de Hell's Kitchen. De este modo, Lawrence Block le da un gran protagonismo a Nueva York a través de las andanzas y conversaciones de Matt.
Por cierto, muy importante remarcar que este libro fue escrito a mediados de los 70, poco después que una larga serie de escándalos involucraran a muchos miembros del departamento de policía de la ciudad.

Valoración personal (de 0 a 10): 6,7

jueves, 5 de julio de 2018

Parov Stelar en el Poble Espanyol de Barcelona

¡Qué concierto!




¡Qué calidad! ¡Qué originalidad! ¡Qué manera de mover al personal!




Parov Stelar, con Marcus Füreder a la batuta, dieron ayer, en el Poble Espanyol de Barcelona, uno de los conciertos más frescos y brutales que recuerdo.


martes, 3 de julio de 2018

Tiempos salvajes de Ian Manook


En medio de las gélidas estepas mongolas, la inspectora Oyun, ayudante del comisario Yeruldelgger, se topa con una escena difícil de interpretar: un jinete y su caballo yacen aplastados bajo el lomo de una hembra de yak que parece haber caído del cielo. La misma sorpresa experimenta su jefe cuando, en un desfiladero del macizo del Otgontenger, se descubre el cadáver de un hombre que sólo puede haber acabado ahí... precipitándose desde las alturas. Y para cerrar el círculo de hechos insólitos, el mismo comisario es detenido como sospechoso del asesinato de Colette, una amiga prostituta a la que había ayudado a rehacer su vida. Sumido en la perplejidad y temiendo ser víctima de una trampa, Yeruldelgger acomete una investigación clandestina que generará tensiones con su equipo, reabrirá viejas heridas con su hija Saraa y provocará la intervención de los maestros shaolin del séptimo monasterio en el que fue criado. Pero la situación da un vuelco completo con el hallazgo de los cuerpos sin vida de un grupo de niños dentro de un contenedor en el puerto de El Havre. Pese a los miles de kilómetros que separan Mongolia de Francia, las pistas acabarán por cruzarse para destapar un caso de corrupción y abusos a todos los niveles que afecta a las más altas esferas de diversos países, desde Europa hasta Asia.

Opinión: Bien, nos encontramos con una nueva investigación de nuestro policía con el nombre impronunciable acompañado, como de costumbre, por Oyun, Gantulga y Solongo.
Este volumen tiene un inicio de los más duro, con un hombre encontrado muerto en una postura desafortunada y completamente congelado en las llanuras de Mongolia. Seguimos a Oyun en esta investigación, mientras que Yeruldelgger, por su parte, también está en un caso. Realmente disfruté poniendo pie en tierras nómadas en pleno invierno, las expectativas parecían muy interesantes y te das cuenta con rapidez que el asunto tiene raíces mucho más profundas de lo que uno pudiera haber pensado a primera vista, e iba disfrutando de la novela hasta que… catacrac, la novela se desboca. ¿Sabes esa sensación que tienes cuando, por televisión, ves al jinete que empieza bien domando un caballo salvaje pero que, poco a poco vas percibiendo que el caballo está jugando con el jinete y que, en breve, éste dará con sus huesos en el suelo? Pues eso, Tiempos salvajes empieza a perder fuelle, a dar bandazos de un lado a otro completamente incongruentes, a entrar en una dinámica de violencia gratuita que te desequilibra, llegando a situaciones completamente surrealistas e inútiles. Leí algunas escenas de acción preguntándome el porqué de ellas. Confieso que debido a eso, terminé perdiéndome un poco en las explicaciones sobre el porqué y el cómo del caso. No había necesidad de ir tan lejos. Aun así, la novela me gustó hasta esas sobreexplicaciones y últimas escenas de acción, no tan buena y mucho menos creíble que Muertos en la estepa, pero sólo por la descripción de la Mongolia hibernal vale la pena.

Valoración personal (de 0 a 10): 6,7