miércoles, 14 de marzo de 2018

Siete crímenes por cópula de Margarito Micifú

Un manuscrito, Siete crímenes por cópula, es hallado casualmente en una oficina de objetos perdidos. Es el inicio de las investigaciones de Victorino Delicado, investigador jefe de la Comisaría del barrio Espuelitas, quien contará con la ayuda del perspicaz policía Jacinto Galí Matías. Unas muertes que parecían accidentales se convertirán aparentemente en crímenes. Ahora Victorino y Jacinto deberán detener a un esquivo asesino en serie, que parece escapar airoso cada vez al acecho policial.
En medio de todo resultará fundamental para la resolución del caso el Premio Sopitas Carvajal, un viaje vacacional de ensueño para trece afortunados vecinos del barrio, compradores del sobre ganador en el colmado Garbanzos Betanzos. Entre ellos se encuentra el temible criminal.
El caso parece no llevar a ningún lugar, hasta que el autor-editor Margarito Micifú, perplejo por las rugosidades del caso, decide investigar por su cuenta. En su búsqueda se topará con religiosos de turbio pasado, científicos excéntricos, traficantes, un juez corrupto, el ángel Serafín y las pulseritas Cleofás. Todo ello se relacionará entre sí de un modo sorprendente. Las autoridades están avisadas y harán bien en tomar las medidas que aconseja Margarito. No estamos ante un juego ni ante una novela de ficción. Todos los hechos son reales, y están debidamente comprobados. La tranquilidad de Espuelitas debe mantenerse a toda costa.

Opinión: Margarito Micifú, seudónimo del entomólogo Xavier Sistach, es un cachondo de mucho cuidado, y la lectura de Siete crímenes por cópula es el proceso medio continuado para aprender, de un modo experto, el movimiento compulsivo de la mitad del labio superior hacia arriba como expresión de sonrisa medio forzada, a no ser que, de improviso, una media carcajada se inicie en el fondo de tu garganta
Ahora bien, si he mencionado varias veces la palabra “medio” es porque, en realidad, es así; la carcajada y la sonrisa que han aparecido regularmente durante el primer tercio de la novela, van desapareciendo gradualmente hasta una total y falta absoluta de gracia cuando se llega a su fin.
Su inicio histriónico te conduce agradablemente hacia una presentación –descriptiva y dibujada- de los diversos personajes de la trama, pero cuanto más te adentras en ella, esos mismos personajes te llegan a parecer odiosos por la reiterada repetición de sus tics personales, hasta el punto que deseas terminar la puñetera novela antes que no te coja un ataque de violencia descontrolada y lances el libro por la primera ventana que encuentres.
Afortunadamente, el escrito tiene las páginas precisas para no morir en el intento.

Valoración personal (de 0 a 10): 6,8

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