lunes, 15 de junio de 2009

Lección de economía: Las vacas

Socialismo:
Tú tienes 2 vacas. El estado te obliga a darle 1 a tu vecino que no tenía vacas.
Comunismo:
Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te DA algo de leche.
Fascismo:
Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te VENDE algo de leche.
Nazismo:
Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te dispara en la cabeza.
Capitalismo tradicional:
Tú tienes 2 vacas. Vendes una y te compras un toro. Haces más vacas. Vendes las vacas y ganas dinero.
Capitalismo moderno:
Tú tienes 2 vacas. Vendes 3 de tus vacas a tu empresa que cotiza en bolsa mediante letras de crédito abiertas por tu cuñado en el banco. Luego ejecutas un intercambio de participación de deuda con una oferta general asociada con lo que ya tienes las 4 vacas de vuelta, con exención de impuestos por 5 vacas. La leche que hacen tus 6 vacas es transferida mediante intermediario a una empresa con sede en las Islas Cayman que vuelve a vender los derechos de las 7 vacas a tu compañía. El informe anual afirma que tu tienes 8 vacas con opción a una más. Coges tus 9 vacas y las cortas en trocitos. Luego vendes a la gente tus 10 vacas troceadas. Curiosamente durante todo el proceso nadie parece darse cuenta que, en realidad, tú sólo tienes 2 vacas.
Economía japonesa:
Tú tienes 2 vacas. Las rediseñas a escala 1:10 y que te produzcan el doble de leche. Pero no te haces rico. Luego ruedas todo el proceso en dibujos animados. Los llamas Vakimon e incomprensiblemente, te haces millonario.
Economía alemana:
Tú tienes 2 vacas. Mediante un proceso de reingeniería consigues que vivan 100 años, coman una vez al mes y se ordeñen solas. Nadie cree que tenga ningún mérito.
Economía rusa:
Tú tienes 2 vacas. Cuentas y tienes 5 vacas. Vuelves a contar y te salen 257 vacas. Vuelves a contar y te salen 3 vacas. Dejas de contar vacas y abres otra botella de vodka.
Economía china:
Tú tienes 2 vacas. Tienes a 300 tíos ordeñándolas. Explicas al mundo tu increíble ratio de productividad lechera. Disparas a un periodista que se dispone a contar la verdad.
Economía iraquí:
Tú no tienes vacas. Nadie cree que no tengas vacas, te bombardean y te invaden el país. Tú sigues sin tener vacas.
Economía suiza:
Hay 5.000.000.000 vacas. Es obvio que tienen dueño pero nadie parece saber quién es.
Economía francesa:
Tú tienes 2 vacas. Entonces te declaras en huelga, organizas una revuelta violenta y cortas todas las carreteras del país, porque tú lo que quieres son 3 vacas.
Economía neozelandesa:
Tú tienes 2 vacas. La de la izquierda te parece cada día más atractiva.
Economía española:
Tú tienes 2 vacas, pero no tienes ni idea de donde están. Pero como ya es viernes, te bajas a desayunar al bar que tienen el Mundo Deportivo. Si acaso, ya te pondrás a buscarlas el miércoles después del puente de San Aniceto.
Economía catalana:
Tú tienes 2 vacas. La Generalitat te aplica una claúsula medioambiental por residuos contaminantes. El Ayuntamiento no te da la licencia conveniente, y consecuentemente, recibes una multa con intereses de demora, además de los impuestos acumulados en el anterior negocio que se te fue al traste. El estado se queda la producción de una vaca para redistribuirla entre las comunidades autónomas que no tienen producción propia. La Cámara te gira el RCP y los gremios asociados te ofrecen un curso de innovación de cómo ordeñar con las manos atadas a la espalda. Mientras asistes al curso, sin dejar de pensar ¿para qué coño sirve?, la grúa municipal se lleva la vaca que habías aparcado en carga y descarga porque llegabas tarde al curso. Vas a buscar la vaca y te cobran un riñón por la grúa y el otro por la denuncia, que ya te llegará al domicilio fiscal. Una banda de kosovares te roba la otra vaca. Y cansado de todo, te vendes la vaca que te queda y la cartera de clientes a una multinacional, pero te quedas con las naves de la vaqueria y las alquilas en la patrimonial, y lo que te ha pagado la multinacional lo ingresas en Andorra.

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