Inglaterra, siglo XIII. Robin, un magnífico arquero al servicio del rey Ricardo, lucha contra las tropas francesas. Cuando Ricardo muere, Robin se traslada a Nottingham, encontrándose una ciudad dirigida por un "sheriff" corrupto que exige impuestos exorbitantes. Allí se enamora de lady Marion (Cate Blanchett), una viuda con carácter que no acaba de creerse la motivación del cruzado de los bosques. Con la esperanza de ganarse el corazón de la dama, Robin reúne a un grupo de letales mercenarios, encabezando una rebelión contra la corona que alterará para siempre el equilibrio del poder. Juntos empiezan a hostigar a los representante de la corona para corregir las injusticias y la corrupción cometidas bajo el mando del "sheriff". En un país debilitado por una larga guerra, regido por un rey débil y poco eficaz contra las rebeliones internas y las amenazas externas, Robin y sus hombres se dejan llevar hacia una aventura mayor. El soprendente héroe y su banda deciden impedir que el país caiga irremediablemente en una sangrienta guerra civil, y devolver la gloria a Inglaterra. Opinión: Lo reconozco a viva voz, soy un gran seguidor de las películas de Ridley Scott desde su primera película, Los Duelistas. Pero si a ésta se añaden películas como Alien, el octavo pasajero, Black Rain, Thelma y Louise, Gladiator, Hannibal, Black Hawk derribado, El reino de los cielos, American Gangster, Red de mentiras y, por encima de todas, la inconmensurable, única, maravillosa, fantástica y perfecta Blade Runner, qué más se puede pedir. Con Robin Hood, Ridley Scott ha conseguido lo que quería, dos horas y cuarto de película para disfrutar, para ir al cine y alucinar con lo que estás viendo, con imágenes y escenas perfectamente realizadas, con paisajes muy bien buscados, con personajes creíbles –aún hablando de una leyenda- y con interpretaciones fantásticas de gente como Russell Crowe, Cate Blanchett, Max von Sydow, William Hurt, etc.
En definitiva, una película para ver sin dudar ni un instante.
Valoración personal (0 a 10): 9,5
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