lunes, 31 de diciembre de 2012

Hasta luego 2012, y si te he visto no me acuerdo


Hoy termina 2012. Hoy termina un año que la gran mayoría desearía que nunca hubiera existido, que nunca lo hubiéramos querido vivir. 
Hoy termina el año de los recortes en políticas sociales, de las revoluciones populares en los países árabes, de la hipocresía política elevada a la máxima potencia, de la oficialidad de la mentira frente a los micrófonos, de la confirmación –si no lo teníamos claro ya- del cinismo eclesiástico al seguir fomentando las manifestaciones pro-familia y anti-aborto antes de luchar por los derechos rotos, destrozados, marginados y pisoteados de la gente más desfavorecida. 
Hoy termina el que se dijo que sería el año de la desaparición de la humanidad, sin darse cuenta que poco les ha faltado en conseguirlo, y no precisamente por culpa de los mayas sino de gente como Bashad El-Assad, Kim Jong Il, Terry Jones, Aymán al-Zawahirí, Omar al-Bashir, Adam Lanza entre otros. 
Hoy termina el año donde un gran número de políticos han mostrado su verdadero rostro… aunque… puestos a pensar, esto ocurre cada año, ¿no? Quizás sí pero, ¿de qué sirve si además se les vota? 
Siempre he sido una persona con tendencia al optimismo, de esos tipos que racionaliza las realidades para tratar de encontrar siempre la botella medio llena, que posee una gran fuerza de voluntad para encontrar casi siempre la parte positiva de las cosas –always look on the bright side of life, ¿verdad?-, pero puedo prometer y prometo que este año que termina me ha puesto las cosas muy difíciles, realmente difíciles. No huyo de la realidad pero, a partir de mañana, cuando gire la mirada hacia atrás, preferiré pensar en los Felix Baumgartner, Michael Phelps, Gangnam Style o Leo Messi que en los Wert, Rajoy, Mourinho, Losantos y Rouco de las narices. 
Hoy termina 2012. Hoy termina una pesadilla. 
Lo jodido es que el 2013 no tiene muchas perspectivas positivas. Es igual, las fuerzas las tenemos indemnes. El primero de enero de cada año nuestras fuerzas están intactas ¿no?




jueves, 20 de diciembre de 2012

Mis pececitos doraos - Cine: Blade Runner de Ridley Scott

- He visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión...He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser...Todos esos momentos se perderán... en el tiempo, como lágrimas...en la lluvia...Es hora, de morir. 
- No sé por qué me salvó la vida. Quizá en esos últimos momentos amaba la vida más de lo que la había amado nunca, no sólo su vida, la vida de todos, mi vida. Todo lo que él quería eran las mismas respuestas que todos buscamos: ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿cuánto tiempo me queda? Todo lo que yo podía hacer era sentarme allí y verle morir. 

Quien haya visto Blade Runner reconocerá sin ninguna duda estas dos increíbles y fascinantes frases. La primera dicha por Roy Batty, el androide interpretado por Rutger Hauer y la segunda la piensa Deckard, el cazareplicantes interpretado por Harrison Ford frente al húmedo final de Batty. 
Quien haya visto Blade Runner habrá notado como se le ponían los pelos de punta ante la belleza, plano por plano, de esa escena inolvidable. 
Quien ha visto Blade Runner no la olvida nunca, no solamente por considerarse una de las mejores películas de la historia del cine –algo muy frío si lo lees así-, sino porque es una película muy especial; es de ciencia ficción pero gusta incluso a los poco amantes de los efectos especiales, es futurista pero no tiene edad, es hidropresiva pero te deja sediento de más, está hecha de fotogramas pero casi le puedes descubrir los versos poéticos entre toma y toma, unidos intrínsecamente con -y por- las mágicas, creativas y espectaculares notas de la banda sonora compuesta por Vangelis
Basada en la novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick, mención aparte merece quien la plasmó en imágenes, Ridley Scott quien, a mi modesto entender es uno de los mejores directores cinematográficos de los últimos treinta años. 
Su forma de dirigir y de planificar, su perfeccionismo y mesura, su versatilidad y entusiasmo han creado auténticas obras de arte, y Blade Runner merece estar en el Olimpo del cine.

La nieta del señor Linh de Philippe Claudel

Una fría mañana de noviembre, tras un penoso viaje en barco, un anciano desembarca en un país que podría ser Francia, donde no conoce a nadie y cuya lengua ignora. El señor Linh huye de una guerra que ha acabado con su familia y destrozado su aldea. La guerra le ha robado todo menos a su nieta, un bebé llamado Sang Diu, que en su idioma significa «Mañana dulce», una niña tranquila que duerme siempre que el abuelo tararee su nana, la melodía que han cantado durante generaciones las mujeres de la familia. Instalado en un piso de acogida, el señor Linh sólo se preocupa por su nieta, su única razón de existir hasta que conoce al señor Bark, un hombre robusto y afable cuya mujer ha fallecido recientemente. Un afecto espontáneo surge entre estos dos solitarios que hablan distintas lenguas, pero que son capaces de comprenderse en silencio y a través de pequeños gestos. Ambos se encuentran regularmente en un banco del parque hasta que, una mañana, los servicios sociales conducen al señor Linh a un hospicio que no está autorizado a abandonar. El señor Linh consigue, sin embargo, escapar con Sang Diu y adentrarse en la ciudad desconocida, decidido a encontrar a su único amigo. Su coraje y determinación lo conducirán a un inesperado desenlace, profundamente conmovedor. 

Opinión: Son solamente ciento veintiséis páginas. Hay quien lo consideraría más un folletín largo que una novela. Hay quien creería que, por este número de páginas, mejor no editarlo como libro sino como un conjunto de relatos. Hay quien, hay quien; que de opiniones hay para todos los gustos. Pero estas ciento veintiséis páginas me han permitido adentrarme en una auténtica NOVELA. Sí, no me he equivocado, lo he escrito en mayúsculas. La nieta del señor Linh es pura belleza, pura interioridad que se desborda hacia el exterior, puro arte de la escritura, pura magia con letras, puro viaje hacia lo insondable de la propia alma. Cada palabra no dicha por el señor Linh, cada visión filtrada a través de sus viejos y cansados ojos, cada gesto corporal del señor Bark, cada imagen que percibes de Sang Diu, son explosiones de magnificencia, inspiraciones de un aire especial. 
Philippe Claudel ha conseguido, en ciento veintiséis páginas, lo que muchos autores no pueden ni con más de quinientas: a través de los ojos, entrar en tu interior y tocarte en lo más profundo, desde el principio hasta su inesperado y conmovedor final. 

Valoración personal (de 0 a 10): 8,9

martes, 18 de diciembre de 2012

Mis pececitos doraos - Literatura: Han matado un hombre, han roto un paisaje de Francisco Candel

En esta novela Francisco Candel nos sugiere, desde el título, el sentido elegíaco de esa impresionante obra poética, de eses epitafio que va a relatarnos. El hombre morirá. Y el paisaje recibirá el hachazo de una herida sangrante. Hombre y paisaje serán los protagonistas del relato, alternativamente, capítulo a capítulo. Trágicamente destinados ambos a la muerte, a la marginación, a la destrucción. 
A mitad de camino Candel nos sorprende con el canto enamorado a una barraca, a la barraca como símbolo de esa etapa lacerante de la vida del hombre y del paisaje suburbano. En el conjunto de la obra candeliana, es la novela que mejor retrata la amargura de una posguerra miserable. El contrapunto de la novela es, tal vez, ese cura que absuelve al protagonista en la hora del pan y del perdón. 

