jueves, 26 de febrero de 2009

El Ojo que todos desean ver

Fue descubierta en 1824 por el astrónomo alemán Karl Ludwig Harding, tiene el nombre científico de Hélix Nébula –Nebulosa de la Hélice- o NGC7293 (NGC significa Nuevo Catálogo General) y se encuentra en la constelación de Acuario a 700 años luz de la Tierra; pero todo el mundo lo conoce como el “Ojo de Dios”. Es tan inmenso el tamaño de Hélix que la luz tardaría 2 años y medio en cruzarlo, y sabiendo que la luz va a trescientos mil kilómetros por segundo, son muchos kilómetros –para ser más exactos son unos 20 billones de kilómetros-. En realidad el Ojo de Dios es un gigantesco depósito de gas y polvo soplado por una estrella, pero mucha gente lo asocia con algo espiritual, místico y, a la vez, una confirmación que existe algo divino en el Más Allá. No sé si es divino, en el sentido litúrgico de la palabra, pero lo que sí se puede afirmar es que su mágica belleza es casi divina. Esta foto ha sido tomada desde un telescopio gigante del Observatorio Europeo del Sur, situado en una montaña en La Silla, en Chile y te deja con la boca abierta. Quizás mi mentalidad ácrata no me permite asociar esta belleza astronómica con un significado religioso, pero soy humano, y de la misma manera que puedo admirar la belleza de unas montañas, de un desierto, de una niebla o de una puesta de sol en la playa –algo completamente normal-, y no convierto estas visiones terrenales en un signo de la existencia del espíritu santo, también puedo creer que el espacio es tan infinitamente inmenso y tan desconocido para nosotros que las sorpresas que nos depare en un futuro pueden ser tan bellas y maravillosas como Hélix u Ojo de Dios. Creo que a él le importa poco como lo llamemos, con su belleza ya tiene bastante.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Nueve imbéciles con piedad

Hecho 1: Jacobo Pîñeiro conoce a Isaac Pérez en el after Strong de Vigo. Hecho 2: Jacobo va al piso de Isaac a seguir la fiesta, consumiendo coca. Isaac vive con Julio Anderson Luciano. Hecho 3: Jacobo dice que Isaac se presentó en su habitación de madrugada, desnudo y con el ánimo de acostarse con él. Jacobo afirma que rechazó la propuesta. Hecho 4: Ante el miedo de ser violado, y al ver que Isaac –siempre según él- vuelve a su habitación con un cuchillo, le arrebata el arma y le acuchilla dos veces, y por si no ha quedado claro, le asesta 33 cuchilladas más. Tras esto, se va hacia Juliano y lo mata clavándole el cuchillo 22 veces. Hecho 5: Varias horas más tarde, y tras ducharse y curarse algunos arañazos, con toda la tranquilidad del mundo, prende fuego al piso, no sin antes llevarse todos los objetos de valor que pudo encontrar dentro de una maleta. Hecho 6: La policía lo atrapa y lo llevan a juicio bajo los cargos de asesinato, robo e incendio premeditado. Hecho 7: El jurado popular está compuesto por siete mujeres y dos hombres. Hecho 8: Al final del juicio el acusado toma la palabra y, tras reconocer que acuchilló a sus víctimas, dice que se arrepiente de lo que había hecho y pide perdón, asegurando que “todo es culpa de cómo soy”. Tres de los miembros del jurado lloran tras escuchar estas palabras. Hecho 9: Tras la deliberación, el jurado popular absuelve a Jacobo Piñeiro de los cargos de asesinato y robo. La votación es, casualmente, de siete votos a favor y dos en contra. Hecho 10: Tras escuchar la sentencia, el abogado de la madre de uno de las víctimas comenta: “Se trata de un asesinato en toda regla, si la víctima hubiera sido una mujer el resultado habría sido distinto”. Afirmación 1: ¿Alguien puede decirme dónde se encontraba el Henry Fonda de turno, para decirles a los “9 hombres sin piedad” que juzgaron al Jacobo ése, que 57 puñaladas son una bestialidad? Afirmación 2: Se dice que, si el cambio climático sigue así, pronto nos dirigiremos hacia una nueva edad de piedra. ¿No lo estamos ya? Afirmación 3: Tras leer esta noticia, por favor, que pare el mundo que me bajo en esta parada. A veces da asco pensar que uno es de la misma especie que los “Jacobos” de este mundo y que, además, hay personas que lloran escuchando sus palabras.

