Ha muerto mi tocayo Germán Coppini.
Ha muerto el día de Navidad... y ha muerto a mi misma edad.
Ha muerto la voz de uno de los grupos que mejor sintetizaron el poder del pop español de los ochenta, Golpes Bajos, aquel grupo que, junto a Teo Cardalda –multiinstrumentista, compositor y, posteriormente, creador del grupo Cómplices junto a su pareja sentimental María Monsonís-, Luís García como bajista -y miembro a posteriori de otro grupo gallego de referencia, Semen Up- y Pablo Novoa a las guitarras, confeccionó temas tan increíbles, absorbentes y bellos como “Malos tiempos para la lírica”, “No mires a los ojos de la gente”, “Cena recalentada”, “Escenas olvidadas” o “Fiesta de los maniquíes”.
Muchos también lo recordarán como uno de los componentes del grupo Siniestro Total, pero yo me quedo con su ahogada desafinación y brutal dejadez cantando aquellos versos musicales:
No mires a los ojos de la gente,
me dan miedo, siempre mienten.
No salgas a la calle cuando hay gente,
¿y si no vuelves?, ¿y si te pierdes?,
¿y si te pierdes?
Escóndete en el cuarto de los huéspedes,
solas a oscuras, no pueden verte.
Seguro que en la calle ahora habrá gente,
alguien te busca, alguien lo siente,
alguien lo siente.
Quédate a mi lado,
no te marches más.