Tuve la gran oportunidad de conocer a Francisco Candel, a Paco, sentados los dos en las butacas situadas en la pequeña pero coqueta sala de estar, frente a ese luminoso balcón orientado hacia el paseo de la Zona Franca, orientado hacia la zona donde casi todos los personajes de sus novelas nacieron, vivieron, sufrieron, jodieron y la espicharon. Mientras su mujer preparaba una bandeja de pastas en la cocina, Paco me mostraba retazos de sus impresionantes pinturas en prosa –porque yo siempre seré de los que consideraré a Francisco Candel como un poeta sin métrica ni de contar sílabas, sino de frases de lágrima a mandíbula batiente o de risa con la curva de los labios hacia abajo. 

Mis ojos se iban hacia las remozadas calles entre la montaña de Montjuich y el río Llobregat, en Can Tunis, en el mismo sitio donde el mismo Paco se crió e inició sus pasos como cronista oficial del barrio, tal y como dejó bien claro en Donde la ciudad cambia su nombre, novela que no pocos problemas le produjo entre sus vecinos; tantos problemas que la unión de ellos le condujo a escribir Dios la que se armó
Y tras su más aclamada novela, Los otros catalanes, Francisco Candel creó al Grúa, y a su hijo, y a su madre, y a sus vecinos, y sus amores, y sus callos vitales, y sus insultos de pus, y sus cagadas. 

De vez en cuando, mi mano tomaba una pasta de la bandeja, mientras le comentaba la importancia que Han matado un hombre, han roto un paisaje tuvo en mi deseo de escribir algún día un libro, de cómo la vida del Gruica y todos los demás personajes de esa novela me llevó a viajes increíbles sin salir de mi habitación, sin otra luz que la de una bombilla en el flexo que se encontraba sobre la mesita de estudios, en el barrio donde yo nací, en la mal conocida como La Verneda, y más concretamente junto a la zona de la Perona, sucesora de la podredumbre, la miseria y de la mano larga que Francisco Candel, Paco para los amigos, conoció durante su infancia, durante su juventud. 
Y mientras su mujer le acariciaba la mano que reposaba sobre el brazo del sillón, vi que sus ojos penetraban en los míos y me hizo feliz. Porque, en ese momento, me sentí comprendido, animado y con unas ganas enormes de cumplir mi sueño de escribir.

Mis pececitos doraos - Música: Diamond Dogs de David Bowie

David Robert Jones, Brixton, lápiz clavado en el ojo por su amigo George Underwood y que le confiere un halo único, místico, especial, enigmático, irreal, lánguido, etéreo, inclasificable, surreal, pantomímico, asimétrico, romántico, insolente, alienígena, volátil, abstracto, grácil, obscuro, sensible, oculto, novelesco, clandestino, exótico, arcano, espiritual, arrebatador, impúdico, desgarrador, gentleman, altanero, ofensivo, impar, distintivo, orgulloso, individual,..., Bowie, David. 

Los post-Spiders from Mars, los seguidores del Ziggy ha muerto, Dios salve al apocalípsis se mantienen juntos, inabordables, incansables, invencibles, arropándole, acompañándole, untándole y vigilándole; Alan Parker como segundo guitarra, Herbie Flowers al bajo, Tony Newman a la batería y Mike Garson a los teclados. El resto de los instrumentos tocados por Él, por Ziggy-Aladin-Major Tom-White Duke-Chameleon, por todos en uno, por el hijo de un perro y una arpía, cuidador de los mejores amigos de Marilyn Monroe, por el Gran Diamond Dogs

Sweet Thing, Candidate, Rebel Rebel, 1984, Rock’n’Roll With Me, We are the Dead, Big Brother, Future Legend, Diamond Dogs, Chant of the Ever Skeletal Family y Dodo. Trece temas, cuarenta y seis minutos de perfección soul & funk & rock que te llevan a un éxtasis donde la música, y sólo la música, se convierte en la droga más adictiva que se ha creado jamás. 

Grabado entre Londres y Hilversum, Diamond Dogs se publicó el 24 de abril de 1974. Yo tenía 13 años y empezaba a vivir. 

Rebel rebel, you’ve torn your dress 
Rebel rebel, your face is a mess 
Rebel rebel, how could they know? 
Hot tramp, I love you so!

lunes, 10 de diciembre de 2012

El invierno de Frankie Machine de Don Winslow

Frank es un hombre tranquilo. Tiene 62 años, vive retirado en la costa de San Diego —donde regenta una tienda— y es todo un caballero. Le gusta dejar reposar el café durante cuatro minutos exactamente, los cuales emplea en vestirse; el bocadillo que prepara con una fina lámina de mantequilla todas las mañanas tiene que envolverse en una servilleta de hilo para que no se enfríe; tiene un par de abonos para la ópera, a la que acude con su novia, Donna; posteriormente la invita a cenar no en cualquier restaurante; su hija, Jill, es una prometedora estudiante de Medicina en UCLA
Frank siempre está dispuesto a ayudar a todos y a dar un buen consejo... hasta que, claro, le tocan la familia. Entonces no querrás haberle conocido ni haberte cruzado jamás con él, ni saber por qué en el mundo de la mafia se le conocía como Frankie, la Máquina, una auténtica leyenda... 

Opinión: ¡Qué lástima haberme iniciado con El poder del perro, porque si hubiera empezado mi andadura por las obras de Don Winslow entre las líneas de El invierno de Frankie Machine, estoy convencido que mi valoración sería más alta! 
Con todo ello no estoy diciendo que esta novela no sea un trallazo en el plexo solar, y que la historia de Frank no sea seductora pero: 
a) El perro tiene demasiado poder y no hay comparación posible
b) Frankie Machine podría ser el socio de Tony Soprano y nadie lo pondría en duda.
c) Es agradable comprobar cómo El Padrino ha tenido una gran influencia en todo lo que huele a mafia desde su estreno
d) El final. Como es lógico, no lo desvelaré pero… ¿cómo decirlo?... lo diré con un consejo. Leedlo porque el libro –completo- vale la pena. 

Valoración personal (de 0 a 10): 7,1

viernes, 7 de diciembre de 2012

Mis pececitos doraos - Cine: El último tango en París

- Escucha,... quiero que nos miremos uno al otro... si. Es bonito no saber nada el uno del otro. 
- Si 
- Tú no tienes nombre y yo tampoco tengo nombre. No hay nombres. Aquí no tenemos nombre. 
- ¿Estás loco? 
- Es posible que lo esté pero no quiero saber nada de ti. No quiero saber donde vives, ni de donde eres. No quiero saber absolutamente nada de nada. ¿Me has comprendido? 
- Me asustas. 
- Nada. Tú y yo nos encontraremos aquí sin saber nada de lo que nos ocurra fuera, ¿de acuerdo? 
- Pero, ¿por qué? 
- Pues porque… aquí no hace falta saber nombre, no es necesario. ¿No lo comprendes? Venimos a olvidar, a olvidar todas las cosas, absolutamente todas. Olvidaremos a las personas, lo que sabemos, todo lo que hemos hecho. Vamos a olvidar donde vivimos, olvidarlo todo. 
- Yo no podré, ¿tú si? 
- No lo se. ¿Tienes miedo? 
- No. 

