martes, 1 de diciembre de 2009

¿Y ahora quien le pide perdón?

Noticia publicada en prnoticias. No tiene desperdicio alguno, por lo que la publico integramente:

Los 'juicios paralelos' con los que los medios de Comunicación queremos acostumbrar a la opinión pública han tendido esta semana una nueva víctima. El culpable todavía no se ha pronunciado pero a esta hora se encuentra ingresado con un fuerte estado de depresión.
Diego Pastrana, el joven tinerfeño acusado no era el culpable de los presuntos malos tratos y abuso sexual a una menor ya que horas después salió en libertad sin cargos. No obstante, los periódicos y la televisión emitió imágenes suyas esposado, antes de cualquier juicio. Ahora los medios se auto compadecen del error, pero no muestra mucha autocrítica... hasta el próximo linchamiento.
La noticia del fallecimiento la semana pasada de una menor de edad en Tenerife, presuntamente víctima de abuso sexual y lesiones propinadas por la pareja de la madre de la fallecida, copó las portadas de los medios de comunicación este fin de semana.
A punto de echar a la hoguera a su presunto agresor y en un intento de hacer periodismo social, la prensa condenó mediáticamente a quién no debía. Ahora los verdaderos responsables agachan la cabeza. Aunque en un primer momento se hablaba de 'suceso truculento' muy rentable para la prensa de sucesos, el fallecimiento de la niña, de tres años de edad, se debió, en realidad, a una negligencia médica. Por eso el abogado del joven, Plácido Alonso Peña, informó a las puertas de los juzgados que entre las primeras acciones legales que emprenderán se encuentra la de querellarse contra varios de los médicos que atendieron a la menor, 'entre ellos, el que el mismo domingo despachó a la pequeña con una aspirina o al que primero la atendió este martes, con parada cardiorrespiratoria, cuyo informe activó el protocolo policial establecido para casos de malos tratos'.
Según ha dictado el titular del Juzgado de Instrucción 7 de Arona, que los daños sufridos por la hija de la novia de Diego. no son producto de malos tratos, sino compatibles con una caída desde un columpio que tuvo lugar seis días antes de la muerte. Además, el informe forense ha desvelado que las quemaduras detectadas en distintas zonas del cuerpo de la menor se deben a una reacción alérgica a una crema.
Entretanto, nada se sabe de las filtraciones que han situado la cara de Diego en todos los portales de Internet y las versiones policiales y médicas que le situaron como el culpable de unos malos tratos que nunca existieron, pero que le pusieron erróneamente frente a la opinión pública como el desalmado de turno. La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, organismo público al que pertenece el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, donde falleció la niña, no ha querido pronunciarse sobre la supuesta mala praxis de alguno de sus facultativos alegando que, al tratarse del caso de una menor que todavía está en proceso judicial, la administración no hace declaraciones.
Una vez linchado el peón débil, sacar el nombre de los alfiles sanitarios es algo más complicado. Ahora ya no hay culpables, se llama 'negligencia médica' y aquello de que la víctima es menor cobra sentido cuando los señalados son funcionarios públicos. Ni afirman ni desmienten sobre si el hospital va a tomar alguna medida o sobre si se están investigando las filtraciones que tacharon de culpable a un inocente.
Sólo un dato: Diego Pastrana, el joven de 24 Años, ha ingresado en un Hospital 'hundido' por el fallecimiento de la menor.
Frente a toda esta situación, los medios de Comunicación hacen una muy leve autocrítica y han preferido abrir líneas a sus lectores -para rentabilizar incluso el mea culpa- para que éstos manifiesten su apoyo y arrepentimiento a Diego. El domingo elmundo.es publicaba una serie de testimonios de lectores que pedían disculpas a Diego por culparle de los supuestos malos tratos, mientras que 20 Minutos ha abierto un buzón para que sus lectores manifiesten su apoyo al afectado. El País, en tanto, critica que nada ya podrá reparar en el falso culpable y que ha sido pisoteada la presunción de inocencia. Tampoco publica la foto de Diego, que todavía sigue siendo replicada en todos los diarios y televisiones.
¿La prensa se arrepiente? Probablemente hasta el siguiente linchamiento...

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