martes, 22 de diciembre de 2009

Genial campaña anti-música-chicletosa-navideña

Leido en Yorokobu:
Jon y Tracy Morter, dos usuarios comunes de redes sociales, han liderado una acción con la que han conseguido rebelarse contra las imposiciones de un sector de la industria discográfica y han aupado al número 1 de la lista de singles de Reino Unido un tema de 1992. Con ello han querido recuperar su navidad, al menos en lo que a lo musical se refiere, y evitar la irrupción sistemática de triunfitos en las listas de estas fechas.
El escenario es el siguiente. Simon Cowell es un directivo de Sony-BMG conocido en todo el mundo anglosajón y parte del mundo civilizado por ser el miembro del jurado más despiadado de The X Factor, el formato de prospección de talentos musicales más exitoso del globo que, de unos años a esta parte, ha copado de manera absoluta las listas británicas navideñas de éxitos. Cowell es, por afinar un poco más, el personaje en el que se inspiró Risto Mejide para moldear su personaje canallesco. Es, además, el responsable del descubrimiento de talentos tales como Sinitta o Il Divo y el manager de Westlife.
Jon Morter (@jon_magic) y Tracy Morter (@Moogyboobles) son un feliz matrimonio británico cuya vida transcurría plácidamente en South Woodham Ferrers, un tranquilo pueblecito al este de Londres.
Una fría mañana de otoño se dieron cuenta de que estaban hartos de que Simon Cowell, el malvado monstruo de The X Factor, les robara la navidad y decidieron pasar a la acción. Como consecuencia de ello, siguen siendo un feliz matrimonio cuya vida transcurre en la tranquila South Woodham Ferrers, pero se han convertido en los iniciadores de un circunstacial movimiento cívicomúsicoreivindicativocultural que se ha rebelado contra las imposiciones de los grandes dinosaurios de la industria.
Los Morter han conseguido que Killing in the Name, el tema de Rage Against The Machine que se convirtió en himno juvenil en el año 1992, se coloque en el número 1 de la lista navideña de singles de este año.
¿Por qué esta canción? La respuesta está en una de las partes del tema: Fuck you, I won’t do what you tell me (Jódete, no haré lo que me decís).
El rival a batir este año era The Climb, interpretada por Joe McElderry, y cuya cantante original es Miley Cyrus (aka Hannah Montanna). Es decir, lo mejor de cada casa.
Para conseguir este objetivo han utilizando las herramientas de comunicación que emplean en su día a día. Han creado un grupo de Facebook en el que explican su cruzada, ofrecen enlaces para la compra del single en diversas webs y además piden a todos aquellos que apoyen la campaña un esfuerzo a través de Just Giving para colaborar con Shelter, una asociación de ayuda a los sin techo. A su vez, han dinamizado la campaña a través de sus cuentas de Twitter reuniendo el contenido en torno al hashtag #ratm4xmas.
Los apoyos no han tardado en llover.
El mismo Tom Morello, guitarrista de Rage Against the Machine, no se demoró mucho en mostrar su adhesión a la causa a través de su Twitter y anunció que sus beneficios por la venta del single durante la campaña navideña irán destinados a la asociación Youth Music, que se dedica a la ayuda a través de la música de jóvenes británicos sin recursos.
Además, la banda anunció que daría un concierto multitudinario gratuito en Reino Unido si el single conseguía finalmente quedar en lo más alto de la lista. Conviene no olvidar que su grupo ha sido un constante abanderado en luchas civiles de todo tipo. La causa ha recibido también el apoyo de, entre otros, Paul McCartney, Dave Grohl, Muse o Stephen Fry, además de los casi 900.000 miembros que tiene el grupo de Facebook en este momento.
Incluso un antiguo ganador de The X Factor, Steve Brooksteins se ha adherido al movimiento.
A Simon Cowell no le ha gustado demasiado la campaña. En declaraciones a NME, la ha calificado de “estúpida y cínica”, y además dijo que “es miserable hundir el talento joven. ¿Por qué no dejan que el chico tenga su momento? Es todo muy [no pestañeen] Scrooge“.
Las cifras finales aproximadas han sido de 500.000 copias del sencillo vendidas por Rage Against the Machine y unas 50.000 menos por Joe McElderry. Killing in the Name sucede así a cuatro singles con origen en The X Factor que han monopolizado el top de la lista en los cuatro últimos años: That’s my goal (Shayne Ward en 2005), A moment like this (Leona Lewis en 2006), When you believe (Leon Jackson en 2007) y Hallelujah (Alexandra Burke en 2008).
Una última cosa. ¿Saben en qué sello publica Rage Against the Machine? Sí, en una filial de Sony. Es decir, que Cowell sacará tajada. I love you, irony.
Clica aquí si quieres ver el video de Rage Against The Machine - “Killing in the name.

martes, 1 de diciembre de 2009

¿Y ahora quien le pide perdón?