Este es uno de los pocos, pero increíbles diálogos entre Paul, norteamericano recién enviudado y Jeanne, veinteañera parisina y novia de un director amateur de cine. Este es uno de los infinitos excelentes momentos que posee esta película, dirigida por Bernardo Bertolucci e interpretada por Marlon Brando, Maria Schneider y Jean-Pierre Léaud. Y esta es la película que más veces he visto en mi vida y que, de vez en cuando, necesito volver a desempolvar el video y disfrutar de ella de nuevo. 
Dice la leyenda que el guion de la película era de un folio solamente, que todo se realizó con una sola cámara y que las escenas las iban preparando Bertolucci y Brando casi en el momento en que las filmaban. Un ejemplo de ello, fue la declaración que Maria Schneider hizo años más tarde, hablando de la famosa escena de la sodomización de Paul a Jeanne valiéndose de un poco de mantequilla, cuando declaró que la había sugerido el mismo Brando en el set de rodaje y que sus lágrimas durante dicha escena fueron reales.
Leyendas en el cine siempre ha habido y siempre habrán, pero lo que es cierto es que El último tango en París posee una de las escenas que más me han impactado en mi vida, y es el momento en que Marlon Brando, en un plano estático, se encuentra sentado junto al cuerpo presente de su mujer y se lanza a un monólogo de sentimientos que, en mi opinión, sería asignatura obligatoria para todos aquellos que deseen ser actor en el futuro. En pocos minutos, Brando pasa del silencio a los gritos, de los lloros a los odios, de las palabras de amor a los insultos, del desespero a la liberación. Es una escena cruda en todo su significado, una escena que te transporta a la mente misma del personaje, desde pasadizos endiablados y camisas de fuerza hasta el final donde Marlon Paul Brando, con sus últimas fuerzas, adhiere bajo la baranda del balcón el chicle que había estado mascando, mientras la increíble música de Gato Barbieri te arrastra hasta un lugar lejano de la realidad que te envuelve. 
No comentaré nada de las personas que consideraron, y consideran, El último tango en París una simple película erótica. También la Venus de Milo y La maja desnuda, entre tantos otros ejemplos, fueron consideradas eróticas en su día y ahora están catalogadas como obras maestras del arte.

Shangri-la. La cruz bajo la Antártida de Julio Murillo

Evitaré hablarle en acertijos. De modo accidental descubrí un terrible secreto. Al hacerlo firmé mi sentencia de muerte, pero logré burlarla hace seis años. Desde entonces me limito a huir, a ocultarme y a intentar comprender lo que tengo entre manos. En dos ocasiones me he atrevido a deslizar pequeños fragmentos de este asunto en oídos que me parecían fiables. Y lo he pagado caro... El precio que le exijo a usted, si es que acepta conocer mi historia, se llama confianza. Necesito tener la certeza de que llegará hasta el final, de que se arriesgará conmigo. Después, deberá ser usted quien decida revelar mi existencia al resto de lectores o, por el contrario, silenciarme para siempre.
Eilert Lang. 
Biólogo de la Millenium Research 2000, expedición desaparecida en la Antártida. 

Opinión: Desde luego que el texto que transcribo arriba, y que se encuentra en la contraportada del libro, me ayudó mucho para interesarme por su lectura. Además, me informaba que había ganado el premio Alfonso X el Sabio de novela histórica y, puestos a añadir, tengo una fijación especial por los documentales, películas o novelas con temática de la locura genocida y la barbarie nazi; mi cabeza todavía no ha podido comprender cómo un ser humano puede llegar a convertirse en algo peor que un animal, en algo tan repugnante lo fue Hitler y sus acólitos. Pero esto es otro tema. 
Hablemos de Shangri-la. La cruz bajo la Antártida o, mejor dicho, las sensaciones que me ha dejado su lectura. Y la primera que me viene a la cabeza es que me lo he pasado genial leyéndolo, he disfrutado como un niño con su primero Lego, me he adentrado en la historia del científico Eilert Lang, el periodista Simon Darden y la violinista Elke Schultz como en el laberinto del Minotauro
Excelentemente escrita, con un lenguaje muy fluido pero con un rigor histórico que, durante muchos momentos, te hace dudar de la ¿verdadera? realidad. Enigmática, emocionante, repleta de aventura, sorprendente –muy sorprendente- y un largo etcétera de adjetivos, todos positivos. Una auténtica gozada. 

Valoración personal (de 0 a 10): 8,8

lunes, 3 de diciembre de 2012

Mis pececitos doraos - Literatura: Guía del autoestopista galáctico de Douglas Adams

A partir de 2001, cada 25 de mayo se celebra el día de la toalla en honor de Douglas Adams y como recordatorio de uno de los utensilios más famosos de la literatura tras la edición del primer libro de su mundialmente reconocida serie, Guía del autoestopista galácticoDos semanas antes de esa hecha, concretamente el 11 de mayo de 2001, Douglas Adams moría de un infarto mientras estaba en el gimnasio y buena parte del famoso y envidiado humor británico desaparecía con él. 

Tuve mi primer contacto con Arthur Dent, Ford Prefect, Zaphod Beeblebrox, Tricia McMillan y, sobre todo, mi personaje favorito, Marvin el androide paranoide, tras mi vuelta del agónico servicio militar. Me encantaba perder el tiempo, mi mente y mi cuerpo entre los estantes de librerías como la Bosch, la Catalonia y, sobre todo, entre las paradas del mercado de San Antonio los domingos por la mañana. Cuando vi por primera vez el título del libro supe que lo debía leer. 
Y así fue. Y tras él llegaron El restaurante del fín del mundo, La vida, el universo y todo lo demás, Hasta luego y gracias por el pescado y el último de la saga, Informe sobre la Tierra: fundamentalmente inofensiva

Douglas Adams me hizo llorar de risa casi como nadie, me hizo devorar sus libros con un ansia enfermiza, me proyectó imágenes inigualables y me llevó a viajes por unos universos que nadie podría haber llegado a imaginar, excepto una mente tan prodigiosa, exhuberantemente cínica e irónicamente ilimitada como la de este autor, nacido en Cambridge y muerto en California a la edad de 50 años. Pero no sólo le lloraron los personajes de la más surrealista e irreverente serie científico-literaria sino que otros personajes, como Dirk Gently, el primer detective holístico de la historia y con el verdadero nombre de Svlad Cjelli, o todos los animales que pueblan las páginas de Mañana no estarán: en busca de las más variopintas especies de animales al borde de la extinción.

