sábado, 13 de agosto de 2011

La intimidad del restaurante Llantia

Ayer fue el aniversario de Karma, y tras las múltiples penurias laborales del pasado, decidimos darnos un gustito culinario y realizar lo que tanto nos gusta, descubrir restaurantes.
Esta vez nos decidimos por Llantia, acogedor e íntimo lugar situado en la en la calle Brossolí número cinco, una estrecha calle que une las de Argentería y Banys Vells, a escasos metros de Santa María del Mar.
La decoración es muy agradable, con multitud de objetos étnicos decorando sus paredes, con una iluminación muy acorde con su filosofía, esto es, un rincón relajado, repleto de intimidad, para saborear de la compañía con la que vas y aderezado con una música que va desde la puramente étnica, pasando por el lounge tipo Fernando Aubede y con gotas de smooth jazz.
La comida nos dejó, y nunca mejor dicho, un muy buen sabor de boca, no sólo por la calidad de sus platos sino por la excelente relación calidad-precio, ya que el precio del menú (primer y segundo plato más postre, bebidas y pan no incluido) es fijo, 21,50€.
La carta es una fusión de diversas cocinas internacionales, con unas ensaladas de primero, destacando la mikonos y la de peras al roquefort. Muy recomendable el hulan turco con hummus árabe, pimientos especiados y pan de pita. Y de postre un exquisito yogur griego, Agno Kolios, con nueces y uvas pasas, así como el pecado de chocolate con salsa amarga de naranja.
En resumen, en un ambiente muy confortable, rodeados de una decoración, una música y un servicio muy acogedor, Karma y yo vivimos una cena con una magia especial.
Llantia es un restaurante muy recomendable para todos aquellos que buscan un rincón de paz en la ruidosa, pero única, Barcelona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario