miércoles, 1 de abril de 2009

Historias de mi puta mili 1.0 (inicio)

Siempre han dicho, y estoy de acuerdo, que escribir es una muy buena terapia para hacer fluir, a través de los dedos, posibles o concretas frustraciones, angustias y opresiones del pasado o del presente. De hecho éste es uno de los motivos por los que creé este blog. No el único, obviamente, pero sí uno de ellos.
¿A qué viene esta introducción? Muy sencillo, porque voy a desahogarme hablando encarnizadamente de la peor época de mi vida, esa época que, durante muchos –demasiados- años condicionó mi forma de ser y de estar frente a la vida, así como mi relación con los demás. Hablaré del periodo durante el cual tuve que sufrir - de una forma cruel y, varias veces, inhumana- el trato con los estamentos militares de este país en una época en que, teóricamente, la libertad individual mostraba sus primeros síntomas de desarrollo. Me desfogaré escribiendo las anécdotas más surrealistas e infames que viví durante los malditos dieciocho meses de mi contrato obligatorio para con ese complejo, irrisorio e inútil vocablo conocido como Patria. Describiré los peores momentos sobrevividos durante mi servicio militar.

Muchas veces he escuchado a gente de mi generación comentando que su servicio militar fue un mínimo espacio temporal en sus vidas durante el que, incluso, se lo pasaron bien. Nunca los entendí pero los envidié aunque, como es lógico, más envidié a los que les tocó ser exentos de ese servicio.
Por mi parte, hace más de veinticinco años que terminó ese suplicio y, aún hoy, son poquísimas las personas que han escuchado alguna vez anécdotas de ese periodo oscuro de mi vida.

La ventaja de un blog es que cada uno es libre de leer lo que le parezca, no hay ninguna obligación en “padecer” las posibles neuras de quienes los escribimos. Por este mismo motivo he dejado claro al principio que estos artículos que escribiré bajo el original título de “historias de mi puta mili” –agradecimientos al fallecido Ivá por su inspiración-, son más un vaciado de mi mente que un entretenimiento para el lector.
Lo que sí quiero constatar es que todo lo que escribiré será 100% verídico. Desgraciadamente puedo confirmar que todo ocurrió realmente, y que si no daré nombres no será solamente por mi mala memoria –que para acordarme de nombres es mas bien corta- sino también por respeto a los que vivieron con más sentimiento y dolor que yo esos amargos momentos, refiriéndome como es lógico a los familiares, amistades y conocidos de los protagonistas de estas historias, en unos casos por su ridiculez humana y en otros por su absurda y evitable muerte.

2 comentarios:

  1. ¡Hola por vez primera!

    Muy divertida la publicación sobre el turismo rural ... ¡¡Cuánta razón tienes!!

    Y...Me encantó la descripción de Barcelona.

    ¡Saludos!

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  2. Muchas gracias, Deslumbrada.
    Un placer por la primera vez, esperando no sea la última y... ya sabes... pon un Beats Au Land en tu vida.

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