Mis pececitos doraos - Música: Aqualung de Jethro Tull

Tenía trece años y, como ya expliqué en una de mis anteriores entradas, el programa radiofónico El clan de la una, y Mundo Pop en televisión, me llevaba a notas hasta ese momento desconocidas. 
En casa no teníamos tocadiscos. Mis padres, muy amantes de la música pero con muy poco dinero para gastarlo en equipos estereofónicos, me compraron un platina para escuchar los casetes que me hacía con play-pause de la radio. 

Pero llegó el día en que tuve la oportunidad de tener mi primer elepé. Por causas absolutamente obvias no diré el nombre ni la ubicación de la tienda donde ocurrió, pero puedo comentar que se encontraba en el centro de la ciudad y que el departamento de música internacional se encontraba muy cerca de los servicios. Que cada uno haga las suposiciones que quiera pero, para dar una pista, en esa época no existían los antirrobos en objetos ni las alarmas en puertas, sólo existía los sellos de tampón o los adhesivos que personalizaban los productos. 

Precisamente fue el programa de televisión española Mundo Pop el que me presentó por mi primera vez en mi vida las notas del cantante, guitarrista y flautista Ian Anderson, líder del grupo inglés Jethro Tull y, frente a mí, dentro de una cubeta medio vacía, en primer lugar de una lista de discos, el dibujo de tonos verdes y amarillentos enmarcando la figura de un homeless con rasgos muy similares a los de Ian, me llamaba intensamente y me decía que quería ser mío. 
Y lo fue. 
No podía escucharlo en casa, por lo que me iba a casa de un amigo que tenía una especie de comediscos. Y mientras hacíamos los deberes o jugábamos a croms, las notas de Aqualung, Cross-eyed Mary, My God o Hymn 43 nos hacían traspasar fronteras hasta escondites lejanos de aventis musicales. 

Por cierto, el segundo elepé de mi propiedad fue otro clásico entre los clásicos, Close to the edge de Yes, con las inigualables escalas en los teclados de Rick Wakeman, la inconfundible voz de otro Anderson, pero esta vez de nombre Jon, y el portento técnico de Chris Squire y Steve Howe al bajo y guitarra respectivamente.

España, una mediocre, mediana y ¿libre?

Artículo escrito por el gran humorista Forges, titulado El trunfo de los mediocres. Vale mucho la pena leerlo:

"Quienes me conocen saben de mis credos e idearios. Por encima de éstos, creo que ha llegado la hora de ser sincero. Es, de todo punto, necesario hacer un profundo y sincero ejercicio de autocrítica, tomando, sin que sirva de precedente, la seriedad por bandera. 
Quizá ha llegado la hora de aceptar que nuestra crisis es más que económica, va más allá de estos o aquellos políticos, de la codicia de los banqueros o la prima de riesgo. Asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando a un partido por otro, con otra batería de medidas urgentes, con una huelga general, o echándonos a la calle para protestar los unos contra los otros. Reconocer que el principal problema de España no es Grecia, el euro o la señora Merkel. Admitir, para tratar de corregirlo, que nos hemos convertido en un país mediocre. 
Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana. Tampoco en tres o cuatro años. Es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente. Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan, alguien cuya carrera política o profesional desconocemos por completo, si es que la hay. Tan solo porque son de los nuestros. 
Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas. 
Sus excepciones, casi siempre, reducidas al deporte, nos sirven para negar la evidencia. 

- Mediocre es un país donde sus habitantes pasan una media de 134 minutos al día frente a un televisor que muestra principalmente basura. 
- Mediocre es un país que en toda la democracia no ha dado un solo presidente que hablara inglés o tuviera unos mínimos conocimientos sobre política internacional. 
- Mediocre es el único país del mundo que, en su sectarismo rancio, ha conseguido dividir, incluso, a las asociaciones de víctimas del terrorismo. 
- Mediocre es un país que ha reformado su sistema educativo tres veces en tres décadas hasta situar a sus estudiantes a la cola del mundo desarrollado.  
- Mediocre es un país que tiene dos universidades entre las 10 más antiguas de Europa, pero, sin embargo, no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a sus mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir. 
- Mediocre es un país con una cuarta parte de su población en paro, que sin embargo, encuentra más motivos para indignarse cuando los guiñoles de un país vecino bromean sobre sus deportistas. 
- Mediocre es un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada –cuando no robada impunemente- y la independencia sancionada. 
- Mediocre es un país en cuyas instituciones públicas se encuentran dirigentes políticos que, en un 48 % de los casos, jamás ejercieron sus respectivas profesiones, pero que encontraron en la Política el más relevante modo de vida. 
- Es Mediocre un país que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, por políticos que insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza. 
- Mediocre es un país que ha permitido, fomentado y celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad. 
- Es Mediocre un país, a qué negarlo, que, para lucir sin complejos su enseña nacional, necesita la motivación de algún éxito deportivo

viernes, 30 de noviembre de 2012

El poder del perro de Don Winslow

La guerra contra las drogas al desnudo. Un thriller épico, coral y sangriento que explora los rincones de la miseria humana. 
Cuando su compañero aparece muerto con signos de haber sido torturado por la mafia de la droga, el agente de la DEA Art Keller, emprende una feroz venganza. Encadenados a la misma guerra, se encuentran una hermosa prostituta de alto standing; un cura católico confidente de ésta y empeñado en ayudar al pueblo, y Billy «el niño» Callan, un chico taciturno convertido en asesino a sueldo por azar. 
Narcovaqueros, campesinos, mafia al puro estilo italo-americano, policías corruptos, un soplón y un santo milagrero conforman el universo de esta historia de traiciones, frustración, amor, sexo y fe sobre la búsqueda de la redención. Una trama vertiginosa y absorbente, repleta de sangre, narcos mexicanos, nacionalistas irlandeses, implicaciones políticas internacionales, torturas, venta de armas, alta tecnología. 
Un universo en sí misma. La novela transporta al lector de los suburbios de Nueva York, a San Diego, de los desiertos mexicanos pasando por el río Putumayo en Colombia hasta un violento desenlace final. 

Opinión: Brutal. Impactante. Desconcertante. Estresante. Como una patada en pleno estómago sabiendo que, cuando te inclines hacia adelante por el impacto, una rodilla te alcanzará en pleno rostro, destrozándote la nariz y haciéndote saltar los dientes. 
Es una de las novelas más violentas y, a la vez, conmovedoras que he leído, como si se hubieran reunido Sam Peckinpah, Quentin Tarantino y Mario Puzo para escribir el guión perfecto, como si Garth Brooks reiniciara su carrera musical como cantante de narcocorridos con base musical de Marylin Manson
Con un estilo crudo, duro, conciso, de frases breves pero contundentes –muy al estilo James Ellroy en su trilogía América, Seis de los grandes y Sangre vagabunda-, Don Winslow nos lleva, nos empotra, nos conduce a través de la frontera estadounidense-mexicana, a bordo de un Cadillac descapotable a todo trapo y con los frenos a punto de explotar. 
El poder del perro es un libro que debería ir con instrucciones de uso o con prospecto porque puede crear adicción. 
Quien avisa no es traidor. 

