lunes, 10 de julio de 2017

La vidente de Lars Kepler

Flora Hansen se hace llamar médium espiritista y dice estar capacitada para hablar con los muertos. Una tarde de agosto lee en la prensa acerca de un brutal asesinato ocurrido en un centro de menores. Flora, con el deseo de sacarse un dinero extra, decide llamar a la policía para contarles que el espíritu de la muerta se ha puesto en contacto con ella, pero nadie la toma en serio. Los resultados de la investigación técnica atribuyen la autoría del asesinato a otra de las internas, que se dio a la fuga la misma noche de los hechos. En paradero desconocido desde entonces, es el objetivo de todas las fuerzas policiales de la zona. Sin embargo, el psiquiatra que las atendía insiste en su inocencia. La chica, de carácter pacífico y reservado, jamás ha mostrado tendencias agresivas. Oficialmente, el detective Joona Linna sólo participa en el caso como observador, pero termina iniciando una investigación por su cuenta. Aun así, la pieza clave del puzle se le resiste. Una y otra vez repasa el escenario del crimen: visualiza a la chica tumbada sobre la cama ocultando la cara bajo sus manos, como si estuviera jugando al escondite; recuerda su postura relajada, como si todavía siguiera con vida.

Opinión: Mea culpa. La cagué, con todas las letras; y me explico. Con Lars Kepler o, mejor dicho, con el matrimonio sueco formado por Alexander Ahndoril y Alexandra Coelho Ahndoril he hecho una cosa que me había prometido no hacer con ningún escritor de novelas escandinavo, esto es, no leer sus libros por orden de edición y, por desgracia para mí, antes de enfrentarme con el caso de La vidente, tercer caso del inspector Joona Linna, ya había leído el libro El hombre de arena, que es el cuarto y penúltimo editado hasta la fecha.
¿Y por qué digo todo esto? Porque los libros de Lars Kepler están demasiado ligados entre sí, porque, aparte del caso policial, se enfrascan mucho en la vida personal del personaje principal, el inspector Joona Linna, y leer un libro donde el detective está perdido por algo que no sabes qué le ocurrió y, además, termina de un modo donde ya sabes qué ocurrirá –al haber leído el posterior-, vamos, que te lías del mismo modo que yo os estoy liando a vosotros con mi rollo.
¿Qué ocurre en estos casos? Pues, en mi caso que comparas mucho más los libros entre ellos, los analizas más y encuentras muchos más errores que aciertos, muchas más momentos desconcertantes que conexos, y verificas la reiteración constante de los autores al tratar de explicar situaciones íntimas del personaje. El hombre de arena me gustó, más por el personaje negativo, el asesino en serie Jarek Walter que es un personaje magnífico. En cambio, Joona Linna, qué queréis que os diga, ya me da grima de tanta depresión y negatividad. Y el argumento de La vidente está demasiado visto. Y me he quedado a gusto.

Valoración personal (de 0 a 10): 6,5

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