En el otoño de 1943, un terrible huracán
arrasó Haití, devastando el Fuerte
de la Natividad y dejando a su paso una trágica estela de muerte y destrucción.
Por su parte, los feroces guerreros del sanguinario cacique Canoabó se
encargaron de rematar y asesinar a los pocos españoles que habían conseguido
sobrevivir a las fuerzas desatadas de la naturaleza. El canario Cienfuegos se
convirtió en el único superviviente europeo en el Nuevo Mundo, y tuvo miedo...
Segunda entrega de esta célebre saga, Caribes
continúa las apasionantes aventuras de su protagonista en un mundo hostil y
desconocido.
Opinión: Como es obvio, Caribes es la continuación de la
anterior novela de la saga, Cienfuegos,
donde empezamos a descubrir las aventuras y desventuras de este analfabeto
pastor gomero que, por azar del destino y de la búsqueda incesante del amor
perdido, se adentra –y nunca mejor dicho- en las bodegas que un barco que le
lleva a las Américas de mano de Cristóbal
Colón. Caribes no se adentra en
la espesura de las junglas, tanto botánicas como humanas, de aquellas
inexploradas, desconocidas y remotas islas caribeñas, nos sumerge en la
podredumbre del ser humano al enfrentarnos a los hechos comprobados y
demostrables de la bajeza del ser humano cuando se siente “superior” a otro, cuando ignorantes analfabetos se consideran
superiores a seres humanos que, toda su vida han vivido en paz y armonía en su
vergel selvático, sólo por el hecho de creerse superior por llevar pantalones y
no taparrabos, o porque consideran que Dios
–su Dios, por supuesto-, los ha
llevado a predicar sus palabras a sangre y fuego.
En este aspecto, Caribes es una novela que te descoloca y te desubica con toda su
crudeza, pero dejando que sea tu propia mente la que se sumerja, como si una
cámara te mostrara los efectos de un modo impersonal pero efectivo, aunque, por
otro lado, en términos novelísticos, Caribes
no llega a la altura de su predecesora, quizás porque la idea de ese amor
perfecto y, a veces tocable o, en otras ocasiones, imposible, me llega a cansar
un poco.
Por esta misma razón, aunque transcurrió
poco tiempo entre la lectura de Cienfuegos
y Caribes, reconozco que pasará un
tiempo prudencial hasta que me adentre en la tercera novela de la saga,
titulada Azabache.
Valoración
personal (de 0 a 10): 7
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