Valoración personal (de 0 a 10): 8,6

El enigma Stonehenge de Sam Christer

Reino Unido, época actual. Ocho días antes del solsticio de verano, es hallado el cadáver de un hombre en los alrededores del monumento de Stonehenge. En la piel tiene las marcas de unos extraños símbolos. Unas horas más tarde, un famoso cazador de tesoros arqueológicos se suicida en su propia casa, dejando una críptica carta a su hijo, el arqueólogo Gideon Chase. 
Tras el revuelo mediático, una policía y Chase se verán inmersos en una trama de sociedades secretas y una antiquísima logia, devota, durante siglos, de Stonehenge. Alentada por un nuevo y carismático líder, la logia ha vuelto a los rituales con sacrificios humanos en un intento desesperado por descubrir el secreto de las piedras del monumento megalítico… 
Lleno de códigos, símbolos, suspense y detalles fascinantes sobre la historia de uno de los monumentos más misteriosos del mundo, El enigma Stonehenge es un trepidante thriller llamado a rivalizar con El código Da Vinci

Opinión: No sé por qué pero cuando leí la reseña del libro para saber si me interesaba o no, no caí en la última frase, la típica frase del departamento de marketing de la editorial que menciona que la novela es “un trepidante thriller llamado a rivalizar con El código da Vinci”. 
No niego que me gustó en su día El código da Vinci -no así el truño de El símbolo perdido, aunque este es otro tema-, pero que todas las novelas de la misma temática pseudo-histórica-thriller-religiosa tuvieran que ser mejores, más emocionantes, más impactantes o más lo que fuera que la novela de Dan Brown llegó un momento que me agotó de mala manera. 
Y esta novela es un buen ejemplo de ello. 
Si dejamos aparte los momentos de investigación policíaca, que pueden considerarse como bastante buenos, la parafernalia religiosa-sectista y los personajes que la componen pueden llegar a ser cargantes, insoportables y, porqué no decirlo, chorras en grado sumo. 
Gracias a esos instantes policiales la novela tiene un aprobado. 

Valoración personal (de 0 a 10): 6,5

jueves, 22 de noviembre de 2012

Juan del Olmo y las zorras

Recibido por e-mail:

Como algunos de vosotros sabréis a estas alturas, el que fue juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo ha dictado una sentencia en la que afirma  que llamar zorra a una mujer no es delito, ni falta, ni nada, porque quien usa ese adjetivo en realidad lo que quiere decir es que dicha mujer es astuta y sagaz. 

En base a ello, he aquí el escrito que le ha remitido una ciudadana:

"Estimado juez Del Olmo: 
Espero que al recibo de la presente esté usted bien de salud y con las neuronas en perfecto estado de alerta como es habitual en Su Señoría. 
El motivo de esta misiva no es otro que el de solicitarle amparo judicial ante una injusticia cometida en la persona de mi tía abuela Felicitas y que me tiene un tanto preocupada. 

Paso a exponerle los hechos: 
Esta mañana mi tía abuela Felicitas y servidora nos hemos cruzado en el garaje con un sujeto bastante cafre que goza de una merecida impopularidad entre la comunidad de vecinos. Animada por la última sentencia de su cosecha, que le ha hecho comprender la utilidad de la palabra como vehículo para limar asperezas, y echando mano a la riqueza semántica de nuestra querida lengua española, mi querida tía abuela, mujer locuaz donde las haya, le ha saludado con un jovial "que te den, cabrito"
Se ha puesto como un energúmeno, oiga. 
De poco me ha servido explicarle que la buena de mi tía abuela lo decía en el sentido de alabar sus grandes dotes como trepador de riscos, y que en estas épocas de recortes a espuertas, desear a alguien que le den algo es la expresión de un deseo de buena voluntad. 
El sujeto, entre espumarajos, nos ha soltado unos cuantos vocablos, que no sé si eran insultos o piropos porque no ha especificado a cuál de sus múltiples acepciones se refería, y ha enfilado hacia la comisaría más cercana haciendo oídos sordos a mis razonamientos, que no son otros que los suyos de usted, y a los de mi tía abuela, que le despedía señalando hacia arriba con el dedo corazón de su mano derecha con la evidente intención de saber hacia dónde soplaba el viento. 
Como tengo la esperanza de que la denuncia que sin duda está intentando colocar esa hiena -en el sentido de que es un hombre de sonrisa fácil- llegue en algún momento a sus manos, le ruego, por favor, que intente mediar en este asunto explicándole al asno -expresado con la intención de destacar que es hombre tozudo, a la par que trabajador- de mi vecino lo de que las palabras no siempre significan lo que significan, y le muestre de primera mano esa magnífica sentencia suya en la que determina que llamar zorra a una mujer es asumible siempre y cuando se diga en su acepción de mujer astuta.

Sé que es usted un porcino -dicho con el ánimo de remarcar que todo en su señoría son recursos aprovechables- y que como tal, pondrá todo lo que esté de su mano para que mi vecino y otros carroñeros como él -dicho en el sentido de que son personas que se comen los filetes una vez muerta la vaca- entren por el aro y comprendan que basta un poco de buena voluntad, como la de mi tía abuela Felicitas, para transformar las agrias discusiones a gritos en educados intercambios de descripciones, tal y como determina usted en su sentencia, convirtiendo así el mundo en un lugar mucho más agradable. 

Sin más, y agradeciéndole de antemano su atención, se despide atentamente, una víbora (evidentemente, en el sentido de ponerme a sus pies), enviándole mis más respetuosos saludos a las zorras de su esposa y madre".

viernes, 2 de noviembre de 2012

Mechanics of Emotion de Elsiane

Puede parecer que vaya a empalagarte pero, a medida que las canciones se van introduciendo en tu memoria y sus melodías te arropan cual nórdico en fría mañana invernal, esa voz aguda, muchas veces al filo del falsete y exageradamente nasal te va poseyendo, meciendo hasta, finalmente, atrapando hasta que precisas nuevas dosis regularmente. 

Mechanics of Emotion es el segundo trabajo del dúo de Montreal compuesto por la multi-instrumentista Elsianne Caplette y el batería Stephane Sotto, conocidos bajo el nombre artístico de Elsiane

Ellos ya me cautivaron con su anterior trabajo, Hybrid, publicado en el 2007 y que contiene joyas como Across the Stream, donde ya quedas subyugado bajo la irreal y sorprendente voz de Elsianne; pero cuando te adentras en Mechanics of Emotion, cuando empiezas a navegar con ellos por el oleaje de emociones de Slowbirth y te adentras ya en el universo particular, intimista pero con toques salvajes, cálido pero con chispazos de hielo rojo y directamente sutil de Acceptance, Nobody Knows o In the Shadows es cuando sabes que estás atrapado y que las notas de Elsiane te seguirán convirtiendo el tiempo en algo más tangible y fácil de perseguir.

Y no comento nada de la portada porque sería capítulo aparte. Creada por el artista canadiense Jerome Prieur, en mi opinión es una de las mejores publicadas en el último lustro.

Valoración personal (0 a 10): 8,6

sábado, 27 de octubre de 2012

El asesino del crucifijo de Chris Carter

El cuerpo de una mujer brutalmente asesinada es hallado en una cabaña abandonada en el Parque Nacional de Los Angeles. Desnuda, atada a dos postes de madera y con la piel del rostro desollada –cuando aún seguía con vida. En la nuca tiene grabado un extraño símbolo, un crucifijo doble: la firma de un psicópata conocido como el Asesino del Crucifijo.
Pero no es posible porque el Asesino del Crucifijo fue arrestado y ejecutado dos años atrás. ¿Podría tratarse de un imitador? ¿Alguien que ha tenido acceso a los detalles de los primeros asesinatos, detalles complejos que nunca se hicieron públicos? ¿O acaso, el detective Robert Hunter tendrá que hacer frente a lo inconcebible? ¿Andará aún suelto el auténtico Asesino del Crucifijo, dispuesto a embarcarse de nuevo en una matanza indiscriminada y sádica, eligiendo a sus víctimas al azar y provocando a Hunter, incapaz de cogerle?
Robert Hunter y su novicio compañero están a punto de adentrarse en una pesadilla que supera toda imaginación y donde el concepto de una muerte rápida no existe.

Opinión: El asesino del crucifijo es la primera novela escrita por Chris Carter, escritor norteamericano nacido en Brasil, descendiente de italianos, que reside actualmente en Londres y que no debemos confundir con otro Chris Carter, el creador de la inolvidable serie de televisión, The X-Files.
Este libro me ha sorprendido de principio a fín, especialmente el final y explicaré porqué. Tras terminar de escribir mi primer libro –del cual he empezado a enviar copias a diversas editoriales para ver si están interesadas en publicarlo-, había empezado a tener ideas para un nuevo libro donde un asesino se dedicaba a matar a una serie de personas, en apariencia sin conexión entre ellos pero que, finalmente, están ligados por una cosa muy concreta.
Pues bien, Chris Carter tuvo la misma idea que yo… ¡exactamente la misma! Podéis imaginaros mi sorpresa cuando, a medida que avanzaba la novela, mi mente alucinaba con este hecho hasta que descubrí totalmente el desenlace bastante antes de terminarla. Aunque esto no es óbice como para sacarme el sombrero frente a esta interesante novela, muy bien tramada y con unos personajes bien concebidos.
Pero lo que más sorprenderá a los amantes de las novelas negras y de serial killers es que hasta el último instante no te deja percibir el verdadero motivo de los asesinatos… a no ser que hayas pensado escribir una novela con el mismo argumento.

Valoración personal (0 a 10): 8,3

lunes, 22 de octubre de 2012

Cinco dias de octubre de Jordi Sierra

En la tercera y última entrega de esta excelente trilogía, reencontramos al veterano policía viviendo con Patro, la joven prostituta de su anterior caso. Pero la aparición de Benigno Sáez de Heredia, un poderoso industrial adepto al Régimen, alterará la felicidad de la pareja. El potentado requiere los servicios de Mascarell para que localice el lugar donde está enterrado su sobrino, muerto doce meses antes. Tras las primeras pesquisas, el fino olfato policial del detective percibe que el asunto es mucho más gordo de lo que Sáez pretende hacer creer. Unos valiosos diamantes y una organización anarquista constituyen la clave del enigma. Cuantos estaban implicados en el asunto han muerto, o están aterrorizados, y ahora, la vida del propio Mascarell también corre peligro.

Opinión: Siento admiración, mucha admiración y respeto hacia Jordi Sierra y Fabra. A los quince años me compré su Historia de la música rock, además de la biografía de David Bowie y de otros artistas de la época, y esto lo comento sólo por el hecho de demostrar que ha sido un autor ligado a mi existencia casi desde el principio. Esto no implica que la lectura de sus libros lo realice bajo un prisma, quizás, más subjetivo de lo que debería sino que, al igual que me ocurre con otros autores que admiro, procuro que mi evaluación y análisis sea más objetiva de lo habitual. 
Pero los sentimientos son parte intrínseca de la independencia total que doy a mi propio cuerpo y mente en su correlación entre ellos, y Jordi Sierra ha escrito una trilogía, la trilogía de Miquel Mascarell, que debería ser lectura obligada en las facultades de historia, para todos esos estudiantes que no tan sólo quieren conocer los hechos sino también cómo se vivieron. 
Cuatro días de enero, Siete días de julio y, ahora, Cinco días de octubre. La historia del trío Miquel Mascarell, Patro y Quimeta es extraordinaria, la cruda realidad de la Barcelona de la postguerra está retratada sin photoshop, los casos que Miquel ha de solucionar están trenzados con la historia del protagonista y con la de la ciudad como si un nudo gordiano los uniera y las páginas te sobrepasan y te hipnotizan. 
Recomendable de principio a fin. 

Valoración personal (0 a 10): 8,4

viernes, 19 de octubre de 2012

Adieu Emmanuelle Kristel

Sylvia Kristel 
(1952 - 2102)

miércoles, 17 de octubre de 2012

De "El clan de la una" a "Al mil por mil"

Años 70. 
Recién entrado en la adolescencia y con muchas inquietudes musicales, en televisión española -con ese único canal para todos-, pequeños espacios irreductibles y recónditos, como los galos frente a los romanos, nos sugerían que otros estilos de música existían en el universo, aparte de Juan y Junior, Joan Manuel Serrat, Antonio Machín, Boney M y compañía. 
Programas como Mundo Pop con Moncho Alpuente dejaban al españolito de a pie, al Botejara que tan bien describió Alfredo Amestoy años más tarde, con el paso cruzado tras la horrenda visión de pelambreras hasta los hombros y guitarras y baterías haciendo ruido. Fue el nacimiento del célebre chumba-chumba
Pero en la radio, un canal de communicación mucho más directo, más independiente, más creativo y, sobre todo, más libre, existían dos programas, casualmente presentados por la misma persona, que no tan sólo presentaba música sino que daba vida. Me refiero a los programas El clan de la una y Al mil por mil, ambos presentados por esa increíble voz radiofónica que tenía por nombre Jose María Pallardó
El clan de la una un programa de lunes a sábado a partir de la una del mediodía y que, durante cuarenta y cinco minutos te llevaba a horizontes desconocidos, te llenaba de notas que no sabías ni que podrían existir, te arrullaba con rasgueos de Led Zeppelin, Deep Purple, David Bowie, Eloy, Jethro Tull, Yes, The Who y tanto otros grupos y artistas del panorama internacional. A partir de las dos menos cuarto del mediodía tu mundo se ralentizaba, volvías a la rutina pero con un síndrome de abstinencia constante hasta que llegaba la hora de Al mil por mil, donde el mismo Pallardó se rodeaba de personajes tan fantásticos, exquisitos, irónicos e irrepetibles como Tito B. Diagonal (interpretado por el gran y desaparecido comunicador Jordi Estadella) desde su locutorio “verde y oro” y desde donde daba las “buenas noches… a casi todos” tras comentar alguna anécdota de su amigo (poniendo una voz exageradamente pija) Tato Ganduxer, o como Françoise con esa voz tan sensual, que consiguió poner muchas gallinas de piel
Pero controlándolo todo, en los mandos del globo aerostático seguía Jose María Pallardo, nuestro gurú especial, nuestro abridor de mentes, el precursor de los sin fronteras, porque cuando escuchábamos sus programas en Radio Juventud nos sentíamos más europeos que nunca. 
Desde el momento que escuchábamos su famoso “hola pops”, nos poníamos en sus manos como apóstoles incansables de su sapiencia musical.
Larga vida a Pallardó y los inolvidables minutos musicales que nos hizo mamar.

