Es el siglo XV y Venecia está en la cima de su poder. En esta ciudad, mezcla de
opulencia y hedor a cloaca, aparece el primer vampiro en Europa, setenta años
antes que Drácula. Atilo, el jefe de
los Assassini del duque Marco,
descubre a un muchacho agachado sobre un hombre al que acaba de matar. La
velocidad a la que huye el muchacho le asombra. Y Atilo sabe que tiene que
encontrarlo, no para matarlo, sino porque finalmente ha encontrado a alguien
digno de ser su aprendiz. Cruce de novela de intriga fantástica y Shakespeare, La Espada maldita presenta una galería de personajes que llegan a
cualquier extremo para mantenerse en el poder, pero una ciudad no se convierte
en la más rica del Mediterráneo
respetando las normas.
Opinión: Venecia, Shakespeare, Drácula y Assasin’s Creed, une estos sabores en
una coctelera, agítala vigorosamente y vierte el contenido en páginas blancas;
el resultado obtenido es la trilogía de los Assassini
escrita por el autor británico, nacido en Malta,
Jon Courtenay Grimwood. La espalda maldita me sorprendió de un
modo muy interesante. Ágil, entretenida y bien ambientada…, a pesar de las
incongruencias existentes (personajes que están hablando de otro que,
teóricamente, está lejos y, de golpe y porrazo, éste es uno de los que
participan en la conversación), situaciones difíciles de leer (no por lo
intrincado de las palabras escritas sino por lo incomprensible del momento).
¿Es un contrasentido? Sí. Y, a pesar de ello, me lo pasé genial leyéndola.
Ahora bien, he leído la segunda parte,
titulada El proscrito, y lo que en la
primera novela me pareció sugerente, en la segunda me ha parecido un
desbarajuste alucinógeno.
La tercera parte de la trilogía todavía no
ha sido editada en castellano. Tan sólo espero que me quite el mal sabor de
boca de la segunda y la historia de Tycho tenga un buen final.
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