sábado, 28 de abril de 2012

Dinero a Mansalva de Terry Pratchett

La editorial Plaza y Janés ha publicado Dinero a Mansalva, nueva novela de Terry Pratchett ambientada en el Mundodisco. Se trata de la novela número 36 de esta famosísima saga literaria y se publicó en el 2007, haciéndose con el premio Locus a la mejor novela fantástica de 2008. 
Dinero a Mansalva es la segunda novela protagonizada por Moist von Lipwig –traducido al español como Húmedo von Mustachen, lo que me lleva a, quizás, la única crítica al libro: la traducción de los nombres de los personajes. Moist o Húmedo es un personaje que ya conocimos en Cartas en el asunto (2004) y sus aventuras se enmarcan en la saga de la Revolución Industrial. Si en la primera novela, Moist debía reorganizar el servicio de correos de Ankh-Morpork, en la segunda deberá salvar y redirigir la Casa Real de la Moneda y el Banco de la ciudad de la capital del Mundodisco. Y es que este timador, reconvertido en empleado público se aburre, la oficina de correos ya no supone un reto y todo va sobre ruedas. No es bueno que alguien con su ingenio e iniciativa esté ocioso y lord Vetinari, patricio de la ciudad, es consciente de su situación, así que no tarda en buscarle una nueva ocupación.

Opinión: Ya lo he dicho más de una vez, soy un kevin de pies a cabeza y, para un lector voraz como yo, leer los libros de Terry Pratchett son una válvula de escape hacia el relajo, la diversión, la ironía y, por encima de todo, la literatura fantástica llevada a la cima de lo perfecto. 
En toda su literatura, Pratchett ha creado personajes que van allá de lo novelesco para adentrarse en leyendas de la literatura; Sam Vimes y Nobby Nobbs, Yaya Ceravieja y Tata Ogg, La Muerte y su hija Ysabell, Lord Vetinari, el bibliotecario, Rincewind, A’Tuin, los sargentos Detritus y Angua, Gaspode, Om y tantos otros; pues bien, en la saga de la revolución industrial nos deleta con la combinación de Húmedo von Mustachen con Adora Belle Dearheart (traducida por Buencorazón) y el perro Mr. Fusspot (Don Tiquismiquis). 
Según fuentes bien conocedoras, Pratchett nos deparará con una tercera aventura de este personajes en un futuro libro que, quizás, se titulará Rising Taxes. Esperemos que así, nuestras mandíbulas son adictas a las risas provocadas por el Gran Hombre del Sombrero. 

Puntuación (de 0 a 10): 7,6

miércoles, 25 de abril de 2012

Sentimiento culé



Un ser humano puede cambiar de religión, de afiliación política, de apetencias o preferencias sexuales –incluso puede cambiar de sexo-, de familia, de país de residencia, de pareja o de trabajo. Un ser humano puede cambiar su propia fisonomía con unas cuantas operaciones, puede cambiar de estilo en el vestir o en la música, de filias o de fobias, de dimes o diretes, pero todavía no he conocido a nadie que haya cambiado sus sentimientos hacia un club de fútbol, hacia unos colores, sean los que sean. No he conocido a nadie que, siendo del Betis se convirtiera en fanático del Sevilla, o que uno del Oviedo pasara a ser seguidor del Sporting de Gijón, o que…

Soy culé. Reconozco que no soy un fanático de los que no cenan cuando pierde, pero mi sentimiento es culé y mis colores son azulgranas desde pequeño. Y, aunque me cueste decirlo porque siempre he odiado los abuelos Cebolleta, por mi edad he vivido “épocas históricas” del club, esas épocas en las que preferías cruzar de acera antes que reconocer ante un seguidor de otro equipo que el último partido había sido una vergüenza y una agonía, épocas tipo Joan Gaspart o Enric Reyna como presidentes, el motín del Hesperia o la final de la Copa de Europa en Sevilla contra el Steaua, por citar algún ejemplo. Pero también he tenido el inmenso orgullo de vivir momentos realmente inolvidables. Puedes olvidarte de la fecha del cumpleaños de una persona cercana, de que tu pareja te ha dicho que, al salir del trabajo, pasaras por el súper o que ni que te maten te sale el nombre de ese actor que siempre has admirado, pero nunca olvidaré el primer partido de Cruyff como jugador del Barça, el gol de Koeman en Wembley, las otras finales de Champions ganadas, las diabluras de les Tres Bessones del fútbol como son Xavi, Messi e Iniesta, las ruedas de prensa de Guardiola y el sentimiento de cientos de miles de personas que, tras perder ayer contra el Chelsea, se levantaron y cantaron con todas sus fuerzas el nombre del club, como si fuera la palabra que consiguiera romper el maleficio que nos ha caído a todos los culés durante esta fatídica semana de pérdida de Liga y de la no clasificación para la final de una nueva Champions.

Soy culé què collons. Y como dice mi padre, más vale pájaro en mano que morir de pie.

domingo, 1 de abril de 2012

La sombra de cada uno

“Cada hombre tiene un hermano que es su copia exacta. Es mudo, ciego y sordo pero dice, ve y lo oye todo, lo mismo que él. Llega el día y desaparece por la noche, cuando la oscuridad vuelve a llevárselo bajo tierra, a su verdadera morada. Pero basta con encender un fuego y el está de nuevo allí, bailando a la luz de las llamas, dócil a las órdenes y sin posibilidad de rebelarse.
Yace en la tierra porque se lo ordena la Luna, está de pie en una pared cuando el Sol se lo permite, está pegado a sus pies porque no puede marcharse. Nunca.
Ese hombre es tu sombra. Está contigo desde que naciste. Cuando pierdas la vida, la perderá contigo, sin haberla vivido nunca.
Trata de ser tú mismo y no tu sombra, o te marcharás sin saber lo que es la vida".
Frase de Charles Owl Begay, uno de los personajes del libro “Fuera de un evidente destino” de Giorgio Faletti.