sábado, 16 de junio de 2012

"Thousand Mile Stare" de Chicane

Hacía ya demasiado tiempo. Quizás no los veo venir (o mejor dicho, escuchar) pero ya hacía varias semanas –repito, demasiadas- que no escuchaba un álbum que hiciera que la sangre me fluyera más rápido, que la boca se me torciera en una agradable sonrisa, que los ojos se me iluminaran y que la piel se me pusiera de pollo. Y Chicane lo ha conseguido. 

Nick Bracegirdle, verdadero nombre del músico londinense conocido como Chicane, ha editado un trabajo absolutamente genial, donde la electrónica y el tan denostado últimamente estilo trance, dan paso a una producción que desde el primer tema, Hljóp, hasta el último, Fin des jours, nos deja con un sabor a bizcocho ferranadrianesco, hecho con ingredientes absolutamente tradicionales pero llevados al grado más supremo de la innovación. Perdón, he de decir que existe un espacio de arenas movedizas titulado Going Deep donde our friend Chicane decide unir el trance con el rap… y no, me da a mí que esta mezcla es como haber hecho una tortilla de callos al chocolate, buenos ingredientes por separado pero vomitivo cuando los unes. 

Thousand Mile Stare, sin desmerecer sus anteriores trabajos, Giant y Summersault, nos lleva más a su primera época, especialmente su primer trabajo titulado Far From the Maddening Crows –una auténtica joya que debería estar en todas las discotecas personales- y Behind the Sun. Chicane lo ha vuelto a hacer, y yo que me alegro porque Thousand Mile Stare es uno de esos discos saludables, una de esas producciones musicales que –estoy convencido- ayudan a que la vida sea, durante una hora, mucho mejor. Y eso es muy bueno para la salud, sea física como mental. 

Valoración personal (de 0 a 10): 8,8

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