martes, 17 de julio de 2012

Y lo más jodido es que nos jodemos

Su intención no era subir los impuestos argumentando, entre otras cosas, que “nunca se ha salido de una crisis subiendo los impuestos” o “subir impuestos es un insulto a los españoles”; aseguró no meter la tijera en sanidad, educación y pensiones, rechazaba la amnistía fiscal por considerarla “antisocial, injusta e impresentable”, dijo que daría siempre la cara y, entre los blogueros ya se le conoce como Mariano Rajao; dijo que “la subida del IVA era el sablazo que el mal gobernante le pega a todos sus compatriotas”; aseguró que bajarían el IRPF; certificó que, a diferencia de los anteriores gobernantes, no pensaba dar ningún dinero público a la Banca; tras fuertes críticas a los que incumplieron la promesa de subirles el sueldo a los funcionarios, no sólo no los suben ahora sino que los bajan; adjetivó como “disparate” la supresión de la desgravación por vivienda; dijo que la jubilación a los 67 años era “absolutamente inviable”; criticó hasta quedarse afónico a los que, según él, iban a amnistiar fiscalmente a los que no pagaban; por activa y por pasiva dijo tajantemente que no iban a abaratar el despido; no se planteaba realizar el copago; se sulfuró con un “hasta ahí podíamos llegar” cuando se le comentó tocar la prestación por desempleo a la gente que había estado trabajando; aseguró que nunca se quejaría de la “herencia recibida por el gobierno anterior”; reduce la cantidad máxima aportada por FOGASA a todos aquellos trabajadores que, por motivos sexuales del empresario –es decir, por salirle de los cojones-, han decidido cerrar su empresa dejando a sus asalariados sin indemnización y, muchas veces, sin finiquito; abarata los despidos con la argumentación que “generará más trabajo”; acepta la ayuda económica para los bancos pero con la prohibición de considerarla rescate; la ayuda inicial a la “irreprochable y saludable” banca española ascendía a 65 mil millones de euros o, para que se vea más visual, €65.000.000.000.-, curiosamente la misma cantidad que el gobierno se ha propuesto ahorrar con todos los recortes que, obviamente, cargarán sobre los trabajadores que vieron como sus ahorros se iban por la escotilla abierta de los submarinos de Bankia (la fusión de Caja Madrid, Bancaja y las cajas Insular de Canarias, Laietana, Ávila, Segovia y Rioja), Banco Base (CAM, Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura), Banca Cívica (Caja Navarra, Caja de Burgos, Caja Canarias y Cajasol), Mare Nostrum (Caja Murcia, Caixa Penedés, Caja Granada y Sá Nostra), CatalunyaCaixa (Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa), NovacaixaGalicia (la unión de las dos cajas gallegas, CaixaNova y Caixa Galicia), Caja España y Unnim (Caixa Sabadell, Caixa Terrasa y Caixa Manlleu). 

Por una serie de leyes de la inconsciencia, incoherencia, estupidez y ley de Murphy al cubo, el partido de la gaviota vencía las elecciones por mayoría absoluta, lo que indica que una gran parte de sus votantes… ¡fueron trabajadores! 

Me puedo considero una persona cabal, racional, un tanto inteligente y algo lista. Entonces… ¿alguien puede explicarme, en lenguaje coloquial, cómo pudo ser posible esta incongruencia? ¿Quizás tiene la misma explicación que lo que ocurrió en la época del chapapote? Por si no lo recuerdan, el mismo partido en el poder actualmente, gobernaba también en esa época y, curiosamente, su actual líder es el que habló de los “minúsculos hilillos de plastilina” que estaban saliendo por los agujeros del petrolero hundido frente a la costas gallegas. Pues bien, a pesar de las horas y horas de imágenes en televisión, a pesar de las gentes voluntarias y los “nunca mais”, el Partido Popular venció en todas las poblaciones afectadas por la riada de petróleo. Dijeron que era lógico porque habían pagado un pastón a los afectados pero… ¿y ahora? ¿También han pagado un pastón a todos los currantes que los votaron? Joder, entonces no soy tan listo ni inteligente como me imaginaba porque yo no me enteré. Debe ser eso porque, sino, puedo prometer y prometo que no entiendo nada. 

Mientras tanto las tiendas vacías, las pymes desapareciendo, las grandes superficies con permiso para abrir a cualquier hora, las ERE como las setas, los pobres más pobres y los ricos más ricos –y prometiendo que, si son buenos y legales, sólo tendrán que pagar un 10% de lo impagado-. Pero, por encima de todo, los hijos de puta mucho más hijos de puta. 

¡Ah! Me olvidaba recordar que una desgraciada descendiente de corruptos que nunca en su prostituida vida ha tenido que mover un dedo para estar en una poltrona, grazna, hoza, rebuzna, muge y gañe en pleno Congreso de los Diputados, un claro y diáfano “¡que se jodan!” mientras aplaude a su líder, a ese líder que, si todo sigue así, habrá de considerar producto de primera necesidad los dodotis en un breve plazo de tiempo porque, sino lo remedia, la riada de mierda será de una altura considerable.

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