En Botsuana nunca había habido una mujer detective...hasta el día en que Mma Ramotswe decide abrir su pequeña oficina al pie del monte Kgale, cerca del desierto de Kalahari. Le basta con unas sillas, dos mesas, un teléfono y una secretaria... además de unas tazas para invitar a los clientes a tomar un té. ¿Qué otra cosa se requiere para resolver misterios? Al fin y al cabo, ¿no se han dedicado siempre las mujeres a escuchar y a intentar solucionar los problemas de los demás frente una una taza de té?
Alexander McCall Smith crea una divertida comedia criminal donde las historias personales de los personajes son mucho más trascendentes para la trama que la resolución de los casos que se le van presentando a Mma Ramotswe.
Opinión: Qué mejor que iniciar el año con la lectura de una de esas novelas que te dejan una sonrisa en los labios, que su historia –aun siendo cruda en sus entrañas- te transmite la sensación de estar leyendo una novela con ironía fina, con humor inglés y donde la sencillez de los personajes que desfilan por la agencia, la descripción de las costumbres del país africano y la peculiar forma de entender el mundo de la protagonista son algunos de los elementos que hacen que La primera detective de Botsuana sea un relato recomendable a todos los niveles.
Por cierto, los amantes de la novela negra –sea de la nacionalidad que sea- que no se esperen unos casos sangrientos o televisivos porque en Botsuana no van de ese palo, y si se precisa un palo quien mejor que Precious Ramotswe para enderezar al más pintado.
Finalmente, muchas gracias a Wikipedia por darme la oportunidad de recordar dónde se encuentra Botsuana.
Valoración personal (de 0 a 10): 7,8
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