domingo, 5 de febrero de 2017

Respirar por la herida de Víctor del Árbol

Quizás Dios juega a los dados con el destino de los mortales, desperdigando las piezas de un rompecabezas que siempre vuelve a unirse de un modo u otro. Acaso sea el azar el que nos arrebata aquello que más amamos, pero puede que todo lo que nos ocurre no sea sino el resultado de nuestros propios actos. Estas son las preguntas que atormentan a Eduardo, un pintor para quien nada tiene sentido tras la muerte de su mujer y su hija en un accidente de coche. Una famosa violoncelista, Gloria Tagger, le dará una razón para seguir viviendo al contratarlo para pintar un cuadro: el retrato de Arthur, el autor de la muerte de su hijo.
Aceptar ese reto desencadena una cascada de sentimientos que durante muchos años han permanecido ocultos; con cada pincelada, Eduardo va abriendo puertas que habría sido mejor mantener cerradas, pero que, una vez abiertas, nada ni nadie podrá volver a cerrar.

Opinión: Hay ocasiones que un autor del que esperas mucho te deja con un sabor agridulce en la boca, más amargo de lo que deseabas y, Víctor del Árbol y su Respirar por la herida es uno de estos casos. 
Tras la Tristeza del samurái, honestamente me esperaba más, mucho más. No niego que es un libro muy bien entrelazado, con unos personajes bien construidos y bla, bla, bla, pero cuando te das cuenta que algunos párrafos –e, incluso, casi un capítulo-, los estás leyendo en diagonal, es que hay un problema, Houston.

Valoración personal (0 a 10): 5,1

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