Un caso inspirado en Ramón Fernández-Luna,
el mejor jefe de la Brigada de Investigación Criminal que ha tenido jamás
nuestro país y al que merecidamente se reconoció como el Sherlock Holmes español.
Corre el año 1916. Ramón Fernández-Luna,
que goza de merecida fama en toda España
por su inteligencia y perspicacia, está inmerso en la tarea de atrapar a un
famoso ladrón de guante blanco, el Fantasma, cuando recibe la orden de
investigar la desaparición de un preso de la cárcel Modelo, un mago, el Gran Kaspar, acusado de robo y
asesinato.
Opinión: José María Fernández Luna -descendiente
de Ramón Fernández-Luna, protagonista de la novela y, realmente, jefe de la
Brigada de Investigación en Madrid
de 1921 a 1923, y al que la prensa de la época calificó como el Sherlock Holmes español- inventa una
trama para darle a su antecesor un lugar en la historia que, por desgracia,
tienen más los criminales que detuvo –caso del famoso ladrón de guante blanco
Eduardo Eddy Arcos, más conocido como
Fantômas, y que fue la inspiración
del personaje de ficción Phantomas,
protagonista de series, comics y películas.
La trama, ambientada en la efervescente,
bohemia y clasista Barcelona de
principios de siglo XX, nos lleva desde los lupanares de Conde del Asalto y Tapies,
hasta los palacetes circundantes al Palau
Güell pasando por las sórdidas relaciones entre los acaudalados burgueses
de la sociedad catalana con las vedettes
de los cafés-teatro del Paralelo,
siguiendo la extraña desaparición de un mago ruso de una de las celdas de la
recién inaugurada prisión de la Modelo, teniendo como trasfondo el espionaje
europeo previo a la I Guerra Mundial.
La novela está magníficamente ambientada,
la trama la encuentro un poco atada por los pelos, especialmente durante el
último tercio y, en ocasiones, te lleva a leer en diagonal –sobre todo en los
momentos de romanticismo coríntelladesco
entre el comisario Carbonell y su Lolita-, pero, en general, la novela se deja
leer fácilmente y te adentra en un mundillo que, particularmente siempre me ha
seducido, como es la Barcelona de
principios de siglo XX.
Muy recomendable su lectura, a pesar de la
dificultad en encontrarla, porque la editorial la ha descatalogado.
Valoración
personal (de 0 a 10): 7,2
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