Los ninios y yo

No. No tengo hijos. ¿Y eso? Pues porque cuando, por algún motivo, quise tenerlos, no tenía pareja y cuando pude tenerlos, o no era la pareja adecuada o no era el momento adecuado. Y punto. No sé porqué me da la sensación que cierta gente piensa que, si no tienes hijos, no llegarás a tener nunca una vida completa. ¿Es cierto? No lo sé. Reconozco que hay momentos que hubiera deseado tener algún enano sobre mis pantalones para hacerle reír con alguna tontería, o despertarme por la mañana porque un diablillo se hubiera subido sobre la cama para hacer una guerra de almohadas, o acompañar a un futuro universitario a su primera escuela tras la compra del plumier y la mochila, o enseñarle a coleccionar cromos, o llevarle al zoológico y disfrutar con sus caras al ver por primera vez un elefante o un tigre. Si, hay momentos que me hubiera gustado haber vivido situaciones parecidas. Momentos. Fútiles y contados momentos porque, curiosamente, todo lo que me hubiera gustado vivir con un retoño hubiera sido si, y sólo si -condición sine quanum- el mencionado retoño hubiera tenido menos de cinco años. A partir de esa edad, y hasta los dieciocho, o sea, fecha en que se pueden independizar, no puedo con ellos. Veamos, tengo dos sobrinos, de diecisiete y catorce respectivamente, a los que quiero con locura, pero no los veo diariamente, no han de vivir conmigo. ¿Egoísta? No lo sé. Soy muy consciente que, si escribo esto es porque sé, con un cien por cien de seguridad, que nunca tendré un hijo y, quizás, todo este embrollo es como una especie de muro de excusas que me construyo yo mismo ante la decepción o frustración de no haber tenido descendencia. O no. A veces he pensado que a mí me hubiera gustado tener descendencia pero no ser padre. A veces pienso que lo que acabo de escribir es una solemne chorrada. Karma tiene una hija adolescente. En este sentido, puedo considerarme afortunado porque me la he encontrado ya educadita y crecidita. En otro sentido maldigo que la fortuna me diera la oportunidad de conocer a Karma tan tarde y no antes para –de nuevo pongo un quizás- poder haber tenido la ocasión de haber tenido hijos con ella. Pero esto tampoco puede cambiarse. Y no, no tengo hijos, ni los tendré. He llenado esos espacios de utópicas relaciones paterno-filiales con otros espacios/momentos que los que han tenido hijos, a lo mejor, no han podido vivir. No comparo, odio las comparaciones. Estos son los hechos y así los he contado. O no.

miércoles, 18 de febrero de 2009

La perfección de Patrick O'Hearn

Era el año 1986 y, entre zapping y zapping, me encontré con un video en la televisión de imágenes de bosques, manantiales y saltos de agua, en resumen, un típico video época “new age”. Pero la música era increíble, nunca había escuchado algo semejante y, en pocos segundos, notaba una sensación intensísima en la piel y en mi interior. El tema se titulaba “Beauty in Darkness” y el autor Patrick O’Hearn. A partir de aquel preciso momento se inició mi gran pasión hacia la música de este multiinstrumentista americano hasta el día de hoy… y espero que en el futuro. Muy pocas veces me ha ocurrido esperar el día en que se edita un disco para querer tenerlo sí o sí. Lamentablemente, la discografía de Patrick O’Hearn, que ya llega a doce discos editados –sin contar remezclas y bandas sonoras-, es muy difícil de encontrar en España –tan sólo tres o cuatro de ellos aún se pueden encontrar en ciertas tiendas-, por lo que páginas como Amazon me ayudan muchísimo para conseguirlos. Muy pocas veces me ha sucedido el escuchar un tema y pensar que, si yo hubiera sido músico, ese estilo de música es el que exactamente me hubiera gustado componer. Con Patrick O’Hearn me ha ocurrido en once de sus doce discos. “Ancient Dreams, “Between Two Worlds”, “Rivers Gonna Rise”, “Eldorado”, “Indigo”, “Metaphor”, “So Flows The Current”, “Beautiful World” y el último editado, “Glaciation”, son discos llenos de bajos atmosféricos, sintetizadores evocadores, percusión étnica y con una producción difícil de comparar. Su música te arrasa mientras te acuna, te hace viajar entre rítmicos beats, te acompaña de la mano a una travesía global y pura a través de remansos complicados y, a la vez, cristalinos. Patrick O’Hearn, antiguo bajista de Frank Zappa fue uno de los artistas más importantes del sello Private Music, junto con Eddie Jobson, Jerry Goodman y Mahavishnu Orchestra, hasta formar su propio sello “Deep Cave” donde edita y produce sus discos con la ayuda de amigos como Terry Bozzio, Warren Cucurullo y el multipremiado Mark Isham. La mejor música para leer, para poner de ambiente mientras cenas con los amigos, para desaparecer durante unos horas del mundanal ruido, en definitiva, para ser uno de los artífices de la banda sonora de mi vida.

Don Fernando, la vida deseada

El domingo 10 de Junio de 1973, en la sección “Seleccione su libro”, el periódico La Vanguardia publicaba el siguiente anuncio: <DON FERNANDO. Fernand Fournier-Aubry. 469 págs. Ilustrado. 275 ptas. Aclamado en Francia e Inglaterra como "otro Papillón". Dijo "Paris Match": Es el "Bestseller de la aventura">. A ver, digamos que comparar a Don Fernando con Papillón es como comparar a "el Lute” con Miguel de la Cuadra Salcedo pero, aparte de esto, el libro autobiográfico de Fernand Fournier-Aubry, más conocido como Don Fernando, y presentado por André Voisin es uno de los libros que más he leído en mi vida. Nunca he sido un idólatra, pero si tuviera que escoger a alguien como guía en mi camino de la vida sería, sin lugar a dudas, Don Fernando. Fernand Fournier-Aubry nació a finales de 1901 en Saint-Maure-des-Fossés, hijo de una familia burguesa francesa y murió en las vísperas de Navidad de 1972. A los 19 años marchó hacia Dakar, capital de Senegal, con un billete pagado por su padre, el cual había sido aventurero marino (llegó a atravesar el estrecho de Magallanes con un tres palos), Fernand vivió sus siguientes cincuenta años movido por una sola pasión, la búsqueda de la libertad en los últimos grandes espacios vírgenes de la Tierra. Sus hogares fueron el África negra (1919-1929), la jungla amazónica (1935-1942), las islas del Pacífico (1942-1954) y el Asia más profunda y misteriosa (1955-1956). "No puedes resistirte al viento de la aventura. Cuando sopla, lo percibo y le obedezco." Éste fue el credo de Fernand Fournier-Aubry, soldado de fortuna, buscador de tesoros, contrabandista, explorador, comerciante de droga, cazador y amante. Pronto la supervivencia en las selvas más ásperas y brutales del mundo se convirtió en su estilo de vida, su patio y su lugar de trabajo. Durante esos años, Don Fernando amó a muchas mujeres, engendró muchos niños e hizo varias fortunas en su vida, cazando y vendiendo hígados de tiburón, maderas exóticas, oro, opio y no sabiendo nunca si, al día siguiente, la gente, los animales o los elementos naturals que se encontrara serían amigos o enemigos. Irreverente aunque con un esperanzador espíritu romántico, Don Fernando mira, a través del libro de su vida, “Don Fernando”, una odisea vital y asombrosa que duró cincuenta años.

Ellroy on the road

Me gusta la novela negra. Disfruto leyendo los libros de Val McDermid, Henning Mankell, Francisco González Ledesma, John Katzenbach, Michael Connelly, Dennis Lehane y tantos otros autores que envuelven su literatura en un aura de misterio y patología criminal. Pero tengo un especial aprecio por las novelas de James Ellroy y su insistente persecución a los asesinos psicópatas, quizás porque el asesino de su madre nunca fue descubierto, como explica en su libro “Mis rincones oscuros”. Partiendo de esta premisa, entiendes perfectamente, por ejemplo, su enfermiza y metódica novela “La Dalia Negra”, al igual que su amor y asco hacia Los Angeles , reflejado en “L.A.Confidential”. Aunque uno de sus libros que más me impactó fue “America” que merecerá un espacio aparte en este blog un día de estos. Ahora quiero hablar del último libro que he leído de James Ellroy, publicado en 1986 y reeditado el año pasado, “El asesino de la carretera”. El protagonista, Martin Michael Plunkett, es un asesino en serie. Tras ser atrapado por la policía, confiesa el crimen de dos parejas en los que hubo una gran dosis de violencia sexual. Tras su confesión, promete no volver a hablar nunca más. Y así lo hace. Hasta que tras su ingreso en el penal de Sing Sing se pone en contacto con un agente literario para proponerle la posibilidad de escribir la historia de su vida. A partir de ese momento, y en primera persona, “El asesino de la carretera” se convierte en un viaje aterrador por los Estados Unidos repleto de crímenes, a cual más horrendo. La facilidad con que James Ellroy se adentra en la mente inteligente, megalómana y enfermiza de Martin Michael Plunkett, un asesino orgulloso de sus crímenes y sin un atisbo de arrepentimiento, sin ahorrar en detalles muy descriptivos la crueldad de sus crímenes, hace que “El asesino de la carretera” sea una novela que lees, por un lado, con admiración hacia el autor pero, por otra parte, con una mezcla de repulsión y curiosidad malsana por la inventada vida de uno de los mejores personajes de la novela negra que he leído en los últimos años.

martes, 17 de febrero de 2009

Telefonista, ¿me pone con el satélite?

Y si no quieres caldo, toma dos tazas. Si el océano es grande, ¿Cómo es el espacio para que dos satélites hayan chocado? El norteamericano Iridium-33 y el ruso Cosmos-2251 chocaron, también a principios de febrero en pleno espacio a unos 800 kilómetros sobre la región de Siberia. ¿Hola? ¿Hay alguien? ¿Podrían explicarme cómo pueden darse un toque dos satélites en medio del espacio? ¿Quizás pensaban que estaban en una pista de autochoque? Según los expertos la colisión no fue frontal sino que se rozaron, vamos que el roce hace el cariño. Y encima indican que, tras el choque, los satélites mantuvieron su órbita, aunque un poco diferente de la inicial. Pregunto, ¿les hicieron la prueba del alcohol? ¿Será cierto que existe vida en el espacio exterior y los dos satélites salían de un “after” en la esquina de Luna con Meteorito X-257? Pero la pregunta más importante es: ¿Quien concibió las órbitas de ambos satelítes, el ruso y el americano? ¿Los niños del anuncio televisivo de Dodotis? Ayer eran unos submarinos nucleares en medio del océano Atlántico, hoy dos satélites en el espacio. ¿Alguien puede decirme qué topetazo nos espera mañana? Porque tengo imaginación, pero tanta no. Lo siento, me han superado. Perdón, he de dejar de escribir para secarme las lágrimas que me están cayendo. ¡Es para partirse el pecho!¡Abuelaaa!

lunes, 16 de febrero de 2009

Telefonista, ¿es el submarino?

Hoy he leído la noticia que dos submarinos nucleares chocaron a principios de febrero en medio del océano Atlántico. El submarino nuclear de la flota británica Vanguard chocó con el francés Le Triomphant. El accidente, dicen, no causó heridos pero sí importantes daños en ambos submarinos. No es broma pero… ¡es increíblemente alucinante! ¡En medio del océano se dan un piñazo dos submarinos! ¿No pusieron el intermitente? ¿Los espejos retrovisores los llevaban sucios? ¿Los pilotos se despistaron con el embrague? ¿Se pasaron de frenada en una rotonda? Más lo pienso y más me parto. Y eran un francés y un inglés. ¡Como en los chistes! Dios, qué suerte tenemos los portugueses, griegos y españoles de no tener submarinos nucleares porque si hubiera sido alguno de nosotros el causante de la piñata seríamos el hazmerreir del mundo. Pero no, han sido Monsieur El Triunfante y Miss La Vanguardia los que quisieron darse un morreo metálico subacuático. ¿Quita puntos en el carnet pegarse un morrazo nuclear bajo el Atlántico? Un tal almirante Band, tras hacerse público el topetazo, informó que “los submarinos están a salvo y no ha habido heridos”. Ya me lo imagino, con una pinta en una mano y el cigarrillo en la otra sentado en su club privado y comentando la jugada del “incidente sin importancia” como si hablara del último golpe que hizo en el "tee" del Club de golf de Saint Andrews. Y sólo faltaba el portavoz del ministerio de Defensa inglés diciendo que "la capacidad disuasoria del Reino Unido ha permanecido inalterada en todo momento y que no se ha comprometido la seguridad nuclear"… la seguridad nacional no, tarado, pero la capacidad de cachondeo sí que se ha visto alterada y a qué nivel. Padre, perdónalos porque no saben lo que dicen… esperando que, algún día, sepan lo que hacen. Y, por favor, niños, dejad de jugar y de joder con los submarinos.

