lunes, 31 de diciembre de 2012

Hasta luego 2012, y si te he visto no me acuerdo


Hoy termina 2012. Hoy termina un año que la gran mayoría desearía que nunca hubiera existido, que nunca lo hubiéramos querido vivir. 
Hoy termina el año de los recortes en políticas sociales, de las revoluciones populares en los países árabes, de la hipocresía política elevada a la máxima potencia, de la oficialidad de la mentira frente a los micrófonos, de la confirmación –si no lo teníamos claro ya- del cinismo eclesiástico al seguir fomentando las manifestaciones pro-familia y anti-aborto antes de luchar por los derechos rotos, destrozados, marginados y pisoteados de la gente más desfavorecida. 
Hoy termina el que se dijo que sería el año de la desaparición de la humanidad, sin darse cuenta que poco les ha faltado en conseguirlo, y no precisamente por culpa de los mayas sino de gente como Bashad El-Assad, Kim Jong Il, Terry Jones, Aymán al-Zawahirí, Omar al-Bashir, Adam Lanza entre otros. 
Hoy termina el año donde un gran número de políticos han mostrado su verdadero rostro… aunque… puestos a pensar, esto ocurre cada año, ¿no? Quizás sí pero, ¿de qué sirve si además se les vota? 
Siempre he sido una persona con tendencia al optimismo, de esos tipos que racionaliza las realidades para tratar de encontrar siempre la botella medio llena, que posee una gran fuerza de voluntad para encontrar casi siempre la parte positiva de las cosas –always look on the bright side of life, ¿verdad?-, pero puedo prometer y prometo que este año que termina me ha puesto las cosas muy difíciles, realmente difíciles. No huyo de la realidad pero, a partir de mañana, cuando gire la mirada hacia atrás, preferiré pensar en los Felix Baumgartner, Michael Phelps, Gangnam Style o Leo Messi que en los Wert, Rajoy, Mourinho, Losantos y Rouco de las narices. 
Hoy termina 2012. Hoy termina una pesadilla. 
Lo jodido es que el 2013 no tiene muchas perspectivas positivas. Es igual, las fuerzas las tenemos indemnes. El primero de enero de cada año nuestras fuerzas están intactas ¿no?




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