viernes, 8 de febrero de 2013

La pelirroja de Roberto Estrada

Juan Luis Higueras siempre ha sido un ciudadano modelo, un hombre gris, abúlico, un acomodado notario de provincias, que no tiene familia y con pocos amigos. Su única experiencia sexual se remonta a la adolescencia y no es precisamente una historia de la que alardear. Sin embargo, cuando a los treinta y tantos años se enfrenta a su primera aventura, Juan Luis Higueras descubre que el placer de convertir a sus amantes en víctimas resulta gratificante, y que una vez que ha probado el sexo más violento y salvaje, ya no puede detenerse. 
Andux es un veterano de guerra cubano que deja pasar los días en La Habana intentando olvidar su traumática experiencia en Angola y soñando con su vecina, 
Nilda Almeida, prostituta de altos vuelos de quien está perdidamente enamorado. 
Cuando Juan Luis Higuera se vea obligado a huir a Cuba, después de que algunos errores en sus crímenes le conviertan en sospechoso y conozca en La Habana a Nilda, sus vidas quedarán entrelazadas irremediablemente. 

Opinión: Quien sea muy susceptible de desgarros, crudezas y realidades que se incrustan en la piel hasta dejarte como con una psoriasis crónica, quien piense que La pelirroja sólo es una novela erótica pero con gotitas violentas, quien sea un fanático de la ciencia ficción porque cree que la realidad que le rodea es demasiado “real”, quien no disfrute con la riqueza del lenguaje y prefiera best-sellers con menos léxico que en una guardería, quien se sienta atraído por alguna de las frases anteriormente escritas le prohíbo tajante y claramente que no lea el libro del escritor cubano Roberto Estrada.
La pelirroja es una novela donde la piel de la cebolla se ha quedado en la cocina para mostrar con toda su aspereza la parte más oscura del ser humano, donde la desesperación y la maldad tienen momentos dulces e íntimos para, definitivamente, desnucarse tras caer por el acantilado de la puta o pura existencia. 

Valoración personal (de o a 10): 7,9

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