viernes, 13 de febrero de 2009

A un lugar

Como una sombra, transpirando tranquilidad y dejando libre la imaginación a un movimiento relajado y placentero. La estrecha calle se transforma en un acceso que huye de la mediocridad y permite recogerse bajo la luz que da vida a los muros silenciosos. Un instante, un mínimo instante infinito, colgado en el tiempo del pasado, posa su huella en el presente de exposición fija para llegar a un futuro de recuerdo vago y esquivo. La soledad inunda el adobe de la memoria y rememora el eterno raudal de pasos hacia ninguna parte, el moho de las rendijas recapitula y se cobija ante los aullidos de posibles desesperos sangrantes pero, a su vez, se refugia cálidamente junto a escondidos remolinos de pasión de corta vida. No es oro todo lo que reluce, ni aun si el mismo oro ha sido bruñido por la piel más exquisita. Pero tampoco es basura todo lo que embrutece, ya que un destino deseado enmudece frente a los deslices enfermizos hasta cotas en que, el mismo amor, se desmiembra con su propio fuego. Negro sobre sepia, paz sobre convulsión, pasos frente al vacío, huida hacia uno mismo, brazos que se rodean entre ellos, mirada a la lejanía, invocación a lo desconocido, momento fotografiado en total armonía.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Los archivos de Archive

Hace dos años fuimos al concierto de Faithless en Barcelona. En los carteles informaban que habría un grupo invitado que actuaría como telonero, pero no especificaban cual sería. Ya nos había ocurrido algunas veces llegar con antelación a un concierto y tener que soportar al artista invitado de turno pero esa vez, y afortunadamente, llegamos pronto y pudimos quedarnos embobados con la música del grupo telonero. Nadie de los que nos rodeaba lo conocían, por lo que me fui hasta la mesa de mezclas y pregunté. El nombre del grupo era Archive… ¡y estaban presentando su quinto CD, titulado “Noise”!. Curioso caso los de Archive, grupo británico creado por Darius Keeler y Danny Griffiths, considerado uno de los pioneros del trip hop, completamente desconocidos en nuestro país pero unos ídolos en Francia. De hecho, su contrato discográfico lo tienen con Warner Francia. “Londinium” fue su primer trabajo y, posteriormente llegaron “Take My Head”, “You All Look The Same To Me” (con los brutales temas “Numb” y “Again”), “Noise” (con “Fuck U” como tema estrella) y su último trabajo hasta la fecha, titulado “Lights” con nuevo cantante, David Penney. También han editado su disco acústico “Unplugged” (2004), su banda sonora “Michel Vaillant” (2003) y su concierto en directo “Live at the Zenith” (2007). En el 2009 editarán su nuevo álbum, titulado “Controlled Crowds”. Archive fusionan el trip hop y el rock progresivo o alternativo de un modo brillante, con toques de sinfónico, con voces descarnadas y frías y poderosos elementos digitales. Del mismo modo que considero un auténtica memez inaudible el paso hacia ¿adelante? que, según los críticos, Portishead ha emprendido con el trip hop y la electrónica, pienso que el desconocimiento de Archive en nuestro país es, por un lado, una maldición para sus seguidores porque es casi imposible encontrar sus discos en las tiendas y, por otro lado, una bendición porque su música es una ráfaga de aire fresco para los pocos que hemos seguido atentos a las noticias y composiciones de Archive. Por cierto, su nombre artístico es un coñazo cuando quieres encontrar algo de ellos en internet. Escribir Archive en el Google y os volveréis locos intentando descubrir la página oficial del grupo. Por si os interesa, es www.archiveofficial.com. De nada.


