Oooh Bama Bama Oh

Viendo los telediarios de ayer noche tratando la noticia del juramento de Barack Obama para el cargo de presidente de los EEUU tuve, en varias ocasiones, la sensación que estaba viendo una de las películas de la saga Batman, especialmente aquel momento en que los ciudadanos de Gotham City encienden el foco con el logotipo del hombre murciélago y lo enfocan hacia el cielo nocturno para que, cuando Bruce Wayne lo vea, se vista con su bat-ropa, se suba a su bat-móvil y les salve de todos los males del mundo. Parece que todos estuviéramos esperando ese momento del juramento como si un nuevo Mesías hubiera llegado al mundo para solucionarnos todos nuestros problemas y, junto a Hillary “Robin” Clinton, conseguir vencer al “Joker” que ha hecho trastabillar las finanzas de todos los países capitalistas. Barack Obama es un tipo que me cae genial, transmite tranquilidad, seguridad, es inteligente y, por encima de todo, es un luchador. Pero lamento informar que Barack Obama es humano, no posee superpoderes y temo que muchos de los que lo vitoreaban ayer, desde los Mills de Washington hasta los sillones de sus casas, no tendrán la suficiente paciencia y empezarán a criticarlo en pocos meses creyendo que, haber votado a Obama, les exime de todas las responsabilidades que hayan podido realizar y que sus problemas desaparecerán cuando el nuevo presidente entre en la Bat-Casa Blanca. Obviamente, encuentro fantástico que los EEUU hayan votado a un hombre negro para que sea su próximo presidente de su país. Pero lo que más me gusta de todo es lo que dijo un asesor anónimo de Obama el día anterior al juramento del cargo. Dijo que “por fin tengo un presidente que es más inteligente que yo”. Con el anterior mandatario, pocos estadounidenses podrían haber dicho esta frase.