El
comandante Camille Verhoeven vive la vida perfecta: está casado con la
maravillosa Irène, con la que espera su primer hijo. Pero su felicidad se
resquebraja tras un asesinato inusualmente salvaje. Desde que la noticia se
hace pública, la prensa lo acecha y cada uno de sus movimientos se convierte en
noticia de portada.
Verhoeven
descubre que el asesino ha matado antes. Cada uno de sus crímenes parece rendir
homenaje a una novela negra clásica, por lo que los periodistas se apresuran a
darle un sobrenombre: “El Novelista”. Quienes pueden ayudar a encontrarlo se suman a la lista de
sospechosos: un librero y un profesor universitario expertos en novela negra.
La investigación se convierte así en un duelo intelectual, y en una aterradora
carrera contra el reloj.
Opinión: Irène, es el primer libro de
la tetralogía protagonizada por el comisario francés Camille Verhoeven y
escrita por Pierre Lemaître, y una
obra maestra de la literatura de serie negra. Mesdames et messieurs, saquémonos el sombrero, la gorra, el casco o
el peluquín ante el arte del señor Lemaître
de llevarnos al extremo más duro, radical, crudo y estomacal de la novela negra
y, al mismo tiempo, crear una obra de arte literaria.
Vayamos por el
principio… aunque si piensas más seriamente, ¿cuál es el principio de una
novela negra: los personajes o la trama? Porque, en este caso, no puede
desvalorizarse si uno se compara con el otro. Irène
es una novela de trama perfecta con personajes inconmensurables, el comisario
Camille Verhoeven, de ciento cuarenta y ocho centímetros de estatura pero con una
mente increíble, sus compañeros Louis, Armand y Maleval, la encantadora esposa
embarazada de Camille, Irène, que da título a la novela, el librero, el
profesor, el periodista,… , un auténtico repóquer de ases que se enlazan a través
de un argumento que lleva la novela negra a los altares, precisamente mediante un
homenaje a las novelas negras y de asesinatos que el asesino imita.
No obstante, he de
dejar claro algo; al igual que cuando he hablado de las novelas de Franck Thilliez, que se excusen de su
lectura aquellas y aquellos que posean un estómago delicado y sensible; una
perfecta novela negra no tiene por qué ser un castigo o una penitencia.
Valoración personal (de 0 a 10): 8,2
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