miércoles, 20 de mayo de 2009

Los extremismos y otras necedades

Vaya por delante mi absoluto desprecio, rabia y lucha contra los fundamentalismos, extremismos y naZionalismos que, por desgracia, existen en nuestro mundo.
Vaya por delante mi odio absoluto, casi vomitivo hacia los excursionistas de la palabra que solamente se dedican a buscar senderos en las mentes de la gente para implantar sus credos, ideas y paranoias, sin importarles la libertad de cada uno.
Vaya por delante mi rechazo hacia las multitudes que, aún viviendo bajo un “ismo” de exageración, supremacía, dictadura y fervor miran hacia otro lado mientras saben que a su vecino lo están torturando, física o mentalmente.
Vaya por delante mi asqueo hacia los países que apoyan, miman y nutren de proteccionismo a todos esos auténticos mamíferos de dos patas que propugnan la lucha entre sus semejantes para que sus ideas prevalezcan.
Vaya por delante mi absoluta falta de fe hacia las religiones que consideran sus libros sagrados como la única y verdadera alternativa al tiempo transcurrido entre el nacimiento y la muerte.
Vaya por delante mi burla y descrédito hacia esos personajes que se consideran los micrófonos de voces pseudo-celestiales, seguidores compulsivos del yoismo –yo y nada más que yo- y arcángeles de letanías anormales con cánticos de privacidad frente a la hermandad.
Vaya por delante mi cinismo hacia los que, agarrando con pasión símbolos religiosos, utilizan la vida de los demás para convertir su propia vida en un paraíso terrenal fangoso y movedizo.
Vaya por delante mi desdén hacia los caudilletes, dictadorcillos, militarines y demás plantígrados de la rama de los carnívorus jodensis, que sin poder evitarlo –ya que sus primitivas mentes no dan más de sí- se ridiculizan ante el mundo pero, bajo el manto del poder, tienen la millonaria cobardía de expulsar sus diarreas, como aspersores de arena en un desierto.
Y si no les va bien que vaya por delante, no hay problema, voy por sus detrás, esos detrás que merecerían ser sodomizados con sus instrumentos habituales de tortura.
Y vaya por ellos una idea televisiva.
¿Sería posible hablar con Telecinco y decirles que la próxima temporada de “Supervivientes” reuniera a alguno de estos propagandistas, servidores de la necedad mental y apóstoles de los “ismos” extremistas en una isla desierta y, tras haberlos dejado allí, vaya por Dios, la barca se hunda y el avión que los haya de recoger pierda las coordenadas y no encuentre nunca más ese islote?
Sólo es una idea pero es que, a pesar de los fundamentalistas, extremistas, racistas, dictadores, violentos, ultras, torturadores y demás especimenes… ¡disfruto teniendo ideas!

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