El legado se ha transmitido. De
padre a hija. De hermana a hermano. La actitud, el honor, el poder. El dinero
sucio, no importa de dónde proceda, se pasará a efectivo cuando lo haya blanqueado la persona correcta: JW no ha
malgastado el tiempo que ha estado en la cárcel Y está planeando una
reaparición por todo lo alto. Jorge está cansado de su nueva y rígida
existencia vendiendo cafés y capuccinos. Una vida llena de lujos surge en el
horizonte cuando planea su último golpe. Esta vez se trata de mucho dinero.
Pero la policía le pisa los talones. Un policía de incógnito se ha infiltrado
en los círculos criminales de Estocolmo, muy cerca de Jorge. Mientras tanto, el
jefe Radovan se encuentra con un asesino implacable y su hija Natalie ha de
dejar de ser la adolescente nueva rica para tomar más de un timón en su vida.
Opinión: Tercera y última
parte de la aclamada Trilogía negra de
Estocolmo y, como siempre, Jens
Lapidus nos ofrece una novela redonda en cuanto a conocimiento de los bajos
fondos de Estocolmo, y sus tramas,
se mueven y entrelazan de un modo alucinante.
Pero, ¿qué me ha ocurrido tras su lectura?
Pues que me ha dado la sensación que el cojonudo de Jens tenía prisa en sacarse
de encima la trilogía, y Una vida de lujo
me ha llevado a pensar que la ha escrito con demasiada rapidez. Tramas bien
concebidas pero algo estiradas al final, escenas algo surrealistas –como la que
se reúnen en un mismo edificio varios personajes, gente del hampa y mogollón de
policías, todos armados, y la termina con un tararí de fábula infantil, diciendo algo así como que se armó un pitote de la hostia, quedándose tan
ancho-, y personajes que hubieran necesitado un pulido final. Por una parte le
faltan algunas páginas para terminar de perfilar secuencias y personajes y, por
la otra, le sobraban unas cuantas páginas de descripciones ya desarrolladas en los
otros volúmenes.
De todos modos, a partir de ahora, todo lo
que vaya firmado con el nombre de Jens
Lapidus me lo pido sin duda alguna. Ahora sí, que la trilogía la haya
terminado definitivamente. Gracias.
Valoración personal (de 0 a 10): 7,7
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