martes, 10 de febrero de 2009

Locki y su cría

De pequeño, siempre que podía me iba al zoológico. Es un espacio que me hipnotizaba. En el año 1995 fui a Africa a recorrer varios paises y, especialmente a conocer la reserva Masai Mara y los volcanes Virunga. La experiencia que viví durante ese viaje será motivo de algún que otro escrito, especialmente el capítulo de mi encuentro con los gorilas, pero haber visto la fauna africana en su habitat me provocó un rechazo inmenso hacia los espacios cerrados de los zoológicos. Poco a poco he ido redescubriéndolos y dándoles la importancia que se merecen, siempre y cuando los animales estén en un espacio adecuado y limpios. Afortunadamente, y con algunas excepciones, el zoo de Barcelona es un espacio que merece un aprobado y si, además, te suceden situaciones sorprendentes, más aún. El pasado miércoles, Kharma y yo fuimos al zoológico y, entre otros animales, nos interesaba mucho ver la nueva cría de orangután que había nacido hacía dos meses y medio pero que hacía un par de días que podía visitarse. Su nacimiento es muy importante porque a los orangutanes les cuesta mucho nacer en cautividad tratándose de una especie en serio peligro de extinción. La "Locki", la madre, enseña muy orgullosa su cría a los visitantes. Pero lo que menos nos esperábamos es que Locki se sentara junto al cristal frente al que nos encontrábamos y, con gestos de alegría y cariño, nos presentara a su cría personalmente. Más alucinante fue cuando Kharma acercó su mejilla al cristal y Locki hizo lo mismo, quedando mejilla con mejilla separadas por un simple cristal. Los ojos de Kharma brillaban y una emoción maravillosa nos inundó a los dos, mientras la cría se dedicaba a buscar el pezón de su madre para alimentarse. No fue un sueño porque, parece que estas imágenes salieron por televisión y varios conocidos y familiares nuestros nos llamaron por teléfono para informarnos de ello. Lamentablemente, nosotros no hemos podido ver las imágenes pero no importa. Esa sensación de intimidad que tuvimos con Locki y su cría la vivimos nosotros y eso no nos lo quitará nadie.

martes, 3 de febrero de 2009

Bar Cel Ona

Barcelona es un inmenso calidoscopio que te hipnotiza a cada instante. Barcelona es la atractiva y anárquica unión de azules, grises, verdes y marrones. Barcelona es una fusión de mediterráneo calmado y Montjuich armado con gotas de pacífica Collserola. Barcelona es el gótico románico de medieval y romántico modernismo. Barcelona es Gente en mayúscula, es paseos infinitos por estrechas callejuelas o por avenidas abiertas. Barcelona es inspiración profunda entre vasos medio terminados. Barcelona es la profundidad del misterio con ribetes superficiales de candidez histórica. Barcelona es plena, orgullosa, con una complicada simpleza que fascina a quien la descubre, con jardines espectaculares y macetas de geranios en balcones que recogen el aire entre sábanas colgadas, con museos de una pieza y masas descompuestas, con música en las esquinas y silencios en la penumbra, llena de modas pasajeras que forman un abanico de modos con pasaje hacia el futuro. Barcelona es una cara con infinidad de lenguas y con ojos bien abiertos. Barcelona es un mundo abierto de futuro inacabado, pero con pasado inacabable, mezcla de ritmos étnicos compuestos para guitarra española y djembé, con toques de didgeridoo y tenora. Barcelona es una gigantesca sardana bailando al ritmo de la rumba, una crema catalana en tarrinas de arcilla andaluza, un soñado banquete aderezado con jamón extremeño, vino gallego y especies magrebíes. Barcelona es la luz que enciende sin descanso el dedo de Colón, es la ironía de la finta del Crist de Lepanto, es la paciencia de las eternas torres de la Sagrada Familia, el desespero del Desconsol de Llimona, la sonrisa de las floristas de la Rambla, la seriedad del MNAC, la incongruencia del Museu Tàpies, la belleza guardada y encerrada de los cisnes en el claustro de la Catedral, la uniformidad a rajatabla de las manzanas del Eixample, la esperanza ávida de cambios del futuro Zoológico Marítimo en la zona Forum, la amplitud de miras del Crist del Tibidabo, la incoherencia despreciada de las ruinas de la plaça de Madrid, la pasión de Santa María del Mar, la inacabable paleta de colores de la Plaça Reial, la elegancia de la plaça de Sant Jaume, el realismo del Raval, el fluido y sonoro movimiento de los mástiles de los veleros en el Port Olímpic, el desparpajo del Paral.lel, la hermosa desnudez de la playa de la Barceloneta, la genialidad opiacea del Parc Güell, la esbeltez de la moda del passeig de Gràcia, la vejez rejuvenecida de la Biblioteca de Catalunya, el renacimiento del fénix del Liceu, la muerte luchadora del Fossar de les Moreres, la odiada y protestada muerte de los cañones de Montjuich, el sorprendente "poti-poti" de las paradas de la Rambla, la inocencia infantil de las atracciones del Tibidabo, el dulce sabor del chocolate del carrer Petritxol, la fiesta universal de Gracia y Sants, la lucha por el carácter del Poble Nou, el escote del hambre del carrer Escudillers, la tranquilidad sobre pedales dels Quatre Gats, el pasado emigrante de la Verneda, el colorido iridiscente del barri de la Ribera, la plenitud placentera del rompeolas, la pureza entre notas del Palau de la Música, el patchwork turístico del Pueblo Español, la magia colorista de les Fonts de Montjuich, el esfuerzo humano de les Drassanes, la pureza de espíritu de Santa Llúcia, la vanidad esperpéntica de la Meridiana, el placer en grado sumo en la plaça Raquel Meller, el horror en grado frustrante de la Modelo, La ciudad sin tiempo, La sombra del viento, La catedral del mar, El juego del ángel, La ciudad de los prodigios, Una novela de barrio, Donde la ciudad cambia su nombre, La plaça del Diamant. Barcelona. Bar Cel Ona. Mar y montaña. Visc a Barcelona.

El Luján

Ayer pasé frente a la fachada donde se encontraba mi antigua escuela, el Colegio-Academia Luján, en la calle Selva de Mar. Y tuve una sensación difícil de explicar, mezcla de sonrisa, pasado, añoranza y placer. Porque yo me lo pasé muy bien en la escuela desde los cuatro hasta los trece años que tuve que entrar en el instituto para estudiar BUP. Además, fui de la primera generación del BUP, pero esta es otra historia. El "Luján" como lo llamábamos todos estaba dirigido por un matrimonio, el sr. Gómez y la sra. Carmen, una de la mujeres más inteligentes que he conocido en mi vida, licenciada o catedrática -no lo recuerdo bien- en historia, era arqueóloga y, en sus ratos libres, estudiaba para investigador privado. El sr. Gómez había sido combatiente de la División Azul pero nunca nos lo demostró, ni en su trato ni en sus ideas. Puedo decir con un orgullo inmenso que, aún siendo una pequeña escuela privada en un barrio periférico de Barcelona -Sant Martí de Provensals, antes más conocido generalmente como La Verneda, y a un paso de La Perona-, los alumnos del Luján estábamos mucho más preparados que otros escolares que habían ido a escuelas más importantes en cuanto a nombre y más caras. Pasar junto a su antiguo emplazamiento me hizo recordar el olor a pupitres, a tiza en la pizarra negra, a patio de recreo, a chubasqueros colgados. Recordé las clases de la srta. Rita, la hija de los dos directores, que nos daba literatura y lengua, a su pareja en aquel entonces, el sr. Javier, que nos daba matemáticas, a toda esa familia que nos dio tanto a tantos. Cuántas veces he deseado volver atrás en el tiempo para darme cuenta que debería haber estudiado magisterio y ser profesor para no perder esa sensación tan maravillosa que fue la clase de mi escuela. Actualmente, el Luján es una tienda de material decorativo para el hogar. Me paré frente a la tienda dándome ánimos para entrar y ver cómo habían remodelado esos pasillos de clases, esas escaleras que daban al patio, ese despacho del sr. Gómez. No me atreví. Sé que lo hubiera pasado mal, como cuando ves el cadáver de una persona que ha sido muy cercana a ti y te hace borrar la imagen que tenías con anterioridad. Sé que otro día volveré a hablar del Luján, porque es un recuerdo demasiado bonito, y me encantan los buenos recuerdos.