Noche del Fevre de George R.R. Martin

Un cautivador canto a la amistad. 
El vapor más majestuoso del Misisipi surca un río de sangre... 
En 1857, la cuenca del Misisipi bulle de actividad: los vapores señorean sus aguas en feroz competencia. Cuando Joshua York le ofrece sacar a flote su naviera a cambio de unas pocas condiciones, sencillas aunque misteriosas, el capitán Marsh ve realizado su sueño: ser el patrón del vapor más rápido del río. Pero los sueños de ambos se verán infiltrados por una pesadilla que anegará de sangre los fondeaderos. 
Para su segunda novela en solitario, George R.R. Martin eligió el Misisipi de Mark Twain como escenario histórico de la que ha llegado a consagrarse como una de las novelas de vampiros más celebradas de todos los tiempos. Una atmósfera sobrecogedora construida con maestría, la recreación impecable del marco histórico y un tratamiento del monstruo cercano a la ciencia ficción que remite al mismísimo Stoker han convertido Sueño del Fevre en otra novela de referencia de un escritor tan rotundo como polivalente. 

Opinión: Tengo una gran admiración por George R.R. Martin al considerar su saga de Canción de hielo y fuego como uno de los pilares fundamentales de la novela fantástica de todos los tiempos; y este fue el motivo principal para adentrarme en el ensayo que hizo del mundo de los vampiros. El resultado ha sido un auténtico placer para los sentidos. Su particular visión del mundo de los amantes de la sangre es increíble, con una imaginación impactante y casi real que, en momentos, te da incluso la sensación de oler la sangre, de sentir la fuerza de los personajes, de vislumbrar las sombras e, incluso gradualmente, de querer seguir leyendo el libro pero cuando el sol ya se ha escondido tras el horizonte. 
Joshua York y Damon Julian, dos caras de la misma moneda, dos contrapesos equitativos pero nunca equilibrados. Abner Marsh y Billy Vinagre realizando siempre equilibrios entre la cordura y la locura total, son unos personajes fronterizos con la realidad. 
Yo nunca he sido un gran amante de las crónicas vampíricas, ni de crepúsculos o de las sagas de Anne Rice. Quizás porque necesitaba un mundo nocturno y chupasangre más cercano a lo que podría ser real. Y George R.R. Martin, con Sueño del Fevre, me lo ha proporcionado. 

Valoración personal (de 0 a 10): 8,1

sábado, 13 de octubre de 2012

Wheels turn beneath my feet de Fink

Tras seis años de gira Fink lanza su primer álbum en vivo titulado Wheels Turn Beneath My Feet y editado bajo el prestigioso sello Ninja Tunes. Grabado después de recorrer 35.000 kilómetros, 14 países y 50 espectáculos entre 2011 y 2012, el CD contiene 13 temas grabados durante las actuaciones realizadas en ciudades tan variadas como París, Amsterdam, Viena, Praga y Londres

Fin Greenall, conocido bajo el nombre artístico de Fink, me ha vuelto a dejar en paños menores. Cuando incluí su último trabajo hasta la fecha, Perfect Darkness, en mi TOP15 de 2011 ya dejé claro que nunca he sido un apasionado de la música folk. En mi extensa discoteca no hay ningún álbum de Bob Dylan –singles sí, pero LP o CD no-, ni de Simon & Garfunkel ni de ningún otro artista folk legendario. Pero Fink me tiene el corazón robado. Su voz, su guitarra, su ambientación con toques inquietantes, su paz difuminada entre neblinas góticas, la perfecta combinación de bajo y percusión, sus letras reflexivas y su ambientación que va desde un paisaje cálido hasta un frente anímicamente lluvioso, pero siempre hipnótico. 
Si tus dedos, tus manos, tus pies, tu mente no se mimetizan con los ritmos de temas tan excelentes como Warm Shadow, Wheels, Sort of Revolution, Biscuits o Yesterday was hard on all of us es que perteneces a una raza aparte. Recomendable lo mires por donde lo mires y, sobre todo, lo escuches por donde lo escuches. 

Biscuits for breakfast, cup of tea for the man. 
4 more years of this shit and I'll be on 16 grand. 
Pushing the trolley, doing the rounds. 
4 more years of this shit and I'll be one of these clowns. 

Valoración personal (0 a 10): 9

viernes, 12 de octubre de 2012

El que siembra sangre de Arne Dahl

Ha pasado un año desde la constitución del Grupo A, la unidad especial para la resolución de crímenes violentos de carácter internacional a la que pertenece Paul Hjelm, y la falta de casos adecuados a sus objetivos y habilidades hace que los círculos policiales suecos empiecen a cuestionar la necesidad de que una unidad tan especializada siga en activo. 
Como respondiendo a sus plegarias, el Grupo A recibe un aviso: un asesino en serie ha matado a un hombre por medio de un macabro ritual en el aeropuerto de Newark, en Nueva York, y viaja con su billete hacia Estocolmo. No saben su nombre ni qué aspecto tiene. El equipo al completo se traslada a toda prisa al aeropuerto, pero, pese al operativo desplegado, el asesino escapa y empieza a matar en Estocolmo. No parece que lo haga por placer, por un deseo retorcido o perverso. Hay un patrón en lo que hace, pero no está claro cuál es. Con el propósito de averiguarlo, Paul viaja a Estados Unidos junto a su colega Kerstin Holm para entrevistarse con el FBI. Durante su ausencia, los asesinatos se suceden en Suecia ante la perplejidad de los investigadores, que tienen como única pista el pasado de la víctima de Newark y el método utilizado para asesinarla, una refinada técnica de tortura que parece remitir a un criminal entrenado, inteligente y extremadamente cruel. 

Opinión: Típica novela negra escandinava pero con ciertos toques diferentes, algunos sorprendentes y frescos y otros urticantes. Me explico, Arne Dahl –seudónimo del escrito sueco Jan Arnald, por lo tanto, no es familiar del genial escritor galés Roald Dahl- ha añadido toques americanizantes en su novela que relajan un poco el típico oscurantismo escandinavo pero, por otro lado, intenta dar a alguno de sus diálogos y escenas un toque de graciosillo que, lamentablemente, hace chirriar los dientes. La trama es correcta, el asesino y su modo de matar –una de las cosas que más me importa tras haber leído tantas novelas negras y de terror psicológico- es inquietante y particular y el final es correcto. 
Como conclusión, El que siembra sangre es un libro correcto, original y impactante por momentos e irritante en otros. Por fortuna los primeros son más numerosos que los segundos y de ahí que le ponga esta valoración. 

