sábado, 11 de febrero de 2012

Hostería La Cueva de Valladolid

En mi nuevo trabajo tengo la fortuna de poder viajar regularmente por toda la geografía de la península, encontrando a veces rincones de una gran belleza, así como espacios donde, además de disfrutar de una comida excelente, te permite evadir la mente y alejarte del mundanal ruido. Uno de estos lugares recientemente descubiertos ha sido la Hostería-Restaurante La Cueva en la calle Correos nº 4, en pleno centro de Valladolid.
A escasos cincuenta metros de la plaza Mayor y del Ayuntamiento, la Hostería La Cueva, situada en una de las casas que sobrevivió al incendio que asoló el diez por ciento de la ciudad un infausto 21 de septiembre de 1561 y al que se accede tras la ascensión de una escalera que ya muestra los siglos del edificio, es un lugar cómodo, acogedor, con paredes encaladas y vigas gruesas de madera y donde podrás disfrutar de la delicia culinaria de Teodora preparando una exquisita variedad de platos típicos de Castilla y León, como la insuperable sopa castellana –que casi se puede cortar con un cuchillo de lo densa que es-, las chuletitas de lechazo, el lechazo asado, el guiso de rabo de buey, las cocochas de merluza y, de postre, una cuajada o unas natillas caseras y una tarta de queso que, sin lugar a dudas, pueden calificarse de caprice de Dieux.

Quizás preguntareis si el precio es asequible. Bien, si consideráis que el pago de €25/€30 por persona, tras disfrutar de una comida deliciosa en un ambiente intemporal es caro, no me queda más que comentaros que en Valladolid también hay McDonald's y Burger King.

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