viernes, 6 de marzo de 2009

"Gipsy" King Cat

Lo recogió mi hermana de una protectora de animales como regalo para mi cumpleaños pero, en aquella época, yo no estaba viviendo uno de mis mejores momentos precisamente. Vivía solo en un piso muy pequeño, llevaba una vida un tanto alocada y el trabajo que tenía no me satisfacía. En definitiva, no creí que fuera el mejor momento como para tener un animal de compañía. Pero era tan hermoso y tenía una cara tan dulce que decidimos regalárselo a mis padres, los cuales habían perdido hacía unos meses a Tona, un gato que los había acompañado durante dieciséis años. Aún sabiendo que mis padres habían decidido no tener ningún otro animal, mi hermana y yo sabíamos que no le cerrarían la puerta. Y así lo hicieron. Durante los primeros meses, Gipsy demostró lo mal que lo había pasado con sus dueños anteriores, esos que lo abandonaron a su suerte con pocos meses de edad. Tenía miedo, huía de las caricias creyendo que serían golpes, comía poco, pero el amor de mis padres lo convirtieron en un gato dulce, cariñoso, receptivo y, sobre todo, con un poder de comunicación increíble. Incluso llegaba a regañar a mis padres con sus particulares maullidos cuando éstos llegaban tarde a casa. Gipsy era una compañía perfecta para una televisiva sobremesa, era un juguetón empedernido cuando mi madre realizaba las tareas de casa, era un ávido destrozador del periódico que mi padre estuviera leyendo, era un charlatán empedernido cuando olía a su alrededor cualquier pedazo de jamón en dulce o atún. Sus ojos transmitían agradecimiento, sus uñas se encogían ante cualquier posible conato de primitivo instinto, su sedoso pelo brillaba complaciente, su gatuna independencia se relajaba al sentirse querido. Gipsy murió hace unos días y nos ha dejado a todos, pero muy especialmente a mis padres, con un espacio vacío a nuestro alrededor que no podrá ser reemplazado. Espero que si existe algún más allá gatuno, Gipsy se encuentre ahora acostado en un mullido sofá, frente a un banquete de sardinas y jamón en dulce mientras una cohorte de ángeles con bigotes lo miman per secula seculorum. Miau (amén en gato).

No hay comentarios:

Publicar un comentario