lunes, 6 de marzo de 2017

Human de Rag'n'Bone Man

Todos los melómanos conocemos LA sensación -sí, con mayúsculas. La deseamos como el aire que respiramos, como el agua fresca en la cara cualquier día de verano, pero pocas veces -incluso en según qué temporadas se pueden contar con los dedos de una mano-, se consigue esa sensación de clímax total, de orgasmo auditivo que te lleva a conocer íntimamente cada uno de los poros de tu piel al erizarse en un acto de pleitesía absoluta frente a una canción, un tema que te ha hecho olvidarte de tus pies, de tus manos, de todo tu cuerpo, que te hace cerrar los ojos y adentrarte en el pentagrama de emociones de la que está configurada.

Hace unos meses intuí alguna nota por la radio y, lamentablemente, el locutor no dijo el nombre del cantante ni el título de la canción. A partir de ese momento, mi mente no dejó de entonar esas pocas notas que había escuchado de refilón. Días después puse en Spotify la radio de uno de mis autores favoritos –el británico Fink- y cuál fue mi sorpresa que esas notas surgieron del ordenador, traspasaron los auriculares y llenaron por completo la sala donde me encontraba; era el tema Human de Rag’n’Bone Man, el cual ya me había dejado atónito con su primer álbum, titulado Wolves y donde hay temas de una calidad tan exquisita como Mother, o la canción Perfum, incluida en su EP Disfigured.

Rory Graham, auténtico nombre del artista de Uckfield y afincado en Londres, conocido como Rag’n’Bone Man, es un tipazo con cuerpo de maderero de Alaska, pero con una voz que te deja sin aliento, con un rasgado aterciopelado que te hunde entre los cojines del sofá, con una entonación tan perfecta y tan rítmica que se mueven incluso los pelos de las orejas, con una melodía tan acoplada a la base rítmica que no puedes imaginar otra base bajo/batería que no sea con esa cadencia que irradia Rag’n’Bone Man –escuchar el tema Ego y sabréis de lo que hablo-, un soul pop con raíces profundas pero con producción del siglo XXI – no dejéis de gozar del tema Arrow-.

Uno de los mejores discos que he escuchado en los últimos años.

Valoración personal (de 0 a 10): 9,4

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