Valoración personal (de 0 a 10): 7,3

Chico de ojos azules de Joanne Harris

Una madre viuda. Tres hijos. Tres colores. Negro, marrón y azul. Negro es agresivo. Marrón es tímido. Azul, el menor, es el niño de mamá. Y además, un asesino. 
B.B. tiene cuarenta y dos años, vive con su madre y trabaja como empleado de la limpieza en un hospital. Todos sus amigos son virtuales y su lugar de encuentro es un foro de Internet. Allí comparte una común afición por lo siniestro y los relatos violentos que a veces parecen confundir la ficción con la realidad. 
Y es que B.B. necesita contar una historia: la suya. Un pasado de rivalidades y mentiras en el seno de una inquietante familia. 

Opinión: ¡Qué hemorragia de placer se propaga por mi cuerpo cuando termino de leer una novela diferente, original, inquietante e hipnótica! ¡Qué arrullos de felino surgen de mi garganta cuando, tras dejar atrás la palabra Fín, cierro los ojos y revivo las caricias que la lectura de las últimas páginas me ha obsequiado! Y qué pena me da que hayan editores que dediquen parte de sus neuronas en cambiar el título original de una novela para, según su absurda opinión, hacer que sea más comercial. 
Quien haya leído o vaya a leer Chico de ojos azules entenderá mi decepción ante el hecho que el libro no se haya traducido como el original, es decir, chicodeaojosazules. A pesar de esta nimiedad, blueeyedboy es un libro recomendable por muchos aspectos: su temática –negra e inquietante pero muy bien trabajada y, sobre todo, terminada-, su forma de escribirlo –no es una novela en sí, sino un seguimiento de escritos en los blogs de algunos personajes-, su capacidad de sorprender mientras te adentras en el libro, su giros, su… todo. 
Joanne Harris ha escrito una novela que atrapa, seduce, contorsiona y golpea a partes iguales. Plaisir de Dieux! 

Valoración personal (de 0 a 10): 8,1

El peso de los muertos de Víctor del Árbol

Noviembre 1945: Nahum Márquez va a morir en el patíbulo. 
Noviembre 1975: Lucía regresa a Barcelona desde el exilio con las cenizas de su padre y con los fantasmas que la esclavizan. Franco agoniza, y con él una España que encarna el comisario Ulises, dispuesto a una última batalla con su propia decrepitud, a manos de una España emergente, la de Gilda y sus amigos que nada le deben al pasado excepto, quizá, una pátina de romanticismo. El encuentro entre Lucía y el comisario, temido pero inevitable, enfrentará dos mundos, el de los vivos y el de los muertos que viven a lomos de estos. Durante treinta años cada personaje que tuvo que ver en la muerte de Nahum Márquez ha inventado sus propios recuerdos de cómo fue aquella historia de amor y tormento. Es una ficción que les permite vivir más allá de lo que realmente ocurrió y que les pone a salvo del dolor y de su propia responsabilidad. Pero Lucía está cansada de huir y de mentirse. Ya no puede con el peso de los muertos. Quiere la verdad, pero la verdad es como un espejo lanzado contra el suelo: rompe la realidad en mil pedazos. Y los demás no están dispuestos a permitirlo. No pueden hacerlo porque eso sería aceptar lo inaceptable: que durante treinta años han vivido una mentira sin darse cuenta de que el Mundo ha pasado de largo y los ha dejado en el andén. Y si una muerte se cubre con otra muerte, el silencio se convierte en el mejor de los pasados. 

Opinión: Víctor del Arbol me entusiasmó con su novela La tristeza del samurái, novela que puntué con un 8,6; y ese placer que me produjo la lectura de su última novela provocó el deseo de leer la novela con la que se inició en el mundo literario y con la que ganó el VIII Premio Tiflos de novela. 
Sólo tengo una opinión, y es que El peso de los muertos fue el ensayo general –un buen ensayo general- para enfrascarse en la escritura de La tristeza del samurái y, sobre todo, para pulir la forma en terminar una novela. No sé si esta es una crítica positiva o negativa, pero es la que hay. Ahora sí, después de leer El peso de los muertos y La tristeza del samurái espero con impaciencia que Víctor del Árbol edite su tercera novela, deseando que los fantasmas del pasado los haya apartado de su mente y dedique su fantástico poder de seducción literario a otros temas. Si no es así, me ocurrirá como tantas veces me ha sucedido con músicos; que si el tercer trabajo es similar al primero o al segundo deja de tener interés para mí. 

Valoración personal (de 0 a 10): 7,4

martes, 11 de septiembre de 2012

11 de Setembre de 2012

IN - INDE - INDEPENDÈNCIA II*II

Espía de Dios de Juan Gómez-Jurado

Roma, 2 de abril de 2005. El Papa Juan Pablo II acaba de morir y la plaza de San Pedro se llena de fieles dispuestos a darle el último adiós. Al mismo tiempo, se inician los preparativos para el cónclave del que ha de salir el nombre del nuevo Sumo Pontífice. Pero justo entonces los dos cardenales mejor situados del ala liberal de la Iglesia, Enrico Portini y Emilio Robayra, aparecen asesinados siguiendo un mismo y macabro ritual que incluye la mutilación de miembros y mensajes escritos con simbología religiosa. 
Un asesino en serie anda suelto por las calles de Roma, y la encargada de perseguirlo será la inspectora y psiquiatra criminalista Paola Dicanti. Durante la investigación, la joven detective se adentrará en los más oscuros secretos del Vaticano, aquellos que hablan de conspiraciones nada decorosas y de la existencia de un centro donde se rehabilita a sacerdotes católicos con historial de abusos sexuales. A la cruel astucia del psicópata se unen las trabas que los servicios de seguridad del Vaticano ponen a la investigación: oficialmente las muertes de los cardenales no están ocurriendo y el cónclave debe celebrarse con normalidad. 
La aparición del padre Fowler, un ex militar norteamericano, supondrá un nuevo desafío para Dicanti, reacia a confiar en el misterioso sacerdote. Pero Fowler conoce el nombre del asesino y guarda un secreto aún más temible: su propio pasado. 

Opinión: Lo leí tras el buen sabor de boca que me dejo su posterior novela, El emblema del traidor, además de por la gran publicidad que existe del libro en internet a través de su éxito en diversos continentes. Juan Gómez-Jurado sabe escribir, y eso no creo que nadie lo ponga en duda aunque, a mi entender, tiene un gran pero; me recuerda a Hans van Meegeren, a Eric Hebborn o a Elmyr de Hory, por nombrar a tres de los más grandes y famosos falsificadores de la historia del arte. ¿Alguien podría negar que, mientras leía Espía de Dios, no se acordaba de Dan Brown? ¿La sinopsis de su última novela, La leyenda del ladrón, no podría ser el inicio de una nueva novela del Capitán Alatriste de Arturo Pérez-Reverte, o un spin off de alguno de los personajes de la trilogía de Martín Ojo de Plata escrita por Matilde Asensi
Reitero lo escrito con anterioridad. Juan Gómez-Jurado sabe escribir, y sabe expresar, reflejar, emocionar, transmitir y comunicar, y seguiré leyendo sus novelas pero, aún muy a mi pesar, siempre creeré percibir ese fantasma junto a mi hombro cuando me sienta en el sofá con uno de sus libros abiertos en las manos. 
Afortunadamente, y copiando una de las frases más célebres de la película Casablanca, siempre me quedará El emblema del traidor para congraciarme con él. 

Valoración personal (de 0 a 10): 7,8