jueves, 4 de junio de 2009

Hablemos de Risto Mejide

Según la biografía oficial de Risto Mejide, este barcelonés nacido en 1975 es Licenciado y MBA en Administracion y dirección de Empresas por ESADE y ha trabajado para agencias de publicidad como Bassat, Ogilvy & Mather, Saatchi & Saatchi, Leagas-Delaney, y en la actualidad dicen que es el director creativo de S.C.P.F.
Se le considera persona de gran prestigio y relevancia dentro del mundo de la publicidad.
Su relación con el mundo de la música viene de lejos. Aparte de ser el compositor, teclista y cantante del grupo OM -que nunca llegó a publicar un disco-, fue director creativo de Doctor Music y trabajó para artistas de la talla de Britney Spears, U2, Radiohead, Lou Reed y Luz Casal.
Su primera aparición a nivel televisivo fue en un concurso de Antena 3 que se llamó “El invento del siglo”, y su trabajo como jurado en el mencionado concurso era plasmar su opinión personal frente a los inventos que los concursantes presentaban en el programa. A pesar de sus sardónicas apreciaciones, el concurso pasó sin pena ni gloria porque duró tres semanas.
Pero Risto Mejide ya había dejado su huella en los platós televisivos y tres meses después se incorporaba, también como jurado, en el concurso de TelecincoOperación Triunfo”. Y allí sigue.
Profesionalmente poco puedo decir del señor Mejide y no tengo nada que añadir a su completo currículo laboral.
Personalmente, tampoco puedo decir nada, ya que no tengo el placer de conocerlo. ¿He dicho placer? Perdón, rectifico. Al señor Mejide no lo conozco, punto. Pero de la misma forma que él expresa sus opiniones/desvaríos/cinismos/ironías valorando la calidad interpretativa de chicos y chicas que pasaron un casting para presentarse a ese concurso con la pretensión de crearse un nombre en el mundo de la música, yo quiero hacer mi valoración sobre el personaje interpretado por el señor Mejide en el mismo concurso televisivo.
Por mi experiencia en el mundo de la música y en el marketing debo decirle que usted ha fracasado. De ser, en un inicio, un producto de los que “no me importa que hablen mal de mí, lo importante es que hablen” se ha convertido en uno de esos productos donde el 90% del precio de venta al público se basa en el nombre, y que el 10% restante es de ínfima calidad.
Bajo la típica tópica frase de que “todo lo que te digo hoy te servirá para que seas más fuerte en el futuro”, usted utiliza su dialéctica psychokiller para, no sólo no hablar de técnicas interpretativas sino rebajarse a montar numeritos que rozan el insulto personal hacia los concursantes.
Me pregunto qué le diría a Britney Spears cuando colaboró con ella. ¿O quizás, se callaba como vulgar lameculos? ¿Y a Lou Reed o U2? Obviamente, no incidiré en mi opinión acerca de los últimos trabajos de Spears, Reed o Bono & Cia, pero no me gustaría saber que las opiniones del señor Mejide han influido tanto en ellos.
Señor Mejide, la diferencia actual entre Chiquito de la Calzada y usted es que el primero aún hace gracia de vez en cuando, usted me produce urticaria perpetua.
O le pagan muy bien por realizar su papel de “señor de los pedillos –vocales-” o se lo está creyendo demasiado. Por su bien, espero que no sea lo último. Recuerde ejemplos como Bela Lugosi o Johnny Weissmüller que murieron creyendo que eran los verdaderos Drácula y Tarzán.
De nada.

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