viernes, 13 de marzo de 2009

Bkra shis bde legs

Nació el 6 de julio de 1935 en la zona este de su país y, ya a los cinco años fue llevado a la capital para regir el destino de millones de personas en todo el mundo. A los 15 años vió como un ejército infinitamente más numeroso que el suyo invadía su país. Pensando que más importante que su propia muerte sería que su voz y su palabra siguiera viva y dialogante pero firme, decidió exiliarse y atravesar a pie la frontera de su país. Nueve años más tarde, su tierra intentó sublevarse contra la opresión extranjera pero fracasó, provocando decenas de miles de muertos y la total ocupación del país. Desde hace 50 años viaja alrededor del mundo intentando trasmitir su mensaje de paz y armonía pero sin voz libre, con opresiva y añorada expulsión. Nació con el nombre de Lhamo Dondup, pero se le conoce como Kundun (la Presencia), o Gyalwa Rinpoché (Precioso Vencedor) por su pueblo, la gente del Tíbet. Estoy hablando de Tenzin Gyatso “el portador del loto”, el XIV Dalai Lama o líder religioso de los maestros celestiales.
China invadía el Tíbet, según ellos, por tres motivos: a) el fortalecimiento del cinturón periférico del país, b) porque ya había sido suyo en un pasado y c) definición de unas fronteras que, durante siglos, habían provocado problemas. Cincuenta años más tarde de la última, dolorosa y sangrienta revuelta tibetana, el mundo sigue considerando la ocupación china como un claro ejemplo de Goliat que pisotea los derechos de un solitario David pero sin importarle mucho si David consigue recuperarse o no. En el Tíbet no hay petróleo, no hay oro y la China es un país necesario para la economía mundial. No hace falta pensar más. A pesar que lo más importante es la libertad individual y, de este modo, tu propio colectivo podría considerarse igualmente libre, no siempre algo blanco y en botella es leche. A pesar de todo, Dalai Lama bkra shis bde legs (pronunciado "Tashi Delek", significa gracias en tibetano).

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