Noticia publicada en prnoticias. No tiene desperdicio alguno, por lo que la publico integramente:

Los 'juicios paralelos' con los que los medios de Comunicación queremos acostumbrar a la opinión pública han tendido esta semana una nueva víctima. El culpable todavía no se ha pronunciado pero a esta hora se encuentra ingresado con un fuerte estado de depresión.
Diego Pastrana, el joven tinerfeño acusado no era el culpable de los presuntos malos tratos y abuso sexual a una menor ya que horas después salió en libertad sin cargos. No obstante, los periódicos y la televisión emitió imágenes suyas esposado, antes de cualquier juicio. Ahora los medios se auto compadecen del error, pero no muestra mucha autocrítica... hasta el próximo linchamiento.
La noticia del fallecimiento la semana pasada de una menor de edad en Tenerife, presuntamente víctima de abuso sexual y lesiones propinadas por la pareja de la madre de la fallecida, copó las portadas de los medios de comunicación este fin de semana.
A punto de echar a la hoguera a su presunto agresor y en un intento de hacer periodismo social, la prensa condenó mediáticamente a quién no debía. Ahora los verdaderos responsables agachan la cabeza. Aunque en un primer momento se hablaba de 'suceso truculento' muy rentable para la prensa de sucesos, el fallecimiento de la niña, de tres años de edad, se debió, en realidad, a una negligencia médica. Por eso el abogado del joven, Plácido Alonso Peña, informó a las puertas de los juzgados que entre las primeras acciones legales que emprenderán se encuentra la de querellarse contra varios de los médicos que atendieron a la menor, 'entre ellos, el que el mismo domingo despachó a la pequeña con una aspirina o al que primero la atendió este martes, con parada cardiorrespiratoria, cuyo informe activó el protocolo policial establecido para casos de malos tratos'.
Según ha dictado el titular del Juzgado de Instrucción 7 de Arona, que los daños sufridos por la hija de la novia de Diego. no son producto de malos tratos, sino compatibles con una caída desde un columpio que tuvo lugar seis días antes de la muerte. Además, el informe forense ha desvelado que las quemaduras detectadas en distintas zonas del cuerpo de la menor se deben a una reacción alérgica a una crema.
Entretanto, nada se sabe de las filtraciones que han situado la cara de Diego en todos los portales de Internet y las versiones policiales y médicas que le situaron como el culpable de unos malos tratos que nunca existieron, pero que le pusieron erróneamente frente a la opinión pública como el desalmado de turno. La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, organismo público al que pertenece el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, donde falleció la niña, no ha querido pronunciarse sobre la supuesta mala praxis de alguno de sus facultativos alegando que, al tratarse del caso de una menor que todavía está en proceso judicial, la administración no hace declaraciones.
Una vez linchado el peón débil, sacar el nombre de los alfiles sanitarios es algo más complicado. Ahora ya no hay culpables, se llama 'negligencia médica' y aquello de que la víctima es menor cobra sentido cuando los señalados son funcionarios públicos. Ni afirman ni desmienten sobre si el hospital va a tomar alguna medida o sobre si se están investigando las filtraciones que tacharon de culpable a un inocente.
Sólo un dato: Diego Pastrana, el joven de 24 Años, ha ingresado en un Hospital 'hundido' por el fallecimiento de la menor.
Frente a toda esta situación, los medios de Comunicación hacen una muy leve autocrítica y han preferido abrir líneas a sus lectores -para rentabilizar incluso el mea culpa- para que éstos manifiesten su apoyo y arrepentimiento a Diego. El domingo elmundo.es publicaba una serie de testimonios de lectores que pedían disculpas a Diego por culparle de los supuestos malos tratos, mientras que 20 Minutos ha abierto un buzón para que sus lectores manifiesten su apoyo al afectado. El País, en tanto, critica que nada ya podrá reparar en el falso culpable y que ha sido pisoteada la presunción de inocencia. Tampoco publica la foto de Diego, que todavía sigue siendo replicada en todos los diarios y televisiones.
¿La prensa se arrepiente? Probablemente hasta el siguiente linchamiento...