La bomba explotó correctamente; a este
respecto, él tiene todos los motivos para estar satisfecho. Los supervivientes
tratan de ayudar a las posibles víctimas. Jean se dirige al metro. Él no va a
rescatar a nadie. Él es el que hace vivir las bombas.
Jean Garnier no tiene nada que perder en la
vida: su madre está en la cárcel, su novia ha sido asesinada y no tiene
trabajo. Enfrentado a este joven, Camille Verhoeven debe actuar con más
delicadeza que nunca; ¿Es Jean una verdadera amenaza para todo el país, o
simplemente un perdedor con delirios de grandeza?
Opinión: ¿Una trilogía
tiene forzosamente que constar de tres partes? Pierre Lemaitre nos lo responde con este libro de 150 páginas,
publicado entre los dos episodios titulados Alex
y Camille y protagonizados por el
gran inspector Camille Verhoeven, grande entre los más grandes, a pesar de sus
escasos ciento cuarenta y cinco centímetros de altura.
Anne, la nueva compañera de Camille, solo
interviene por SMS.
París es el objetivo de
un terrorista. La primera bomba explota en plena rue Joseph Merlin, pero sin causar una sola víctima. Un joven es
detenido. Se hace llamar Jean pero su verdadero nombre es John, y frente a todo
el departamento informa que si no se satisfacen sus condiciones, en los
próximos seis días explotarán seis bombas en otros tantos lugares céntricos de
la capital francesa, entre ellos, junto a una escuela infantil. Jean pide un
pasaporte y un billete de avión a Australia
para él y su madre, Rosy, en prisión acusada de asesinato, cinco millones de
euro y hablar única y exclusivamente con el comisario Camille Verhoeven.
Todos los departamentos policiales se ponen
a trabajar para desentrañar la madeja urdida por una mente fría, calculadora y
casi autista llamado Jean, excepto Camille, siempre brillante con la
colaboración activa de su segundo, Louis.
En tres días, el caso será resuelto. Hora
tras hora, seguimos el curso de la investigación a un ritmo acelerado, el
suspense se mantiene hasta la última página, los personajes complejos y Camille
en mejor forma que nunca. Son sólo ciento cincuenta páginas… ¡pero qué ciento
cincuenta páginas! Como si estuviéramos leyendo un guión cinematográfico, Pierre Lemaitre nos adentra en las
mentes de acusado y acusador, de policía y terrorista, ambos con unos intereses
por encima de sus propias y con una tenacidad que convierte sus diálogos en
partidas de ajedres.
Rosy
& John
es un divertimento fantástico de Pierre
Lemaitre, concebido entre su anterior novella de la saga Verhoeven, Alex, y la que será la última
protagonizada por el diminuto pero inmenso inspector, titulada como su nombre, Camille.
Valoración
personal (de 0 a 10): 6,8
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