Hace días salió publicada la noticia que, a partir de otoño, TVE suprimiría la publicidad en las emisiones del ente público. La noticia impactó a muchos sectores, especialmente a las cadenas privadas porque, de este modo, además de comprobar como Televisión Española satisfacía sus requerimientos, ellos verán como sus ingresos por publicidad pueden verse incrementados.
Por otro lado, los usuarios podrán sentirse satisfechos porque podrán ver sus programas favoritos sin interrupciones.
Pero lo que no me esperaba es que las quejas provinieran, precisamente, de los anunciantes. Como publica The Slogan Magazine, los anunciantes estudian reclamar a RTVE unos 300 millones de euros por los perjuicios que aseguran puede ocasionarles sólo este año la supresión de la publicidad en el canal público de televisión. En un comunicado, la Asociación Española de Anunciantes (AEA) explica que esos 300 millones se corresponden con el daño que le ocasionaría al sector publicitario en sus planificaciones y al peligro en el que pone a sus inversiones publicitarias para este año. Las pérdidas a medio y largo plazo alcanzarían "una cifra sensiblemente superior", añade la nota. La AEA insiste en que la eliminación de publicidad en uno de los medios más importantes como es TVE tendría un efecto negativo en la reactivación económica y provocaría un encarecimiento de las tarifas por el "panorama audiovisual de oligopolio" que se crea con la salida de TVE del reparto de la tarta publicitaria.
Sinceramente increíble. En una época de grave recesión económica, en que la mayoría de las empresas están reajustando sus presupuestos y, en los cuales, las partidas para publicidad y marketing son las que más se han visto afectadas, va y sale la Asociación de Anunciantes y quiere reclamar esa morterada de millones porque, como no podrán anunciarse en TVE, eso les provocará un gran daño… ¡precisamente cuando en un reciente estudio, los anunciantes consideraban que el aumento de canales de televisión, a causa del cambio de digital a analógico, les provocaríá un gran dolor de cabeza para decidir en qué canales anunciar sus productos y en cuales no!.
Mientras tanto, un día concreto de la semana pasada, entre las 21:30 y las 22:30, Telecinco programó 28 minutos de publicidad cuando, según la ley, solamente puede programar 12 minutos por hora.
Pero esta es otra historia. O no.
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